lunes, 4 de mayo de 2015

QUIEN TIENE UN TESORO...

El olvido es dejar pasar el pasado.
El ensueño es un sueño dentro de otro.
Creyó atar el tiempo dándole cuerda al reloj.
El peso de la culpa se descarga con disculpas.
Perdió la cabeza y ahora la tiene en otro lado.
Quien tiene un tesoro, mejor que no tenga un amigo.


jueves, 30 de abril de 2015

UNA DE ROMANOS


Salimos del aeropuerto de Santander a las ocho, y, a las diez estábamos en Ciampino. Por solo cuarenta y cinco euros contratamos al Fittipaldi italiano. Nada más salir del aeropuerto se saltó el Stop y todas las rayas continuas y semáforos que encontró en su recorrido. En los constantes cambios de carril pasamos por la primera Iglesia del recorrido y Fitipaldi se santiguó. El resto del recorrido fuimos Urbi et Orbi. Nunca le preguntes a un taxista italiano: ¿cuánto cuesta la carrera?


Todos los caminos conducen a Roma: peatones, motos, coches y tranvías lo comparten todo, incluidas, dónde existen, las aceras. Para que van a poner una acera si al día siguiente continuaran buscando el tesoro, la ciudad es una ruina, pero una ruina maravillosa. En Roma también entendí lo de la carabina. Cada pareja de Carabinieris va acompañado por otro y en muchos casos por dos carabinas más. En algunos lugares, su presencia es de tal calibre carabinero, que casi no se ven los monumentos. Si a cada uniformado de Roma: carabinieris, policias, guardias Suizos, soldados, curas y monjas les dieran una escoba, la ciudad luciría como la patena. En el Vaticano utilizan aspiradoras. Visitar los Museos Vaticanos, veintisiete euros por persona. Qué maravilla La Capilla Sixtina. En esta ciudad encontraras más historia que en ninguna del mundo. Dos consejos, evitar los fines de Semana y llevar una audio guía para móvil que cuesta cuatro euros y vale la pena.




miércoles, 29 de abril de 2015

ROMA

Si uno se parara un minuto en cada obra expuesta en los Museos Vaticanos tardaría doce años en verlas todas. Los museos Vaticanos y la Capilla Sixtina, El Coliseo con el Palatino y el Foro, y, La plaza del Vaticano con la Basílica de San Pedro son visitas obligadas y de pago. En esta última solo es de pago el ascensor, pero a cambio, tendrás la ciudad a tus pies. En los museos si consigues más de diez personas haces un grupo lo que ahorra tiempo y dinero. La visita al Coliseo es conjunta con el Palatino y el Foro. Para sacar las entradas se forman grandes colas en las taquillas de Coliseo, en cambio, en la otra, la del Palatino, no suele haber nadie. Lo más impresionante son el Coliseo y la Capilla Sixtina. En la Basílica de San Pedro no te puedes perder la Piedad de Miguel Ángel y el Baldaquino de San Pedro, obra de Gian Lorenzo Bernini.
Cerca del Coliseo se encuentran la Basílica de San Pietro in Vincole con el Moises de Miguel Ángel. El circo Máximo (solo una explanada). En el pórtico de Santa María in Cosmendi la Bocca della Veritá, famosa por la pelicula Vacaciones en Roma y en El Aventino está el Jardín de los Naranjos, en el portón de entrada a la Orden de Malta, mirando por la cerradura, verás un encuadre perfecto de la cúpula de San Pedro entre cipreses. La plaza del Campidoglio, donde se encuentra el ayuntamiento. La plaza de Venecia con el Palacio del mismo nombre y el balcón desde donde echaba los discursos Mussolini.
Callejeando por el centro histórico de Roma: El Campo dei Fiori, Plaza Navona, El Panteón de Agripa, construido por Adriano. Santa María Sopra Minerva, la única Basílica gótica de Roma, en la plaza se encuentra el Elefantino de Bernini. La Fontana de Trevi, El Quirinal, La Plaza España, La Piazza del Popolo. Cerca de la Estación de Termini, en la Plaza de La República, una de las sorpresa, Santa María de Los Ángeles y Mártires, construida por Miguel Ángel en las ruinas de las Termas de Diocleciano. Sorprendente por dentro y con un meridiano solar. Un agujero por el que entra la luz solar cae en un punto variable de una linea de bronce trazada en el suelo y con los signos zodiacales en el mármol que van marcando las diferentes estaciones del calendario Gregoriano.




martes, 21 de abril de 2015

UN PUNTO FILIPINO

Tenia un punto de vista Filipino.
El volatinero vive en la cuerda floja.
El ojo del buen cubero es un ojo al cubo.
El reloj tiene el tiempo en sus manecillas.
La pesa de tus pesares pesa mal que te pese.
Si a un rato le das cuerda, tienes cuerda para rato.

AFORISMiOS

LA ISLA DEL PADRE

Este libro es para él. De él. Me gustaria que lo leyera. Luego podríamos hablar de lo que nunca hablamos. Las preguntas están aquí. Todas, casi todas. Las respuestas no. Ninguna. Ya jamás estarán. Fernando Marías tira del hilo de los recuerdos para construir esta novela y consigue que el lector se adentre en su infancia, qué bien podría ser la de cualquiera de nosotros. Incertidumbre y camino: mala señal que algún día nos falte alguno de los dos. El padre de Fernando Marías era marino mercante y se pasaba largas temporadas alejado de su casa. Este libro autobiográfico tiene mucho de aventura que empieza en la guerra civil y continua con los viajes del padre por los distintos mares del mundo mientras los hijos lo esperan jugando a imaginar las aventuras que estará pasando el padre ausente a la vez que presente en sus sueños.   

El más allá existe si uno cree que existe. Lo demás no importa.
Allí donde vaya te estaré esperando.
Estas palabras, dichas por el que se dispone a partir, blindan contra la soledad al que ha de quedarse.
¿Será esto una victoria sobre la muerte?

l


  

domingo, 19 de abril de 2015

CUANDO CALLA EL VIENTO

LO que tú sabes, lo sabes
porque cuando calla el viento
te lo dice el aire.

Y a ti te lo dice el aire
murmurando entre las hojas
temblorosas de los árboles.

José Bergamín

lunes, 13 de abril de 2015

AVIVAR LA FANTASÍA

La sombra se asombra del sol.
La llama viva muere incinerada.
La calle de en medio es la de los Remedios.
Por avivar tanto la fantasía la convirtió en humo.
La calle de la ilusión termina en la cuesta del desengaño.
Si alguien adivina mi pasado pondré en sus manos mi porvenir.

AFORISMiOS



viernes, 10 de abril de 2015

EL BALCÓN EN INVIERNO

En cada instante, en cada frase, en cada suspiro, en cada pequeño acontecer, lo trivial y los misterioso van a partes iguales. Eso es todo, y no hay más que contar. Un grano de alegría, un mar de olvido. 
Así termina el Balcón en Invierno. Un grano de alegría en un mar de olvido es esta hermosa novela de Luis Landero. Dentro de unos años cuando hayamos muertos y no quede de nosotros ni el olvido, siempre quedará El Balcón en invierno. Antiguamente la gente dominaba el arte de contar y la familia de Luis Landero eran unos malabares de la palabra. Aquellos dichos y relatos fueron los libros que no tuve. Cuando todo se acaba y estamos a punto de salir del tiempo, Luis Landero, nos hace evocar recuerdos de nuestra infancia, recuerdos perdidos, que como muy bien dice el autor, estaban flotando a la deriva en la noche de los tiempos.   
Y aunque todas las estaciones tenían su encanto, ninguna podía comparase al verano. Era una época de libertad, casi de impunidad. Los días eran largos, las noches claras, había mucha gente yendo y viniendo por los caminos y veredas, las cuadrillas de segadores se desplegaban con sus camisas blancas y sus grandes sombreros de paja por los trigales amarillos, y uno podía vivir a su albedrío, subirse a los árboles, bañarse en la alberca, cazar ranas y grillos, perseguir perdigones, correr y correr sin cansarse jamás, incluso bajo el sol implacable de la siesta, el joven corazón invencible enamorado de la vida como quizá no volvería a estarlo ya nunca.

jueves, 9 de abril de 2015

UNA IDEA PEREGRINA

El silencio se suicida hablando.
Te doy mi silencio de honor.
Una idea peregrina hace el camino de Santiago.
Las palabras las lleva el viento y las trae el eco.
Si las piedras hablaran serían piedras preciosas.
Cómo quieres que te de la razón si la tienes toda.

AFORISMiOS


miércoles, 8 de abril de 2015

PISANDO CENIZA

Pisando Ceniza está compuesto de seis relatos en los que Manuel Arroyo nos cuenta las cosas que le sucedieron a lo largo de su vida, y, cómo dice el narrador: "las cosa solo suceden a quien sabe contarlas". José Bergamín escribió La música callada  dedicada al torero Rafael De Paula y editado por Manuel Arroyo- Stephens. Antonio Ordóñez durante años se rodeó de un grupo de intelectuales que lo veneraban y de los que esperaba que escribieran algo perdurable sobre su arte, así que cuando vio el libro dedicado a Rafael de Paula se sintió agraviado y se enfadó con el escritor y con el editor. Cuando tuvo oportunidad le dijo a Manuel Arroyo que le producía una tristeza inconsolable que no fuera a quedar nada de lo que había hecho en los ruedos. La leyenda, dijo con desdén, pero la leyenda a mí no me importa. Eso no dura. De un pintor queda su lienzo, un músico escribe una partitura, a un poeta le publican sus versos. Pero lo que yo he hecho lo he hecho en el aire y con el aire se va. Hay aficionados que me dicen que queda en su memoria. Pero tú te vas a morir, les digo, y no va a quedar nada.
Manuel Arroyo-Stephens, con un único libro, consigue llevar del aire a la escritura seis maravillosos relatos. Desde Región Luciente donde se cuentan los últimos días de un poeta, hasta ese ajuste de cuentas con su familia que son, En la tumba de mi hermano y Responso, pasando por Melancolía del Torero en el que cuenta como él y Bergamín siguen por toda España a Rafael de Paula, ese gitano que consiguió poner firme a la Guardía Civil. No una vez, sino dos. 
Ocurrió en una corrida en la Maestranza de Sevilla. Dos personas vestidas de calle que permanecían en el callejón hablaron con Rafael de Paula casi al oído. Hizo un brindis que nadie podía escuchar y una compañía que se encontraba debajo del tejadillo con tricornios y uniformes se levantaron al unisono y el oficial que los comandaba saludó militarmente. Habían asesinado a varios guardias civiles en un atentado esa misma mañana. Los espectadores se levantaron de sus asientos "¡Viva Franco!" ¡Viva la guardia civil!", gritaron dirigiéndose al tejadillo. Antes de comenzar la faena el torero retrocedió y volvió a saludar montera en mano a la guardia civil, que se puso en pie para correspondes al torero y a la multitud.