martes, 17 de marzo de 2020

LA SOLEDAD ERA ESTO

TENGO una vecina que vive sola. A lo largo del año no sabemos cuando está, no se la siente. En estos días de cuarentena la oímos hablar. El teléfono es el medio que la comunica con el mundo. A Truman Capote le llamó su padrastro Joe Capote para comunicarle la muerte de su madre. "Cuando llegué a su apartamento me tomó de la mano y me dijo habla de cualquier cosa de lo que sea aunque no me interese, habla. No soportaba estar a solas con sus pensamientos le dolían demasiado".  Me asomo a la ventana, solo veo gente con bolsas, un carrito de la compra o un perro. 

LOS cosmonautas rusos cuando viajaban al espacio llevaban consigo un arma de fuego. Una escopeta corta. El motivo era que en el descenso podría caer en un lugar deshabitado. Entre 1961 y 2006 el arma formó parte del Kit de supervivencia. La escopeta servía para defenderse de los animales salvajes.

LA madre de Federico García Lorca, a la hora de la oración, distinguía todas las campanas de las iglesias de Granada. "Ya toca la de la Virgen, ahora San Matías, ahora los Escolapios, ahora San Luis". Federico solía cambiar a su antojo las campanas del reloj de la escalera. Cuando era la hora de cenar, daba la hora de merendar y eso a Dolores, que no leía el reloj, le producía inevitables equivocaciones. RECUERDOS MÍOS (Isabel García Lorca)

EN Indocumentados ocho familias sin papeles están en riesgo expulsión. El servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos USCIS les abre un expediente de expulsión aplicando las nuevas leyes de Donald Trump. Cuando una de las abogados no logra parar la expulsión de una familia hondureña se coge con ellos de la mano y se ponen a rezar. Último recurso. Decía Salman Rushdin que era más fácil entrar en el Paraíso que en los Estados Unidos. Para entrar en el Edén bastaba con portarse bien.   


LEER, observar y anotar es salvar, lo que se pueda, de este proceso de aniquilación que es la vida. Lo que estamos pasando estos días es algo que uno no se podía imaginar ni en sueños. Una pesadilla. La gente anda por la calle como zombis. Hay una desconfianza a los que te rodean como si fueran a pegarte el virus. Después de esto el mundo no va a ser igual. 

LUIS de Góngora no era una persona agradable. Velázquez lo pintó a petición de su maestro, Francisco Pacheco. Medio calvo, con la nariz larga y aguileña parece un genio amargado, viejo y caído en desgracia. En 1622 arruinado y muertos sus protectores apenas sale de su casa por falta de coche, tiro y criados. Sueña con volvera a Córdoba. Finalmente le echan de la casa que compra, bajo mano, su rival Quevedo. Muere en su ciudad, solo cinco años más tarde. EL COLGAJO. Philippe Lancon.

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