Miseria y compañía es la última entrega de los diarios de Andrés Trapiello. En las primeras se tomaba la vida más en serio. En un diario se apuntan cosas que le suceden a uno. Gracias a la ironía y al humor negro estos diarios son mejores cada día, ahora en lugar de ¡por los clavos de Cristo! ya puede decir el autor: ¡Por mis clavos! La vida hay que tomarla cuando sucede. Lo fía uno luego a la memoria, y todo se evapora. Como escritor no puede mejorar mucho, pues ya era bueno. Su prosa no necesita un abrelatas para leerse. Me gustó esta expresión que utiliza Andrés Trapiello para describir la prosa de otro escritor, que sí lo necesita.
Los diarios son del año 2004 época de los sucesos de Atocha y de la publicación de "Al morir Don Quijote" sobre el que tiene dudas, si me hubiera preguntado a mi no tendría ninguna, es muy bueno. En esa época empieza a publicar en La Vanguardia las palabras que más le gustan de su viejo diccionario, haciendo una interpretación muy personal de las mismas. Luego las reúne en El Arca de las Palabras. Vale la pena leerlo, lo digo yo que soy el chamarilero de las letras, se cuando algo vale, aunque no sepa por qué. Bueno, lo dejo, parezco un Harold Bloom de andar por casa y esto no le va servir para nada al autor y ye una pena. Como muestra un botón. El final de los diarios; qué lo mismo podría ser el principio.
...Y uno trata en desigual combate de traer un poco de sosiego a su alma. Eso es esto. Y lo encuentra a medias, pero mientras escribe le parece que sí, y todo ira mejor. Año tras año mejorándonos, al menos en estos libros. Acabándose el tiempo donde empieza, y empezando donde acaba, como una alegría que no tiene ni principio ni fin. Invencible.
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