El yate costó 18 millones de euros, una Fortuna. Los donantes no sacaron el dinero de la manga, ni de la eslora. Jaume Matas lo mangó directamente. Los ciudadanos de baleares costearon parte del yate con 2.7 millones de euros, pero eso fue Manga del Mar Menor comparado con lo que en 1865 la bisabuela del Rey hizo, devolver lo que no era suyo y de paso, hacer negocio.
El ministro de hacienda Manuel García Barzanallana con objeto de nivelar el presupuesto, que presentaba un déficit enorme, y al mismo tiempo servir los intereses de los Reyes que siempre estaban sedientos de dinero, ideó, con gran entusiasmo de la Soberana Isabel II, el desdichado truco de disfrazar con un rasgo de regia generosidad lo que era en realidad un negocio esplendido para Isabel. Consistía la fórmula en vender casi todo el Real Patrimonio, exceptuando las joyas artísticas y los reales palacios, entregar al tesoro las tres cuartas partes del importe de la venta y quedarse la Reina con la cuarta parte. El Cuarto Poder (Antonio Espina)
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