jueves, 30 de enero de 2014
martes, 28 de enero de 2014
lunes, 27 de enero de 2014
14 (JEAN ECHENOZ)
Todos parecían encantados con la movilización: discusiones enfrebrecidas, risas desmesurada, himnos y fanfarrias, exclamaciones patrióticas entreveradas de relinchos. Así fue como los habitantes de la región de la Vendée despidieron a Amthime y sus amigos camino de una guerra que no iba a durar más de quince días. Lo que comenzó como una fiesta, terminó como una tragedia que duró más de cuatro años dejando desiertas ciudades y aldeas, los reservistas fueron movilizados hasta la edad de cincuenta años. En ese infierno que fue la Primera Guerra Mundial lo mejor que te podía pasar era salvar la vida "gracias" a perder un brazo o una pierna. Los que trataban de desertar eran capturados por los gendarmes y fusilados. También podías morir por una bala de tus propios compañeros; en la espalda del uniforme se tuvieron que coser unos rectángulos blancos. Aquello iba a ser una fiesta así que los uniformes eran rojos y los cascos azules y por tanto, un blanco fácil para el enemigo. Noventa y ocho paginas intensa para contar lo que ya se contó miles de veces pero en el caso de esta novela de una manera diferente. Me gusta Echenoz, después de haber leído "Correr" la vida de Emili Zatopek, "Ravel" y esta novela, queda a la espera "Relámpagos" Nikola Tesla.
sábado, 25 de enero de 2014
EN EL PRINCIPIO FUIMOS ESPECTADORES DEL MUNDO
En el principio fuimos espectadores del mundo que se reducía a nuestra calle, el centro del Universo. Habría otros mundos pero ninguno era como el nuestro. No me acuerdo cuando tuve el primer reloj, no me hacía falta, el tiempo era una sensación. No hay reloj en el mundo capaz de medir el tiempo de la infancia. Se levanta el telón, se disipa la niebla, es la hora de bajar a la playa. No sabíamos si el destino estaba barajando las cartas, o, quizá, ya estaba escrito, eso nos tenía sin cuidado, nuestras preocupaciones no llegaban más allá de la noche. Las golondrinas traían la primavera que precedía a un larguísimo verano, el final del mismo llegaba con la recogida de las casetas y con las mareas de Septiembre invadiendo el arenal. Con las mareas, el aire se llenaba de olor a salitre; entonces, aparecía una gente, decían que eran portugueses, a recoger el ocle. Sabíamos de la llegada del otoño, porque con él ,venían los estorninos. Una fría y oscura mañana nos despertábamos con el canto de unos niños, había llegado el invierno y eramos felices, nos esperaban las vacaciones de Navidad. Cuanto menos tiempo queda más deprisa pasa.
Y pensar que después de que yo me muera,
aún surgirán mañanas luminosas,
que bajo un cielo azul, la primavera,
indiferente a mi mansión postrera,
encarnará en la seda de las rosas...
MELANCOLÍA DE DESAPARECER
AGUSTÍN DE FOXA
EL PESO ARGENTINO
La moneda Argentina,
cayó,
por su propio peso.
El peso pesado Argentino quedó KO.
Para devaluar el peso, Argentina se pone a régimen.
El peso está depre, por sobrepeso.
Ahora está tan delgado, que no se divisa.*
No llores por mi, Argentina, voy a convertirme en Sol.
Con el Franco vivíamos mejor.
(Francisco)
*Argentina es uno de los tres países del mundo que menos reserva de divisas tiene.
AFORISMiOS
cayó,
por su propio peso.
El peso pesado Argentino quedó KO.
Para devaluar el peso, Argentina se pone a régimen.
El peso está depre, por sobrepeso.
Ahora está tan delgado, que no se divisa.*
No llores por mi, Argentina, voy a convertirme en Sol.
Con el Franco vivíamos mejor.
(Francisco)
*Argentina es uno de los tres países del mundo que menos reserva de divisas tiene.
AFORISMiOS
viernes, 24 de enero de 2014
SOY LA SALUD DE TU CUERPO
Apenas sabrás quién soy
ni qué significo.
Soy la salud de tu cuerpo
y me filtro en tu sangre y la restauro.
Si no me encuentras en seguida,
no te desanimes;
si no estoy en aquel sitio,
búscame en otro.
Te espero…
en algún sitio estoy esperándote.
CANTO A MI MISMO (fragmento)
WALT WHITMAN
ni qué significo.
Soy la salud de tu cuerpo
y me filtro en tu sangre y la restauro.
Si no me encuentras en seguida,
no te desanimes;
si no estoy en aquel sitio,
búscame en otro.
Te espero…
en algún sitio estoy esperándote.
CANTO A MI MISMO (fragmento)
WALT WHITMAN
Los últimos celajes del día se detienen para esperarme |
jueves, 23 de enero de 2014
SIGNOS DE PUNTUACIÓN
El punto y coma; un indeciso.
La coma, se comió el punto.
Los puntos suspensivos
...el suspense de la frase.
El paréntesis, un entrometido.
Después del punto final.
La nada.
Con el punto y seguido. Siempre nos quedará París.
Dos puntos: filipinos.
¿Qué es la interrogación?
Un niño preguntón.
Y ¡la exclamación!
el grito de la oración
El asterisco*
*la llamada
de la palabra.
AFORÍSMiOS
La coma, se comió el punto.
Los puntos suspensivos
...el suspense de la frase.
El paréntesis, un entrometido.
Después del punto final.
La nada.
Con el punto y seguido. Siempre nos quedará París.
Dos puntos: filipinos.
¿Qué es la interrogación?
Un niño preguntón.
Y ¡la exclamación!
el grito de la oración
El asterisco*
*la llamada
de la palabra.
AFORÍSMiOS
miércoles, 22 de enero de 2014
NICOLÁS I UNA MEDUSA DESGREÑADA Y BIGOTUDA
El zar Alejandro I cabalgaba sin prisa por la calle Tverskaya de Moscú, flaqueado por tres generales, de vuelta de unas maniobras en Jodinki. Su rostro amable tenía rasgos suaves y romos que revelaban fatiga y tristeza. Cuando pasó junto a nosotros me descubrí y levanté el sombrero a modo de saludo. Sonriendo, el zar me saludó a su vez con una inclinación de cabeza. ¡Qué diferente con su hijo Nicolás I, quién siempre me pareció una medusa desgreñada y bigotuda! En la calles o en la corte, rodeado de sus hijos y ministros, sus cortesanos y damas de honor, Nicolás I siempre buscó que su mirada tuviera el mismo poder que los ojos de las serpientes de cascabel y consiguiera helar la sangre en las venas de quién tuviera delante. Se cuenta que, en una ocasión, Nicolás se encontraba rodeado de los suyos, es decir, de dos o tres jefazos de la policía secreta, tres o cuatro damas de honor y otros tanto generales, y decidió probar la potencia de su mirada con su hija María Nikoláyevna. Ella guarda una gran semejanza con su padre y su mirada recordaba la terrible expresión de él. La hija resistió con valentía la mirada paterna. Este palideció, temblaron sus mejillas y sus ojos se clavaron con mayor fuerza aún en la muchacha. María no cedió. Las damas de compañía y los generales que presenciaban aquel duelo caníbal no se atrevieron ni a respirar. Nicolás se puso de pie: había comprendido que su hija era un hueso muy duro de roer.
El PASADO Y LAS IDEAS
Alexandr Herzen
El Aleph editores
martes, 21 de enero de 2014
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