LA REVOLUCIÓN SE PASÓ DE REVOLUCIONES

EN el hospital Monte Sinaí de Nueva York hay un ascensor especial. Una placa junto a la puerta advierte que los sábados el ascensor se detendrá de manera automática en todos los pisos para que los judíos ortodoxos no tengan que tocar ningún botón.

LOS vecinos de un bloque de pisos en Bilbao están aislados por casos de coronavirus. El foco de la infección se encuentra en el ascensor. El fanatismo y la limpieza evita pandemias y salva vidas aunque no siempre fue así. Cuando se desencadenó la muerte negra en Alemania, los cristianos notaron que en los guetos eran muy pocas las victimas de la peste -algo que naturalmente se debía a su habito de limpieza-, los cristianos, con su habitual costumbre de atribuir todo mal a los judíos, propagaron la superstición de que estos últimos habían envenenado los pozos. La difamación acabaría en pogromo y costaría la vida a muchos judíos. 

LEO que murió José Manuel Gracia, médico oncólogo. En el año 1994 murió Z., cuando los hijos quisieron ir a Pamplona la respuesta del doctor Gracia: mucha gente va a Pamplona, pero vienen a morir a la seguridad social. Esas palabras me quedaron grabadas para siempre. Entonces tenia cuarenta y cinco años y yo tenía cinco menos que él. Visto desde la perspectiva que da el tiempo una persona con setenta y un años es muy joven para morir. Descanse en paz el buen doctor.

EL Aeromotowagon fue el primer tren de alta velocidad equipado con un motor de avión y una hélice. En el regreso de las minas de Tula el vagón descarriló y murieron seis de las veintidós personas que iban a bordo, entre ellas el camarada Fyodor Sergeyev, amigo de Stalin, padre del que luego seria yerno de la Pasionaria, Artiom Sergeyev. La Revolución se pasó de revoluciones. 

LA Piel es un libro de Sergio del Molino en el que el autor cuenta sus problema con la psoriasis. Stalin, Nabokov, Updike, Isabel II y el mismo Sergio del Molino tienen en común la enfermedad. La piel es el órgano más extenso del cuerpo y por el que eres juzgado con la mirada. Unas inyecciones monoclonales, que recorrerán el cuerpo como cazarrecompensas, buscando y destruyendo los anticuerpos que causas la inflamación, serán una solución casi definitiva contra la enfermedad. Sergio, cuando sale del hospital con las inyecciones siente ganas de abrazar a la gente porque gracias a la parte alícuota de cada uno de ellos tienen fin sus males. 

EN el libro de Sergio del Molino leo que cuando el joven J.L. Borau fue a entrevistar a Hemingway no se atrevió a preguntarle por aquellas manchas que tenia en manos y cara. Las manchas eran una demostración de los excesos, padecía hemocromatosis, diabetes, problemas hepáticos e hipertensión. Sorprende que su muerte aconteciese por suicidio y no por algunas de estas causas que le provocaban graves problema de piel y finalmente un cáncer cutáneo.

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