LA aurora borra noches,
el mediodía auroras,
y las tardes le quitan
forma, ser, a los días.
El tiempo borra al tiempo.
Queda sólo un gran blanco.
Pero tu nombre, ¿quién,
dime, quién va a borrarlo,
si en nada se le lee,
si no lo ha escrito nadie,
como lo digo yo,
como lo voy callando?
Pedro Salinas
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