LEYENDO este libro de Pedro Ugarte piensas que la vida es cuento. En las narraciones que componen este volumen no importa tanto la meta final como el camino. Los protagonistas de los cuentos son personajes normales con sus problemas para llegar a final de mes; hipotecas, hijos, amores y desamores. Cuando algún personaje se sale de lo normal, como En mi amigo Böhm-Bawerk, lo que quiere es volver a la normalidad. Brillante prosa de Pedro Ugarte que convierte el cuento en sueño. Regresamos a la casa. Nada más entrar tranqué la puerta, con una pesada falleba de hierro, y aseguré todas las ventanas. Se oía a lo lejos el ladrido de un perro, de esos que uno adivina que no callarán en toda la noche, y un estrecho corredor entre las nubes dejaba contemplar una luna clara y redonda, como un círculo de nácar. (Para no ser cobarde). En Voy a hacer una llamada, Edgar es una especie de Dios terrenal que todo lo conseguía con una simple llamada o como mucho dos si la cosa se complicaba. Yo estaba fascinado por su habilidad para mudar el universo y hacer de él un lugar hospitalario, sometido a la voluntad de un ser humano generoso y singular. Los diez cuentos del volumen me gustaron pero especialmente Voy a hacer una llamada. Algunos escritores, como Pedro Ugarten, si podrían vivir del cuento.
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