miércoles, 8 de abril de 2020

EL PERFUME

"El hogar, más que un lugar, es un tiempo, qué cuando pasa no vuelve."

EN LL la habitación de la sala estaba pegada a la cocina. El termo de la habitación vibraba al calentarse el agua, pero la señal definitiva la daba el olor a café y tortos que preparaba Z. Entonces salíamos a coger sitio en el escañu de la cocina, respetando los lugares reservados por orden de antigüedad. 

LA felicidad, como el hogar, también es un tiempo. Los más afortunados son felices toda la vida pero lo normal es serlo a tiempo parcial. Encadenamos contratos de felicidad hasta conseguir un lugar en el escaño de la cocina, pero entonces, llega un imprevisto, pongamos una pandemia, y la antigüedad pasa a ser un riesgo. En el trabajo oías a los más veterano decir que la antigüedad era un grado. Estos días de coronavirus el grado se mide en una escala de valores llamada termómetro, a mayor graduación más riesgo de perder la silla.

UNA rana que se llame xenopus laevis tiene, como mínimo, que pasar una prueba y la xenopus la pasa. Durante décadas esta rana fue utilizada para saber si la mujer estaba embarazada. Se inyectaba una muestra de orina debajo de la piel de la rana y si la mujer estaba embarazada las hormonas de la orina la hacían desovar en pocas horas. 

YO todos los días hago mi particular prueba de la rana. Lo primero, preguntar a M. que hay para comer. Luego me dedico a husmear siguiendo el rastro. Cuando en la husma aprecio el olor de una fabada me voy preparando para la prueba definitiva. El sabor. Si aprecio el olor y el sabor, me quedo más tranquilo, no tengo síntomas de coronavirus. 

EL Perfume es una miniserie de Netflix basada en la novela de Patick Süskind. El protagonista de la narración, Jean-Baptiste Grenouille, elabora perfumes con fluidos de mujeres a las que asesina. La novela está ambientada en la Francia del Siglo XVIII y la serie en la época actual. De las últimas que vi, a pesar del éxito que tuvo en Alemania, no fue precisamente la que más me gustó.

HABÍA un anuncio de desodorante que decía: "si un desconocido te regala flores eso es impulso". Después de ver la serie alemana no acepto flores de ningún desconocido. Solo me fio de los fogones de M. Después de que pase todo esto y, si salgo vivo en el intento, me voy a meter a inspector de la Guía Michelin como probador de olores. Lo del sabor será más difícil, necesito una muestra más amplia. 

APUNTES

Cocina de LL





    

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