Todos parecían encantados con la movilización: discusiones enfrebrecidas, risas desmesurada, himnos y fanfarrias, exclamaciones patrióticas entreveradas de relinchos. Así fue como los habitantes de la región de la Vendée despidieron a Amthime y sus amigos camino de una guerra que no iba a durar más de quince días. Lo que comenzó como una fiesta, terminó como una tragedia que duró más de cuatro años dejando desiertas ciudades y aldeas, los reservistas fueron movilizados hasta la edad de cincuenta años. En ese infierno que fue la Primera Guerra Mundial lo mejor que te podía pasar era salvar la vida "gracias" a perder un brazo o una pierna. Los que trataban de desertar eran capturados por los gendarmes y fusilados. También podías morir por una bala de tus propios compañeros; en la espalda del uniforme se tuvieron que coser unos rectángulos blancos. Aquello iba a ser una fiesta así que los uniformes eran rojos y los cascos azules y por tanto, un blanco fácil para el enemigo. Noventa y ocho paginas intensa para contar lo que ya se contó miles de veces pero en el caso de esta novela de una manera diferente. Me gusta Echenoz, después de haber leído "Correr" la vida de Emili Zatopek, "Ravel" y esta novela, queda a la espera "Relámpagos" Nikola Tesla.
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