martes, 22 de mayo de 2012

BOSQUE DE MUNIELLOS


MUNIELLOS es la masa forestal más extensa de Asturias, el mayor robledal de España con más de 5.000 hectareas y uno de los bosque atlánticos mejor conservados de Europa. En el año 2000 fue declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO. Actualmente es el espacio natural más protegido de todo el Principado. Para verlo hay que contar con un permiso especial y solo se permite la visita de veinte personas diarias. El lunes 21 fuimos a visitarlo. Primavera y otoño son las mejores épocas. Hay dos recorridos uno largo de diez kilómetros y otro más corto de 6.5. Los dos tienen inicio en la casa del guarda y final en la laguna. Hay que tener en cuenta que, con el regreso son 20 o 13Km en total de recorrido. Aconsejable en mi opinión el corto, donde la vegetación es más exuberante y se pueden hacer buenas fotografías. El largo es duro. El final del recorrido transcurre a orillas de los ríos Muniellos y  Narcea. 
El invierno es la mejor época para la observación de la fauna. Nosotros solo vimos una ardilla negra y carboneros, pinzones, ceriquinas, también sentimos el tamborilear de los pájaros carpinteros. Se supone que hay Urogallos, pero solo vimos a dos gallos, sin Uro, pero con gallines, los de las fotos. Babosas, muchas babosas negras. La guarda del parque nos contó que algunas personas ven osos, nosotros no vimos ni al oso Yogui. 
Bueno para ser sincero yo sí vi pájaros de colores pero para ello me tuve que tirar de cabeza. La próxima vez voy con casco. No confundir con Cascos (Alvárez). 
Siempre "es más tarde de lo que tú crees" dijo el oriente.

Entrar ahora en el poniente,
ser absorbido en luz
con vocación de sombra.
Valente
Si cortamos el tronco del cerezo
no hallaremos las flores en él:
la primavera sola tiene
la semilla del florecer.

Koan del árbol

lunes, 21 de mayo de 2012

SALA DE PASOS PERDIDOS

En todas las estaciones ferroviarias hay una sala de espera, llamada de "pasos perdidos", en atención a que los que allí se dan no conducen a ninguna parte. Y yo, ahora, recordando los muchos que di buscando algo inefable que no llegó nunca, pienso que acerté al hacer de mi vida "un pasatiempo y una canción"; porque, como nada conduce a nada, la vida...¡toda la vida!...no pasa de ser una sala, una inmensa sala, de pasos perdidos" 

Una tarde acudí a casa del doctor Augusto Gandolfi Herrero.
-En este momento -exclamó- me disponía a escribir mi testamento.¿Usted no ha hecho el suyo?... Hágalo. Siga mi consejo. Testar es sobrevivirse.
-Lo que ahora me urge-respondí- es acabar de escribir mis Memorias . Porque sucede que he llegado al último capitulo, donde me doy por muerto, y no sé qué hacer de mi cadáver.
Su respuesta fue inmediata.
-Quemarlo. Será lo que yo haga con el mío.
Improvisó una calurosa apología de la cremación. Nada más pulcro ni mas espiritual. El fuego purifica y la tierra corrompe. Las cenizas no huelen y la tierra sí. La pira es más elegante que la fosa. Y nosotros, los autores de la belleza, los adoradores de la forma, estamos obligados a ser, en la muerte, lo que fuimos en la vida: llama y luz

Un hombre que se va...
Eduardo Zamacois

domingo, 20 de mayo de 2012

RUBÉN DARÍO

Rubén Darío vivió en la calle del Marqués de Santa Ana, en Madrid. A Rubén le conocía todo el barrio, más que por sus libros por su tez bronceada de indio y su andar lento de hombre gordo y poltrón. El gran poeta abusaba del alcohol y no solía reintegrarse a su domicilio antes del amanecer. Compartía su hogar una mujer joven, de aspecto sencillo, ni fea ni bonita y metida en carnes, llamada Francisca Sánchez. Al par que de compañera actuaba de criada y la resignación con que soportaba su vivir oscuro, lleno de negaciones, habíale granjeado la simpatía del vecindario. La poco afortunada nunca se acostaba antes de que regresara su dueño, y cuando oía sus pasos vacilantes acudía a recibirle sin darle tiempo a llamar. Rubén llegaba casi siempre de mal humor, tenia "el vino triste",cuando no agresivo, y a veces la golpeaba. Un día supimos que Rubén se había marchado a París y de su compañera nadie  volvió a saber.

Años después apareció en Villarejo del Valle, una aldea de las montañas de Ávila. Casada con un admirador de Rubén Darío, José Villacastín. Ella lo recordaba sin entusiasmo, sin cariño, y llegué a persuadirme de que la humildad con que en todo momento aceptó sus desafueros, obra fue de su nativa inclinación a obedecer, y no del amor al hombre, y menos de su veneración al artista.

Francisca Sánchez: si tú, a Rubén, le ofrendaste los días mejores de tu juventud, él con estos versos, ha ceñido a tus sienes las rosas de la inmortalidad.
Eduardo Zamacois

Ajena al dolor y al sentir artero,
llena de la ilusión que da la fe,
lazarillo de Dios en mi sendero,
Francisca Sánchez, acompáñame...

En mi pesar de duelo y de martirio
casi inconsciente me pusiste miel,
multiplicaste pétalos de lirio
y refrescaste la hoja de laurel.

Ser cuidadosa del dolor supiste
y elevarte al amor sin comprender;
enciendes la luz en las horas del triste,
pones pasión donde no puede haber.

Seguramente Dios te ha conducido
para regar el árbol de mi fe,
hacia la fuente de noche y de olvido,
Francisca Sánchez acompáñame...

Rubén Darío





sábado, 19 de mayo de 2012

DOS VERDUGOS Y UNA HERMANDAD


En la primavera de 1924 el tren expreso procedente de Madrid llega a Córdoba con dos empleados de correos asesinados. Los autores del crimen robaron algo más de un millón de pesetas de la época, entre dinero y valores.  De los cinco asaltantes sobrevivieron cuatro, tres son condenados a la máxima pena y el cuarto es indultado.
Los tres condenados fueron: Honorio Sánchez Molina propietario de una tienda de compraventa en la calle Hortaleza esquina a la de Clavel. Juan  de Dios Piqueras tratante de reses y tahúr. José Sánchez Navarrete, hijo de un coronel de la Guardía Civil.

¿Qué es más inmoral matar por la paga o pagar por la gana ...?
El 24 de Mayo  de 1924 al amanecer tuvo lugar  la ejecución. La Capilla de la Cárcel Modelo era un espacio cuadrangular, en cada esquinas había una celda, en tres estaban los condenados y en la cuarta había una larga mesa provista con abundancia de fiambres, dulces, pasteles y vinos. Esta mesa la habían dispuesto los "Hermanos de la Paz y Caridad" una asociación varias veces centenaria, creada para acompañar al reo en el último trance. La gente que conocía este privilegio, pagaba las mil pesetas que costaba ingresar en la hermandad para poder ver de cerca como se agarrotaba a un condenado.

Los verdugos eran dos, uno de Madrid y otro de Burgos, este último fue reclamado por la Dirección de Penales en previsión de que su compañero enfermara. Las ejecuciones las cobraban aparte de su sueldo a diez duros cada una. El de Madrid había ejecutado hasta entonces a tres y el de Burgos cincuenta y ocho, todo un experto.
Se abre una puerta  dando paso a cinco personas que, teniendo por los brazos a Honorio, lo ayudan a caminar, el verdugo de Madrid le tapa la cara, le coloca la media luna sobre la garganta y hace girar la palanca. El cuello se resistía a la presión. El verdugo y el médico, que tenía que certificar su muerte, están asustados y entonces, el otro verdugo, fumando sonriente y burlón, a la vez que satisfecho de la torpeza de su compañero le decía.
-Tienes que darle la vuelta entera
-No puedo
-Quítate estorbo, esto se hace así. Dejó el cigarro en el suelo y cogiendo la palanca con ambas manos concluyo con la vida del reo.
Piqueras al sentir en el cuello el frió de "la corbata" exclamó mirando a todos los presentes:
-Señores...buenos días.
A Sánchez Navarrete le llevaron al patíbulo en brazos. Murió inconsciente, según se decía porque  su defensor, el capitán Matilla, le había aplicado una inyección de morfina.
A las seis de la mañana en la fachada de la cárcel  ondeó la bandera negra para anunciar que el fallo de la ley se había cumplido.

viernes, 18 de mayo de 2012

DOS MODOS DE CONCIENCIA

HAY dos modos de conciencia:
una es luz, y otra, paciencia.
Una estriba en alumbrar
un poquito el hondo mar;
otra, en hacer penitencia
con caña o red y esperar
el pez, como pescador.
Dime tú: ¿ Cuál es mejor?
¿Conciencia de visionario
que mira en el hondo acuario
peces vivos,
fugitivos,
que se pueden pescar,
o esa maldita faena
de ir arrojando a la arena
muertos, los peces del mar?

Antonio Machado


jueves, 17 de mayo de 2012

VIVIR DE LOS MUERTOS

El rotativo ABC insertaba diariamente, en dos páginas que podrían titularse "las carteleras de la muerte", las esquelas mortuorias de mayor tamaño, que lógicamente eran las más costosas. Pues bien; un conocido mío, sin oficio ni ganas de emplearse en nada, tuvo la peregrina ocurrencia de ir coleccionando, día a día, a partir de un primero de enero al 31 de diciembre del mismo año, todas las esquelas publicadas en el periódico. Hecho esto, no bien amaneció el año nuevo, se dedicó con la debida antelación, y también día tras día, a dar el pésame a los parientes de los fallecidos en aquella fecha.
Para esto le ayudaba su figura, su voz apagada, la tristeza húmeda de sus ojos, de los que siempre parecía estar desprendiéndose una lágrima(...)  Tenía algo de gusano; olía a cadaverina, a tierra.
Con esta traza y vestido de luto, se presentaba a la familia del difunto, de quién decía haber sido devoto admirador, y recordándola conseguía emocionarse tanto que sus oyentes- padres, hermanos, viudas, sobrinos, hijos del difunto- llegaban a creerse obligados a consolarle "por la irreparable perdida". Ya repuesto, les exponía la conveniencia de publicar una esquela que recordase a los deudos y amigos del finado, que iba a cumplirse "el primer aniversario de su muerte". Casi siempre la familia aprobaba la idea, él se ofrecía a redactar la esquela, y una vez que lo conseguí, y le daban, por escrito, la necesaria autorización, se plantaba en la administración de ABC, donde le abonaban el diez por ciento del anuncio.
Que yo sepa, nunca, durante muchos años, hizo otra cosa que vivir de los muertos; y como no había jornada que no fuese aniversario de una o más defunciones, siempre vivió bien. 
Un hombre que se va...
Eduardo Zamacois

P.D.A estos personajes Eduardo Zamacois los llamaba "hombres Boya-maestros en el arte de vivir sin profesión, sin rumbo, como flotando..." Esto que cuenta en sus memorias ocurría a principios del siglo pasado.


miércoles, 16 de mayo de 2012

UN HOMBRE QUE SE VA...

UN HOMBRE QUE SE VA...
EDUARDO ZAMACOIS
BIBLIOTECA DEL EXILIO
SERIE MEMORIAS DEL EXILIO

"El recuerdo, por ser triste, es poesía".
"En su corazón el Ruiseñor del recuerdo había roto a cantar" 
Eduardo Zamacois

"Un hombre que se va..." son las memorias de Eduardo Zamacois, novelista español hasta ahora desconocido para mi.
Se relacionó con escritores, pintores y con toda la bohemia de finales del XIX y principios del XX.  Pérez Galdos, Azorín, Baroja, Sorolla, Rubén Dario, Ramón y Cajal. Fue un gran seductor, "Alto,recio, de proporciones gallardas. Sus cabellos ondulados, que peina a la antigua usanza sevillana, no son negros, ni grises, ni blancos; tiene un tornasolado azul y brillante como un reflejo(...) ¡Siempre ríe! El celebre escritor es sobretodo un gran simpático, su charla templada y amena, irisada de  imágenes y ejemplos está llena de gracia e impregnada de una ironía delicadísima, cautiva al momento".
Casanova a su lado era un aprendiz, se casó con una mujer que, como no podía ser de otra manera, se llamaba Cándida, y tuvo amantes por todo el mundo. También fue un gran viajero,  conoció y trató a todos los dictadores de centro América. En definitiva, Eduardo Zamacois fue un enlabiador, pícaro y trujamán. Estas memorias me hicieron pasar un mes de deliciosa lectura. En el blog hay algunas entradas relacionadas con ellas.  Mañana la entrada tratará de como vivir de los muertos.
Eduardo Zamacois nació en Pinar del Río y murió en Buenos Aires, 98 intensos años en los que no tuvo tiempo libre ni para trabajar. Conclusión: el trabajo mata más gente joven que el amor y total "Paraná"; nombre muy apropiado de río, terminar en el mar para na...nada, nada.


MANUEL AZAÑA

Manuel Azaña se había colocado ante los cristales de un balcón cerrado que daba a la plaza de Tetuán. Era alto , con el pecho corpulento, la cabeza grande, canosa y medio calva, embutida sin cuello en el torso, y sobre la piel grisácea del rostro brillaban unas cuantas verrugas. Llevaba gafas  de oro y, al hablar, sus labios carnosos mostraban una dentadura difícil cuya compostura tuvo que requerir cuidado. Me parece recordar que, en un gesto que inicio con su mano blanca, vi en su anular la cintilla del anillo nupcial, y éste era, en todo caso, su único adorno.

En plena furia electoral, Azaña había hablado en Valencia, en el campo de Mestalla, convertido en comicio multitudinario. Aparentemente impasible dijo allí lo que creyó que debía decir, sin que el clamor, y la presión, de los que le escuchaban le hicieran salirse de sus rieles. Su prestigio era grande y en él no había constituido ingredientes ni la simpatía ni la demagogia. Ahora, como jefe del Estado, lo oímos en el paraninfo de la universidad uno de sus últimos discursos. Era enero de 1937. Y cuando Azaña terminó diciendo, con un imperceptible quebranto de voz: "Vendrá la paz y vendrá la victoria. Pero la victoria será una victoria impersonal...No será un triunfo personal, porque cuando se tiene el dolor de español que yo tengo en el alma, no se triunfa contra compatriotas, y cuando vuestro primer magistrado erija el trofeo de la victoria, seguramente su corazón de español se romperá, y nunca se sabrá quién ha sufrido más por la libertad de España". Entonces, digo, todos sentimos, como escribió Angel Gaos en nuestra revista, como si el dolor majestuosos del pueblo destrozado cayera sobre nosotros. A mi lado, María Zambrano musitó como una niña: "¡Don Manuel, don Manuel!". Tenía los ojos húmedos. Es lo que algunos, aún en momentos de tensión tan eficaz, llaman sensiblería.Fútiles en su desplante, viven sin haber cosechado lo más acervo: la compenetración de la esperanza con el dolor.
Memorabilia 
Juan Gil Albert

martes, 15 de mayo de 2012

LIANE DE POUGY


Tras una juventud recamada de amorosos antojos, la bailarina Liane de Pougy matrimonió con el príncipe Jorge Chyka, para, al enviudar, retirarse a un convento. En la época en que sitúo estos recuerdos era una de las bellezas que más jugaron con las nevadas barbas de Leopoldo de Bélgica, al que los clientes de "Chez Maxim´s" apodaban"el rey de las hermosas". Liane había publicado Idilio sáfico su segunda novela, y yo, escudándome en mi deseo de traducirla al castellano, solicité a su autora una entrevista. Era una mujer de porte majestuoso, cabellos noguerados y largos ojos verdes. Cultivaba por "pose", la impasibilidad. Raras veces la líneas venustas de su rostro, cubierto de esa palidez con que la luna espiritualiza las estatuas, dejaban traslucir una emoción. Baudelaire la hubiera admirado.Era felina, elegante y hermética. Yo le decía: "Cuando vayas a Egipto y veas la esfinge de Gizeh, habrás conocido a tu madre". Nos ligó una camaradería amorosa. Pero su mundo no era el mio y esto nos separó. Liana, que conocía al todo "París Botín" me ayudó a entrevistar a muchos conspicuos de la literatura y del teatro.

Un hombre que se va...
Eduardo Zamacois

lunes, 14 de mayo de 2012

VEO CIELOS...

PARA que salir de casa,
si cuando me miras veo
cielos, mares y montañas.

Francisco Vighi