CORTAR POR LO SANO

EL ruido y el humo de las motosierras hacen huir a las víboras shushupe. Una de ellas muerde a un operario. En menos de un minuto se produce un paro cardiorrespiratorio y en ocho, sin tratamiento, nadie sobrevive. El hombre levanta la motosierra y se corta el pie por encima del tobillo. Sus compañeros le hacen tres torniquetes, reforzados con palos, en la ingle, por debajo de la rodilla  y en el muñón. Parece ser que el leñador se salvó.  CONQUISTA DE LO INÚTIL (Wener Herzog) 

EL veintinueve de abril de 1961 el médico ruso Leonid Rogozov sintió un fuerte dolor en el costado y un súbito aumento de la temperatura. En la base rusa de la Antártida donde se encontraba no había posibilidades de evacuación ni de recibir asistencia médica así que Rogozov decidió operarse a sí mismo. Ayudado por dos compañeros se anestesió se hizo un corte de doce centímetros y se operó con la ayuda de un espejo. Fue recibido por la autoridades soviéticas como un héroe nacional.

UNA funeraria debe de ser de los pocos lugares en los que vale más ser trabajador que cliente, y, no te digo nada si encima te gusta el fiambre y trabajas en el Paraíso. En el Paseo de Fernando el Católico de Zaragoza hay una funeraria que se llama el Paraíso.    

ESTE año recogemos los higos antes. Según A.los primeros son los más sabrosos. Por San Miguel los higos son miel. M. empieza a elaborar mermelada de higo y de Manzana. El manzano de la Corralada está tan cargado que la fruta cae al suelo. El rosal lleva desde mayo dando rosas ininterrumpidamente, cuando se marchitan unas salen otras nuevas, el rosal de M. solo da dos de cada vez.

CAYETANA Álvarez de Toledo con su largo cuello y su movimiento de cabeza me recuerda a una jirafa. Cayetana se diferencia de la jirafas en la mudez. Las jirafas no emiten ningún sonido porque carecen de cuerdas vocales.

HAY un insecto en el Amazonas que se llama machuca. La cabeza se parece a la del cocodrilo. Dice la leyenda que si te pica tienes que hacer rápidamente el amor para salvar tu vida. Hace años los trabajadores del caucho consentían prestar a sus mujeres. Había más hombres que mujeres. Lo que no aclara la leyenda era si el intercambio entraba en convenio y si los leñadores sufrían más picaduras de las normales. A los de mi barrio "nos picaba el niki". No sabíamos lo que era un eufemismo pero lo practicábamos.

APUNTES

Machuca, el niki del Amazonas