viernes, 20 de marzo de 2020

LA SOMBRA Y LA LUNA

"LA iglesia dice que la Tierra es plana, pero yo se que es redonda, porque vi su sombra en la luna y tengo más fe en una sombra que en la iglesia" Fernando de Magallanes

ESTANDO en la cola de un supermercado un empleado me dice que hay una caja para persona mayores. Me acerco al guarda jurado encargado de regular el tráfico, me pregunta si me considero mayor, respondo que no, pero que como soy muy obediente siempre hago lo que manda la autoridad, sobre todo si me interesa.

HOY C. salió con su madre a comprar y al ver a la gente con guantes y mascarillas se asustó un poco. Su madre le preguntó si tenía miedo a lo que ella respondió, muerta de miedo, que no. Cuando sea mayor será una imagen que siempre recordará.   

CUANDO la princesa Leonor vino a entregar los Premios Princesa de Asturias leyó un discurso que le habían preparado. Lo primero que tiene que aprender una Princesa, futura reina, es a recitar bien lo que otros le escriban, al fin y al cabo, esa será una de las funciones del cargo. Cuando oí a su padre  dirigirse a los españoles el otro día por la crisis del coronavirus tuve la sensación de que estaba leyendo un guión ya escrito en el que solo había que sustituir algunas palabras. Solo faltó el turrón y el cava.  

EL SARS, síndrome severo respiratorio, era muy transmisible y con una letalidad mayor, pero se pudo detectar cuál era el reservorio animal que hizo dar el salto del murciélago al hombre. Eran las civetas. En china había granjas de civetas y se eliminaron. Acabar con el reservorio animal contribuyó a eliminar la fuente de contagio. No llegamos a tener un número de casos tan importantes y se pudo contener más fácilmente. El transmisor del MERS, virus confinado en Arabia Saudí, es el camello. Magda Campins. Jefa del servicio de Medicina Preventiva y Epidemiología del hospital Valle d´Hebrón de Barcelona.

PÍO XII era un antisemita furibundo. Amigo de los alemanes y de Hitler. Cuatro días después de convertirse en Papa le escribió una carta a Hitler con la ayuda de los cardenales alemanes, Bertran, Schulte, Michael von Faulhaber y Theodor Innitzer encabezada de la siguiente manera "Para el excelentísimo señor Adolf Hitler.

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