domingo, 21 de febrero de 2021

HORÓSCOPO

LO primero que hago de buena mañana es leer el horóscopo semanal. "Hay una persona que te quiere manipular". Para saber eso no necesitaba ningún oráculo. M. ayer manipuló unes fabes verdines con almejas que estaban cojonudas. M. tiene carnet de manipuladora. Dice la adivina que mi número de la suerte es el 9, así que cuando haga la Primi lo voy a pones de reintegro. Lo bueno que tienen los horóscopos es que si no te gusta uno siempre podrás escoger otro. 

EN el barrio había tres tiendas de comestibles, la de Ernestina, la de Bernabé y la de La flor. Esta última era la más importante, tenía artículos que venían de allende los mares, a su nombre precedía la palabra ultramarinos. Café, cacao, bacalao, arenques, especies. Las otras dos eran más modestas, Bernabé echaba las cuentas en el papel de estraza con en el que luego envolvía el producto. Siempre pensé que Bernabé era judío. El marido de Ernestina era policía armada y tenían una hija que gastaba unos peinados de tarta de tres pisos y ático. Cuando caminaba meneaba la cabeza, variando el punto de gravedad, para que no se le fuera a deshacer el ático.

EL olor a pintura de la barandilla la de la playa de San Lorenzo eran la primeras señal de que se acercaba el verano. Pintar la barandilla llevaba casi toda la primavera, según mi madre la playa era la más grande del mundo porque  iba de San Pedro a Casablanca. Cuando se terminaba de pintar llegaban las golondrinas. El verano era la época de más actividad del año, colarse en circos, hípico y Feria de Muestras resultaba toda una aventura,

EL circo era el lugar más peligroso, además de fieras había unos guardianes con pinta de gorilas. En la explanada del Molinón, un verano, instalaron una pantalla gigante dentro de una carpa. La primera vez que vi la proyección, casi me pillan, quedé con la boca abierta viendo aquella pantalla ligeramente curvada en la que tres proyectores formaban una imagen panorámica. Como los documentales de la dos pero a lo bestia.

HACE unos días se desprendió un trozo de fachada sobre la acera. En la última reunión de la comunidad se acordó contratar una empresa para que repara los desperfectos de la fachada. En la misma reunión un señor dijo que había trabajado en la construcción de la casa y que utilizaron buenos materiales y buen mortero. Nunca hubo ningún desprendimiento hasta que se contrató a una empresa para que no los hubiera. La caída de cascotes, milagrosamente, no causo heridos.

EL dueño de la sidrería coloca en la acera sombrillas, mesas y sillas. Con esto de la pandemia uno se da cuenta de que los bares son el hogar de mucha gente. Llueva o haga sol, desde las diez de la mañana ya están los convivientes con sus vasos de vino, botellas de sidra y cafés debajo del toldo y las sombrillas, que lo mismo sirven para el sol, para la lluvia o para amortiguar un desprendimiento de fachada.

EL jueves una sonda llegó a Marte. Después de ver las imágenes allí no deben de quedar ni marcianos. Uno que es del plan antiguo sigue los consejos de Gigliola Cinquetti que cantaba: No tengo edad, no tengo edad para amarte. Un año en Marte equivale a dos en la tierra. Echa la cuenta.  

LA manipuladora se dedica a hacerme origamis. Es una manera de hacerme vudú con grullas de papel. Va a tener razón el horóscopo. Se empieza haciendo pájaros y se termina manipulando voluntades. Son casi las dos y siento ruido de sables, tenedores y platos.   


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