Tanto tiempo estuvo la insolación intentando seducir a la
Tormenta,
que le engendró un hijo
que tenía el pulso del corazón en el rayo,
la garganta en el trueno y el chubasco en la voz...
Después todo calló solo las penumbras bailan en silencio
y solo ese silencio huele violentamente
como el cálamo aromático que, el día del Corpus
lanzamos bajo los pies del sándolo.
Vladimír Holan
Tormenta,
que le engendró un hijo
que tenía el pulso del corazón en el rayo,
la garganta en el trueno y el chubasco en la voz...
Después todo calló solo las penumbras bailan en silencio
y solo ese silencio huele violentamente
como el cálamo aromático que, el día del Corpus
lanzamos bajo los pies del sándolo.
Vladimír Holan
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