miércoles, 19 de junio de 2013

AMANECER

...la noche ha muerto
y el canto de los pájaros
es el rumor
del libro de la vida
al abrir una pagina.

Jaime García-Máiquez




TUVE MI PRIMER ORGASMO A LOS SETENTA Y SEIS AÑOS

Lorenzo Silva con su pareja de Guardias Civiles Bevilacqua y Chamorro conquistaron El Planeta literario sin quitarse el tricornio, "La marca del Meridiano". El Fúnebre Aznar sin mover ni un pelo del bigote también quiso conquistar el Planeta Tierra y nombró al Siniestro Mariano Rajoy para quitarnos puntos de nuestro carnet de ciudadanos.
Estaba tan entretenido con las novelas de Lorenzo Silva, ideales para las vacaciones, cuando me encuentro con estas declaraciones del ministro de Educación en el Senado: ..El ministro le ha replicado con el siguiente argumento: "no me digan que a los ricos se les pide una cosa y a los pobres se les pide otra. No, ésta es una cuestión de que a eso que ustedes llaman, con esa terminología tan anticuada los pobres, para aprobar se les exige exactamente lo mismo que a todos pero para recibir un dinero, a veces de una cuantía importante, para estudiar, se les exige llanamente eso, que estudien.
Así que rápidamente cambio las novelas ligeras de Lorenzo Silva por las más profundas de Claire Goll "A la Caza del viento" y me encuentro esto en la primera pagina. He amado a algunos hombres y bastantes más me han amado, pero hasta los setenta y seis años no tuve mi primer orgasmo... 
No tengo duda, me cambió a Goll, uno tiene cierta edad y poco tiempo para escuchar a un idiota como el ministro Wert, así que me voy a dedicar a trabajar. El Orgasmo para quién lo trabaja. 

jueves, 13 de junio de 2013

OTRO CANTAR

Mi mundo no es de este mundo.
Lo supe desde la infancia,
aunque no ha sido hasta hoy mismo
en que lo pienso en palabras
cuando lo entiendo, y lo asumo
como esas cosas que pasan.

El agua tiene sus mundos:
el de la nieve encantada,
el peregrino del río,
el de la ola en volandas,
el ermitaño de un pozo,
el de las lluvias de plata,

y otros muchos, y de todos
el que prefiere esta alma
es ese frágil y alado
de las nubes. Son metáforas
de una existencia tranquila,
inútil, nómada y trágica.

Fijaos en una nube
de las redondas y blancas
con sus volutas pletóricas
y con sus formas extrañas...
y, cuando pase, esforzaos
en intentar recordarla.

Es imposible, y qué hermosa
refulgía en la mirada.
Y ahora, ¿qué parecerá?,
¿dónde estará?, ¿en que montaña
o en qué ciudad , mar o charco
caerán sus gotas románticas?

Que la vida son dos días
es una máxima clásica
que una mínima experiencia
especifica y aclara:
un domingo por la tarde
y un lunes por la mañana.

Casi nada vale mucho
y al final todo se pasa;
nuestro dolor, nuestra dicha,
nuestras valientes batallas
en el fondo, ¿a qué engañarnos?,
no tiene mucha importancia.

Una canción, por si sola,
puede valer...lo que valga
-no sé de cálculos fríos
ni de medidas exactas-
pero nunca valdrá tanto
como el hecho de cantarla

Jaime García- Máiquez
Otro Cantar
Premio "Arcipreste de Hita" 2006
Editorial Pre- Textos

martes, 11 de junio de 2013

EL GORDO DE LA ONCE

Creí que en el asiento de al lado viajaba un Sabio. Cuando pasaron cinco minutos y no paraba de hablar, me fijé que era un vendedor de la Once. Lo único claro, hasta ese momento, era que el cupón no lo vendía por ser mudo. Iban diez minutos y un tema diferente cada minuto. Después de abrochar cinturones, apagar aparatos electrónicos y poner el asiento en posición vertical despega el Boeing 530 de Air Berlin. El que no era ni ciego, ni sordo, ni mudo; siguió hablando. En la estratosfera siguió hablando. Será sabio, lo sabe todo. A lo mejor sabe el numero de la ONCE. El vendedor era gordo. No es que yo tenga prejuicios, pero si me toca el cupón por lo menos que sea el Gordo. Cuando le pedí "el cupón", guiñándole el ojo, resultó que el Gordo de la Once iba de vacaciones. Vendedor de la Once palizas, en vacaciones y sin cupón; seguro que es uno de los sabios contratados por Marino Rajoy. Menos mal que no íbamos para el Caribe, aunque nos hubiera tocado Curro. A la hora y cuarto, cuando nos disponíamos a aterrizar, el que lo sabía todo, menos el cupón del día, seguía hablando, si nos llegamos a estrellar la última palabra la diría, ¡el vendedor de ilusiones! El avión se estacionó y se produjo una estampida general, nadie quiso cargar con la suerte. 
Historia real, aunque no lo parezca. En los aviones de Air Berlín todavía dan zumo y aperitivo, también real aunque no lo parezca.

MISERIA Y COMPAÑIA

Miseria y compañía es la última entrega de los diarios de Andrés Trapiello. En las primeras se tomaba la vida más en serio. En un diario se apuntan cosas que le suceden a uno. Gracias a la ironía y al humor negro estos diarios son mejores cada día, ahora en lugar de ¡por los clavos de Cristo! ya puede decir el autor: ¡Por mis clavos! La vida hay que tomarla cuando sucede. Lo fía uno luego a la memoria, y todo se evapora. Como escritor no puede mejorar mucho, pues ya era bueno. Su prosa no necesita un abrelatas para leerse. Me gustó esta expresión que utiliza Andrés Trapiello para describir la prosa de otro escritor, que sí lo necesita.
Los diarios son del año 2004 época de los sucesos de Atocha y de la publicación de "Al morir Don Quijote" sobre el que tiene dudas, si me hubiera preguntado a mi no tendría ninguna, es muy bueno. En esa época empieza a publicar en La Vanguardia las palabras que más le gustan de su viejo diccionario, haciendo una interpretación muy personal de las mismas. Luego las reúne en El Arca de las Palabras. Vale la pena leerlo, lo digo yo que soy el chamarilero de las letras, se cuando algo vale, aunque no sepa por qué. Bueno, lo dejo, parezco un Harold Bloom de andar por casa y esto no le va servir para nada al autor y ye una pena. Como muestra un botón. El final de los diarios; qué lo mismo podría ser el principio.
...Y uno trata en desigual combate de traer un poco de sosiego a su alma. Eso es esto. Y lo encuentra a medias, pero mientras escribe le parece que sí, y todo ira mejor. Año tras año mejorándonos, al menos en estos libros. Acabándose el tiempo donde empieza, y empezando donde acaba, como una alegría que no tiene ni principio ni fin. Invencible.

lunes, 3 de junio de 2013

EL YATE FORTUNA

El yate costó 18 millones de euros, una Fortuna. Los donantes no sacaron el dinero de la manga, ni de la eslora. Jaume Matas lo mangó directamente. Los ciudadanos de baleares costearon parte del yate con 2.7 millones de euros, pero eso fue Manga del Mar Menor comparado con lo que en 1865 la bisabuela del Rey hizo, devolver lo que no era suyo y de paso, hacer negocio.
El ministro de hacienda Manuel García Barzanallana con objeto de nivelar el presupuesto, que presentaba un déficit enorme, y al mismo tiempo servir los intereses de los Reyes que siempre estaban sedientos de dinero, ideó, con gran entusiasmo de la Soberana Isabel II, el desdichado truco de disfrazar con un rasgo de regia generosidad lo que era en realidad un negocio esplendido para Isabel. Consistía la fórmula en vender casi todo el Real Patrimonio, exceptuando las joyas artísticas y los reales palacios, entregar al tesoro las tres cuartas partes del importe de la venta y quedarse la Reina con la cuarta parte. El Cuarto Poder (Antonio Espina)

El artículo de Emilio Castelar titulado "El rasgo" bien puede considerarse el destronamiento de Isabel II.




DESPUÉS DE LA TORMENTA

Tanto tiempo estuvo la insolación intentando seducir a la
   Tormenta,
que le  engendró un hijo
que tenía el pulso del corazón en el rayo,
la garganta en el trueno y el chubasco en la voz...

Después todo calló solo las penumbras bailan en silencio
y solo ese silencio huele violentamente
como el cálamo aromático que, el día del Corpus
lanzamos bajo los pies del sándolo.

Vladimír Holan


domingo, 2 de junio de 2013

FLOR DE UN DÍA

"Qué la vida, pues, cual flor de un día, se agoste."
Edgar Allan Poe

Hay una flor, Trigidia Pavoni, llamada vulgarmente flor del día que se abre con la luz de la mañana pero se marchita por la tarde, por la noche sus hojas aparecen totalmente secas y muertas. Pero por la mañana vuelve a revive en todo su esplendor.

"En Egipto la luna tiene el efecto de producir la ceguera a quienes duermen con la cara expuesta a sus rayos"
Don Diego es el rey de la noche. En el verano se viste de gala y con su perfume invade la oscuridad. En la noche es cuando luce con todo su esplendor. Igual que Kiko Rivera pero con pétalos. Los Dondiegos del mundo ahora se van para la cama. En Llueves (Cangas de Onís) son una especie invasora, pero como invasores los prefiero a los cardos. 
Este año, todavía no escuché al cuquiellu (es muy cuco el Cuco), llueve y hace frío. En cambió la pareja de Corrilojos es fiel a su cita anual y buscan casa, les gustan los adosados. Están muy guapos dos árboles que no son de la zona: un limonero y un Ciparal. Ayer Mary podó el limonero, se puede podar en cualquier época, ahora ya solo me falta la ginebra y la tónica. Tengo solicitada la subvención a la empresa que sirve los Gin Tonic en el Congreso de los Diputados. Por lo menos yo pongo los limones.

"El Girasol no se oculta del sol, le hace frente".
El Chyseanthemum  Peruvianum, esto no hay corrector que lo aguante, vulgar Girasol, el de las pipas, se vuelve siempre hacía el sol, se cubre como Perú, el País del que procede, de nubes de rocío que refrescan y reaniman sus flores durante los más violentos calores del día.


viernes, 31 de mayo de 2013

PARA ALBERTO RUIZ GALLARDÓN

Por el camino me explicó lo que podía hacer una joven si se quedaba embarazada fuera del matrimonio y su amante se negaba a casarse con ella. Yo sabía que los padres de estas muchachas, movidos por la vergüenza a menudo las echaban de casa, y que ellas morían poco después de hambre, frió y enfermedades, incluso antes de dar a luz. Sabía que las que llegaban vivas al parto dejaban a sus hijos en los orfanatos, que luego tenían que trabajar muy duro y que la vida se les extinguía pronto. Sabía también que algunas no eran capaces de sobrellevar la vergüenza, y para preservar el honor de su familia se suicidaban sin confesar a nadie su embarazo. Había oído decir que algunas visitaban a personas supuestamente sabías que le recetaban brebajes agrios para que se deshicieran del feto, pero a menudo ellas mismas morían envenenadas. Entonces Sigmund dijo que la gente adinerada, gracias a sus influencias y al dinero, podían burlar la ley que prohibía el aborto. En el hospital General de Viena había cirujanos que dedicaban parte de su tiempo a esta actividad vedada por la ley, pero consentida por algunos: allí abortaban las hijas y las amantes de los ricos. Ya habíamos llegado a dicha unidad secreta cuando mi hermano me reveló que él mismo había aprendido a practicar abortos, y se explayó en detalles.

LA HERMANA DE FREUD
GOCE SMILEVSKI

jueves, 30 de mayo de 2013

LA MELANCOLÍA (GRABADO DE DURERO)

Con el mismo brillo que el blanco de sus ojos, relucía al fondo el mar y el cielo, en las alas abiertas de un murciélago, estaba escrito el titulo del grabado. Había un cometa de resplandor maravilloso que pronto iba a desaparecer del cielo de la Melancolía.  En la lejanía, a orillas de la gran superficie del agua, se vislumbraba una ciudad. Allí estaba el resto del mundo, allí estaban los demás , pero la Melancolía quedaba a este lado, aislada,sola. Se servia de dos cosas para combatir su aflicción: detrás de ella colgaba un amuleto de forma cuadrada con dieciséis números, que debían de atraer los poderes curativos de Júpiter para superar las influencias dañinas de Saturno, que suelen fomentar la angustia. Junto al amuleto había un reloj de arena, una campanilla y una balanza. La mitad de la arena del reloj había bajado, los platillos de la balanza estaban equilibrados, la campanilla se encontraba inmóvil, como si de un momento a otro pudiera dar la última hora. O tal vez el tiempo se había parado y la arena del reloj había dejado de correr. El equilibrio de la balanza de los platillos indicaba que daba lo mismo, que nada tenía sentido y que la campanilla no tenía por qué sonar.
La Melancolía estaba sentada junto a un edificio inconcluso, rodeado de sus instrumentos, mirando al vació como si estuviera a punto de dejarlo todo, como si algo le hiciera pensar en que jamás llegaría a acabar la construcción. Había una escalera apoyada en el muro, al pie de la escalera se encontraba un bloque de piedra: ¿acaso la Melancolía tenía que subirlo por esa escalera? Pero el bloque de piedra estaba todavía sin labrar. Alrededor de la Melancolía había una serie de útiles de cantería y carpintería, pero todo aparecía abandonado, ella sabía que jamas acabaría su obra, que todo era en vano, que en este mundo absolutamente todo carecía de sentido, que estaba dominado por la sin razón. Aquella construcción emprendida por la Melancolía  era, en realidad, su vida, la vida que indistintamente de cómo se viviera o de cómo se organizara quedaría inconclusa, vivida en balde. ¿La balanza estaba allí porque se tenia que pesar los materiales de la construcción o porque simbolizaban la necesidad de medirlo todo, de sopesarlo todo constantemente, o representaba la eterna vacilación? Vivir o no vivir: ése era el problema que planteaba el grabado, con aquel rostro hundido en la sombra y el blanco chispeante de sus ojos. La Melancolía del grabado de Durero tenía alas, pero a nadie se le ocurriría que pudiera volar, no le servían siquiera de ornamento. A lo mejor las tenía para que su andar fuera más penoso, para que le pesara como una carga enorme, para recordarle que pudo haber volado, pero que ya era demasiado tarde.


LA HERMANA DE FREUD
GOCE SMILEVSKI