miércoles, 3 de julio de 2013

CÁRCEL DE SOTO DEL REAL

La cárcel de Soto del Real es el lugar de España donde más inocentes hay. Yo no hice nada, yo pasaba por allí, la maté porque era mía. Soy un emprendedor que he emprendido en donde había una oportunidad de hacer negocio (Luis Barcenas). El Dioni, otro emprendedor, encontró su oportunidad en forma de furgón lleno de dinero. Nunzio Scarano conocido como Monseñor 500 por la cantidad de billetes de esa cantidad que manejaba fue arrestado en Roma por lavado de Dinero y malversación de fondos. El contador del Vaticano dijo que era inocente, así que Soto del Real ya tiene capellán y contador. Falta Urdangarín. "No, es inocente". "Precisamente por eso" (El contador). Curas, banqueros, emprendedores y dentro de poco, Magdalenas en el desayuno; Soto del Real en vez de cárcel parece un cursillo de las FAES. Hay mas cola para entrar en la cárcel que en el INEM, por eso, a pesar de bajar el paro no suben los afiliados a la Seguridad Social. Están... ¡Todos en la cárcel!

martes, 2 de julio de 2013

EL PASADO ES UN PAÍS EXTRANJERO

Oyendo a Mariano Rajoy en la rueda de prensa de la última Cumbre Europea hay dos cosas claras, que sabe contar y, que el pasado es un país extranjero. En realidad me quedaron más cosas claras, pero no las quería decir, ahora no tengo tiempo ni ganas para ser Presidente del Gobierno pero, por el bien de España, las digo. Una, que Luis Bárcenas, ahora, es el señor Tal y la otra:
Mi principio favorito de un libro es el de una novela de L.P. Hartley, escritor que, supongo, ya nadie lee. Lo leo yo. La primera frase dice así: "El pasado es un país extranjero. Allí hacen cosas diferentes". Y de ese país extranjero que sigue existiendo en paralelo al presente emerge de vez en cuando un abrazo, una frase, una palmadita enternecida que se posa en mi hombro con una levedad esperanzada
-¿Te acuerdas de mí?
y los ojos del alma con dificultades para enfocarlas, un rechazo interior para aceptar los desmanes de la suerte, la seguridad más o menos trémula de ser todavía un hombre para más tarde. ¿Cuántos años tengo? Me da la sensación de que pocos, acabo de nacer. Nunca le he preguntado a nadie
-¿Te acuerdas de mí?
porque siempre soy otro. ¿Acordarse de qué? El del colegio o el del instituto o el de la facultad o el del ejército unos pariente vagos, unos antepasados difusos entre criaturas difusas , un fulano que probablemente nunca ha existido, inventado por fotografías y recuerdos imaginados...
Antonio Lobo Antunes


sábado, 29 de junio de 2013

LA IMAGINACIÓN

Quisiera ir a China,
para orientarme un poco.
Blas de Otero

Mi imaginación no es la potencia que crea, que da vida a seres intelectuales organizados y completos; es una potencia frenética en continuo ejercicio, que está produciendo sin cesar visiones y más visiones. Su trabajo semeja al del tornillos sin fin. Lo que de ella sale es como el hilo que sale del vellón y se tuerce en girar infinito sin concluir nunca. Este hilo no se acaba, y mientras yo tenga vida, llevaré esa devanadera en la cabeza, maquina de dolor que da vueltas sin cesar.
-Yo soy esclavo de esto, desde niño vengo padeciendo los estragos de la imaginación. Ella en cincuenta años me ha hecho vivir trescientos. Sí; las falsas sensaciones que yo, aunque apartado del mundo he experimentado en mi vida, suman la vida de seis hombres; he vivido demasiado porque  la fantasía ha puesto en mi tiempo millones de días.
La sombra
Benito Pérz Galdos

HELENA RUBINSTEIN y (2)

Cuanto más tiraba la casa  por la ventana,  más dinero entraba en su despensa. Al final se dejó atrapar en el juego. Abandonó a su marido para comprarse un borracho con título: Artchil Gourielli, príncipe georgiano, experto en aguardientes, vodka y borracheras varias....Algunos guardias blancos aseguraban haberlo visto sobrio antes de la Guerra de 1914, pero la ejecución del zar le había causado tanta pena que desde entonces no se había quitado la mona de encima. Helena Rubinstein, desposada en legítimo matrimonio, ganó una corona de princesa de carnaval y el derecho a que sus criados la llamaran "majestad". Capricho tanto más insensato, cuanto que su título de gloria no era ser esposa morganática de un Gourielli tan mediocre como oscuro, sino ser Helena Rubinstein. Solo cambió de apellido en el registro civil, pues en millones de tubos y de tarros era el suyo el que atraía a las masas.

A la caza del viento
Claire Goll
Pre-textos


viernes, 28 de junio de 2013

HELENA RUBINSTEIN (1)

Helena Rubinstein constituyó un imperio que llevaba su nombre y proclamaba su gloria. Entre aquellos  industriales del complemento de París, Helena era una figura prominente. Rapaz de altos vuelos ella no daba nada, pero gastaba sin tasa cuando se trataba de su megalomanía. En sus recepciones uno podía bañarse en champaña, comer caviar blanco con cuchara sopera pero en sus tiendas sus borlas estaban más controladas que la morfina en las farmacias. Era un genio, había comprendido que había llegado el momento de de los productos de belleza de consumo masivo. Para abrir en 1908 un instituto de belleza en un singular  hotel de Londres e inundar el mundo con sus productos desde Melboune, París y toda America no solo hay que tener valor sino la voracidad y la ambición de Helena. Solo tenía una idea, invertir arriesgar y expandirse.
Claire, te voy a enseñar el Chagall más admirable que hayas visto.
En efecto, no podía dar crédito a mis ojos.
-Pero Helena, es un Matisse.
No se desmoralizaba.
-¿Tú crees?-repuso.
En su casa acumulaba tesoros fabulosos. ¿Por qué esa obsesión por comprar, o más bien por mandar comprar, ya que ella no distinguía un sillón Impero de un taburete de cocina? Para vender mejor sus tarros de cremas. También en eso su talento comercial le permitió intuir que las mujeres no pagaban sólo por una manteca mezclada con hierbas perfumadas, sino que compraban una parte de sueño.

A la caza del Viento
Claire Goll
Pre-Textos


jueves, 27 de junio de 2013

EL RELOJ RECUPERA EL TIEMPO

Se me figuraba a si mismo que andaba el reloj con la precipitación y diligencia de una máquina que quiere recorrer en minutos los años que ha estado mano sobre mano, es decir , rueda sobre rueda; sentía el tictac de las piezas, y creía ver oscilando el péndulo dando bofetones a un lado y a otro a todos los pájaros disecados, los cuales se empeñaban en volar moviendo con trabajo las escasas plumas de sus alas podridas; y por último, en medio de esta barahúnda, me pareció que el Cristo estiraba los brazos y el cuello, desesperezándose  con expresión de supremo fastidio. 
La Sombra 
Benito Pérez Galdós 


EL RELOJ

En la pared cercana había un reloj parado desde hace cincuenta años; su máquina era el cuartel general de las arañas, y sus enormes pesas de plomo, caídas con estrépito hace veinticinco mil noches, habían roto un taburete, un cántaro, un Niño Jesús y yacían en el suelo inmóviles con la majestad de dos aerolitos.
La Sombra
Benito Pérez Galdós

martes, 25 de junio de 2013

GUILERMO II Y EL FINAL DE LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL

El desmoronamiento de Alemania había empezado antes del armisticio. El ejercito se desmoronaba y la retaguardia, hambrienta, había dejado de creer en las cartillas de racionamiento que daban teóricamente derecho a doscientos gramos de azúcar y medio huevo a la semana. Dispuestos a todas las bajezas con tal de eludir sus responsabilidades, los altivos oficiales prusianos solo pensaban en transmitir el poder a los civiles, aunque fueran pacifistas o socialistas. El Alto Estado Mayor tenía por un mal menor traicionar al emperador, al que sin embargo había jurado fidelidad. Guillermo II no podía imaginarse que era el último en llevar ese nombre. Sobrepasado, desamparado, se aferraba a un mundo ya borrado por el presente. El señor de la guerra reinaba sobre un ejercito de sombras y de cobardes, pero en su trono vacilante no soñaba más que con la caza  del bisonte en las llanuras de Polonia, y llenaba sus horas de descanso dibujando el escudo de armas de la Curlandía que quería incorporar a su Corona.

A la caza del viento
Claire Goll
Tocados Guillermo

lunes, 24 de junio de 2013

VIENEN DE LA INFANCIA

Vienen de la infancia, esas mujeres.
Calladas, discretas, sin prisa
por existir. Espléndidas mujeres ésas,
peinadas con la raya al medio,
las orejas descubierta por el cabello
de sombra clara.
En su corazón el mundo
no era tan pequeño y lo que hacían
no les parecía humillación.
Sabían envejecer con la pausada
luz de los niños
y de los animales de la casa.
Como la rosa.

Eugénio de Andrade

Kati Horna en la ventana de su casa

domingo, 23 de junio de 2013

LUIS II DE BAVIERA

Si tu hablas con Dios, estas rezando; si Dios habla contigo está esquizofrénico. 
(Thomas Szasz)

Además del romanticismo que impregna Baviera, mi infancia estaba inmersa en la leyenda de Luis II. Era muy querido por resistirse a la reunificación de Alemania tratando de preservar la independencia de Baviera. Imponía por su romanticismo, su homosexualidad y su locura. Enamorado de una princesa sus proyectos se desmoronaron porque solo le gustaban los cocheros, granjeros y carreteros del genero zafio. 
En la calle, por todas partes, me encontraba con su efigie en forma de manteca en la charcuterías, de crema de mantequilla en las pastelerías, de pan de molde en las panaderías. Una autentica obsesión principesca poseía a los bávaros. Aquellas gentes, un poco toscas por naturaleza estaban fascinadas con aquel rey que se deslizaba por los lagos tirado por cisnes, repartía fortuna a los músicos y al final prefirió el suicidio antes de verse encerrado en unos barrotes de oro.

A la caza del viento
Claire Goll