lunes, 14 de marzo de 2022

TODO LE PARECE UN CLAVO AL DEL MARTILLO

 "Todo le parece un clavo al que tiene el martillo" (Proverbio ruso). Este domingo en el País estuve leyendo un interesante articulo de Emmanuel Carrère, al que el inicio de la guerra lo cogió en Moscú. Son cuatro paginas muy difíciles de resumir, pero la conclusión es que los rusos van a volver a la ratonera de la que salieron y no lo saben porque están desinformados. La mayoría de la gente solo ve la televisión que está controlada por el poder.

El libro de memorias de Esther Hautzig, La estepa infinita, me sorprendió tan agradablemente que lo leí en un par de días. Cuenta la escrito, tenia doce años, que cuando estaba en el mercado vendiendo un libro de Chejov se le acercaban campesinos, de rudas manos y marcas de congelación, interesados en el libro, bueno, más bien en el papel del libro. Un anciano, mientras restregaba las paginas, le dijo que el papel era demasiado fino. La letra se ve perfectamente y es un libro maravilloso, respondió Esther. No creerás que lo voy a leer. Entonces para que lo quiere. "Para fumar, pero esto no sirve, las paginas son demasiado finas para liar cigarrillos, no juntaría bien el tabaco".

Cuando se lo contó a su madre: Dios mío ya hemos llegado al extremo de fumarnos los libros. Primero fue con papel de embalar, luego con periódicos y ahora con libros. Espero que la guerra termine antes de que la gente se fume bibliotecas enteras. 

Cómo este blog no lo lee ni la familia puedo hacer alguna confidencia de Pablo, cosas de provecho que el guelu le enseño y domina con endiablada facilidad: El ajedrez, las damas, el chinchón, los solitarios, las siete y media, la escoba, el tute, el póker, este no se lo enseñe yo. Todo esto y alguna cosa más lo aprendió antes de los ocho años. Hace tres domingos lo llevé a ver al Sporting contra el Zaragoza, su equipo, y como es muy fino, cuando había alguna jugada o algún murmullo me preguntaba "qué ha pasao". Que el Zaragoza nos metió el agua en casa para gran alegría de Pablo. Por si lo lee él o Carla en un futuro lejano.

El Emérito se disculpa por "acontecimientos privados de mi vida pasada". De penitencia se impone seis meses menos un día en España y el resto en Abu Dabi donde se cotiza más barato.

Este año se adelantó la llegada de el colirrojo real. Lo siento por las mañanas, quedamos a la espera del Cuco que en abril ha de venir. Aunque por estos lugares suele llegar a últimos de marzo. 

Estuvimos viendo en Netflix un documental donde se desmontan las mentiras del Gobierno de José María Aznar. Testimonios conmovedores de victimas y familiares.

Ayer a las nueve de la mañana hacia ocho grados de temperatura, me asomé a ver Cangas de Onís en un día de cielos cristalinos. Solo se sentía el ladrido de un perro a lo lejos y la oca que utiliza Guillermo para espantar, con sus graznidos, a los depredadores. Alguna vez le ventilaron las gallinas, la marta o la garduña porque allí quedaron las gallinas sin sangre. El raposu lleva la gallina. 

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miércoles, 9 de marzo de 2022

LA RISA VIENE LUEGO

El otra día en una reunión del sanedrín uno de los presentes se quejó de que tenía que pagar un 19% de IRPF. Un jubilado pagando ese tanto por ciento quiere decir que tiene la pensión máxima. Hacía poco más de un mes que había tenido un infarto y acudieron un médico y una enfermera en taxi, una ambulancia lo trasladó al hospital de Arriondas, una UVI móvil a Cabueñes donde le esperaba un equipo de médicos que le salvaron la vida. Se pasó unos días entre la UVI y la habitación hasta que le dieron el alta. Con poco más de los siete mil euros que paga al año de IRPF no le hubiera dado ni para la ambulancia.

Morir forma parte del riesgo de vivir. (Stanilaw Jerzy Lec) 

El PP puede montar una empresa de servicios, le sobra mano de obra. Tiene Barnizadores y acuchilladores, en este caso, el orden de factores si altera el producto: Casado. Fontaneros, empapeladores, espías, enterradores, cajeros, comisionistas, electricista con enchufe y palmeros. También tiene aceituneros lanzadores de huesos. 

Este viernes asistimos en Avilés a la adaptación al teatro de la película de Ernest Lubitsch, Ser o no ser. Juan Echanove y su compañía nos hicieron pasar un rato, bueno un rato largo, casi dos horas, muy entretenido. Cuando hay una adaptación de un libro al cine casi siempre oímos "me gustó más el libro". Yo que vi la película de Lubitsch dos veces puedo decir que me gustó más la película, pero en este caso es normal.

Hay una foto que corre por las redes sin red en la que se ve a la exministra de Exteriores austriaca, Karin Kneissl doblando la bisagra de una futura puerta giratoria ante Putin el día de su boda. Actualmente la exministra colabora en RT (Rusia Today) y en Rosneft. Mientras esto ocurre Mateo Salvini acude a rezar a la embajada Ucraniana y nuestro Cid Campeador cabalga por la red borrando Twists.

Yo siempre creí que el primer hueso que se formaba cuando estábamos en el vientre de nuestra madre era el hueso de la risa, pero no, es el esfenoide que está en el cráneo, donde los pómulos. La risa viene luego.

Leo en uno de los relatos de Los Domingos, libro de Guillem Martínez, que el palacio de Versalles era un lugar inhóspito. Carecía de pasillos, ese invento del siglo XIX, de manera que para acceder a una habitación , debías de recorrer todas las del ala y penetrar, una tras otra, en la intimidad de sus ocupantes. En invierno era frio. Las chimeneas no tiraban mucho, por lo que todo estaba impregnado de humo.

Yo conocí casas, que no eran precisamente palacios, en las que ibas de la cocina a la la sala de estar pasando por las habitaciones. Me acuerdo de la de mi tía Luisa y también la de una familia que yo siempre pensé que eran judíos, el hijo se llamaba David y la madre Úrsulo. El hijo tenía una nariz ganchuda y quizá para disipar sospechas se apuntaba a la OJE, los cachorros de la falange, allá se ibas con su pantalón corto y su boina de medio lado a los campamentos.

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jueves, 10 de febrero de 2022

MI ÚLTIMO SUSPIRO

 Lleva todo el mes de enero y parte de febrero sin que caiga una gota de agua. Nada comparado a lo que contaba Luis Buñuel en Mi último suspiro. 

La tierra del Bajo Aragón es fértil, pero polvorienta y terriblemente seca. Podían pasar un año y hasta dos sin que se vieran nubes en el cielo. Cuando por casualidad un cúmulo aventurero asomaba tras los picos de las montañas unos vecinos venían a nuestra casa sobre cuyo tejado se levantaba un pequeño observatorio desde donde contemplaban durante horas el lento avance de la nube y decían sacudiendo tristemente la cabeza: Viento del Sur. Pasará lejos. 

En Calanda la edad media se prolongó hasta la Primera Guerra Mundial.  Un año de angustiosa sequia el vecindario de Castelceras, con los curas a la cabeza, organizaron una rogativa para pedir la gracia de un chaparrón. Aquel día negras nubes se cernían sobre el pueblo. Antes de que terminara la procesión se habían disipado las nubes. Entonces unos brutos cogieron la imagen de la Virgen y al pasar por un puente la tiraron al río Guadalope.

La vida se desarrollaba a toque de campana.  Las campanas anunciaban los oficios religiosos (misas, vísperas, ángelus) y los toques a incendio, rebato, muerte, agonía. Cuando un vecino de pueblo se encontraba en trance de muerte una campana doblaba lentamente por él. Una campana de bronce con toques más ligeros para la agonía de un niño. En los campos, caminos y calles la gente se paraba y preguntaba: ¿Quién se estará muriendo? Los días de fiesta grande y domingos repiques gloriosos.

Luis Buñuel estuvo cinco meses durante la ley seca en Estados Unidos, tenía un amigo al que le faltaban tres dedos que le enseñó a diferenciar la ginebra verdadera de la falsa, bastaba agitarla de un modo especial. La verdadera hacía burbujas. También se encontraba whisky en las farmacias, con receta, y en determinados restaurantes se servía en tazas de café.

La Ley Seca fue una de las ideas más absurdas del siglo. Bien es verdad que, en aquella época, los norteamericanos se emborrachaban como cubas. Después, creo yo, aprendieron a beber.

Durante la Guerra Civil los coches que circulaban por Madrid llevaban uno o dos colchones en el techo contra los francotiradores. Sacar la mano por la ventanilla podía tener graves consecuencia porque se podía creer que estabas haciendo el saludo fascista. 

MI ÚLTIMO SUSPIRO (Luis Buñuel)



 

lunes, 31 de enero de 2022

HOMBRE BOYA

Después de salir indemne de todas las olas de la pandemia me siento como un hombre boya; había un salvamento en la playa de Gijón al que llamábamos Marino el Boya.

Cuando un médico no sabia lo que te pasaba decía que era un virus. Era la excusa perfecta. Ahora con la pandemia los virus ya tienen nombre y apellidos, Novak Djokovic.  

Los rusos toman el té con un terrón de azúcar en la boca. A Medvédev, Rafa Nadal le amargó la infusión a juego lento. Si se pudieran desplegar los pulmones de una persona ocuparían la mitad de una cancha de tenis. Los de Rafael Nadal ocuparían la pista entera. 

La letra con sangre entra.

Cuando el hijo de Sadam Husein, Udai, salió ileso de un atentado su padre prometió componer un Corán con su propia sangre. Durante dos años una enfermera extraía la sangre de Sadam y se la llevaba al calígrafo más famoso de  Irak. Una vez confeccionado lo depositó en la mezquita Umm al-Ma-arik (madre de todas las batallas) donde los minaretes forman la figura de cañones kalashnikov.  Con la llegada de los americanos el Corán desapareció.

Emmanuel Carrére cuenta en Yoga que todos sus los libros los tecleó con un solo dedo, el índice de la mano derecha. Me acuerdo cuando mis padres me mandaron a la academia de Edmundo Pérez en la calle Uría de Gijón a aprender mecanografía. Con método delante aprendíamos a escribir a base de rutina. El manual estuvo rodando por casa y ahora lo echo de menos, no porque se me olvidara escribir, que es como aprender a andar en bicicleta, nunca se olvida, sino por nostalgia. Desde entonces uso todos los dedos de la mano para escribir. Edmundo fue directivo del Sporting.

A Hitler le gustaba jugar a clavar la mirada en la gente hasta obligarla a bajar los ojos. Siempre ganaba el duelo. Nadie osaba resistirle, pero tampoco había que ceder demasiado pronto para no abreviar la diversión. Esto lo cuenta en sus memorias el arquitecto del Tercer Reich Alber Speer.

Seguimos flotando.

APUNTES.

De padre desconocido

miércoles, 12 de enero de 2022

LENIN VOTA A VOX

Hoy encontré a J. y me dijo que su padre mañana cumplirá 102 años y tres meses. Celebra el cumpleaños cada mes. Me cuenta que no está vacunado. "Ya pasé una guerra". Durante el confinamiento se empeñaba en salir y J. iba detrás de él hasta que un día los paró la policia. No valieron las explicaciones de J. que tuvo que pagar150 euros de multa. El padre se escaqueó, además no tiene ya ni DNI. 

Conozco a un ecuatoriano que se llama Lenin y que vota a VOX. Esto si es revolucionario y no las cañas y los pichos de Isabel Ayuso. 

CH. aprovechaba las noches de Luna nueva y las mareas para ir a coger angula en la desembocadura del río Piles, la metia en una bañera de agua dulce esperando la Navidad. La angula de dorso oscuro es más apreciada y eso se consigue con más tiempo en agua dulce. Ch. las mataba con tabaco, triste final el de la angula, que después de recorres 5.000 Kilometros desde el mar de los Sargazos terminaba muriendo en la bañera de Ch. El final de Ch. fue en una noche oscura en el sitio que más le gustaba estar, pescando en un pedreru. Era el que más habilidad tenía para andar por las rocas pero esa noche resbaló y se desnucó.

Ausencia le contó un día a mi madre que el comandante Navas se durmió a las once y media, cuando estaba instruyendo y tenía sobra la mesa una botella mediada de coñac. El preso permanció esposado de pie y el comandante roncaba. El oficial auxiliar le tocó la espalda, "Mi comandante". Navas sacudió la cabeza, sonrió y, no muy despierto resolvió: "Pena de muerte". A Ausencia se lo contó su marido Quirino, guardía civil destinado provisonalmente a la intendencia de San Marco. LA POBREZA (Antonio Gamoneda).

Ayer la chimenea de I. echaba abundante humo, habrá que estar pendiente de los partes meteorologicos a ver que se guisaba en en la cocina de I.

Cuando a Lord Derby el médico le prohibió para su gota, todos los vinos salvo la manzanilla, al probarla dijo que prefería seguir con la gota. COMIMOS Y BEBIMOS (Ignació Peyró)

Este año lo comencé haciendo leña del árbol caido.

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