lunes, 16 de septiembre de 2019

EL CHIVO EXPIATORIO

LOS judíos cogían un chivo lo cargaban con todos sus pecados y lo mandaban al desierto a purgarlos . El zorro para librarse de las pulgas arranca hierba y hace una bola que coge entre los labios, se mete en el agua, y, las pulgas van subiendo a la parte seca; finalmente sumerge la cabeza dejando solamente el hocico, las pulgas corren a refugiarse en la bola de hierba, entonces, el zorro, sumerge la cabeza y suelta la bola que se aleja cargada de pulgas. Las malas pulgas son los pecados que atormentan al raposu.

ME cuenta H. que un cliente la saludó con un apretón tan fuerte que le duele la mano. Lo que no sabía el saludador es que H. tiene artrosis. Le digo, para consolarla, que la próxima vez haga un saludo a la japonesa. Una inclinación de cabeza y que deje correr el aire. 

DON Manuel de Amat, virrey de Perú, se enamoró perdidamente de la mestiza Miquita Villegas. Los españoles de la colonia la detestaban y le pusieron el desdeñoso sobrenombre de "Perra Chola" transformado más tarde bajo la pluma de Merimée en "La Périchole" EL GENTIL HOMBRE EUROPEO. (José Luis de Villalonga)

POR la noche hubo silencio. Sólo las estrellas cantaban en la lejanía. De alguna caía polvo. Por entre los espectadores mudos hicieron venir hasta mí a un niño indígena llamado Walter, pequeño y desnudo con la tripa inflada. Todavía no sabia hablar. Otro niño de cinco años me preguntó si no quería quedarme con Walter, pues no tenía padre ni madre, solo su sombra. CONQUISTA DE LO INÚTIL (Werner Herzog)

ESTUVE leyendo este fin de semana una entrevista en El País con el Duque de Alba, Carlos Juan Fitz- James Stuart y Matínez de Irujo. La casa de Alba necesita hacer caja y para ello va abrir al público el palacio de Liria. De la entrevista me hizo gracia cuando el Duque y otras hierbas llamó a Moisés para que le diera al interruptor de la luz: "Moisés por favor enciende esto", ruega el inquilino del palacio a un empleado. Viene Moises raudo al noble arte del encendido, los interruptores estaban a unos tres metros del dedo ducal, pero desde dos salones más allá vino Moisés a la llamada del señor. 

NUESTROS sirvientes eran todos muy leales y se entregaban a sus tareas con celo. En una época en que las casa se iluminaban con velas y quinqués, buena parte de ellos se ocupaban especialmente de la ilunminación. Al criado que dirigía este equipo de trabajo lo afligió tanto la instalación de la electricidad que se dio a la bebida para ahogar sus penas y no tardó en morir. MEMORIAS DE ANTES DEL EXILIO (Féliz F. Ysúpov)


APUNTES

Lampara de porcelana de Meiseen.

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