domingo, 29 de abril de 2012

FÚTBOL Y RELIGIÓN

El Templo
El fútbol es una religión y yo soy un mártir; sufro más que los  cristianos en tiempos del Imperio Romano. Acudo al templo del Molinón siempre acompañado de algún miembro del Foro de la Familia (por si me da algo) soy RH negativo, negativo. Para el próximo partido en vez de ir con los del Foro, voy a ir con la Virgen de Covadonga, sale mucho más barato, está exenta de  IVA e IBI. Cuando llego al estadio, los de la fila me preguntan: "Miner hoy como jugamos". 1-4-1-3-3 "¡pero Miner!, eso hacen doce", ¡bueno que más da!, a lo mejor el arbitro no se entera, además yo soy de letras. Cuando el Sporting juega fuera de casa, me siento delante del televisor y pongo el Teletexto, eso sí,  por la página de la clasificación. "Miner como va el Sporting" (me pregunta mi Santa)como va a ir, como la bolsa, bajando. El otro día estaba en casa de un  familiar y nada más llegar: Español- Sporting 0-3. "Oye Gerardo, este teletexto funciona bien", "pues claro, acabo de leer en noticias nacionales que, Chiquito de  La  Calzada nos va a subir el IVA".  
Así que el martes voy con la Santina al partido contra el  Villareal haber si se produce el  milagro de la resurrección. El fútbol es una religión y yo en religión siempre saqué buenas notas. El arbitro se llama Iglesias Socorro (tiene nombre de arbitro). Mira Iglesias, en el partido va ha estar conmigo la Santina y si no te portas bien (dos penaltys a favor) te metemos en la nevera y, de Iglesias Socorro, pasas a estar en Capilla sin Socorro. "Bueno pero el penalty que no lo tire Sergio Ramos, todavía andan buscando el balón por el espacio" (Socorro). ¡Dios...Dios!, si lo encuentras devuélveselo a tu representante en la Tierra: San José Mourinho.

PD Acabo de leer un pequeño libro de Marcos Abal (Una insolencia). Trata de Fútbol, pero también de muchas cosas más, abstenerse seguidores del Irreal Madrid. Se lee en menos de una hora y con verdadero placer.

EL ADIÓS ETERNO

La Z de mi apellido, se me parece y es inconstante, como mi nariz, que vista de perfil afirma, y, mirándola de frente, pregunta.

Así he envejecido, sin rumbo, sin plan, como a tientas, y gracias a este placentero no importarme "lo que será de mí", la Vida que para los espíritus previsores es un problema grave, tuvo para mí la ligereza de una película.
Persuadido, desde mucho antes de llegar a viejo, de que el arte de ser feliz consiste en interesarme fácilmente por todo y olvidarme de todo en seguida, no tengo amor a la propiedad. Nunca hallé placer en ser dueño de nada, porque todo lo que nos pertenece nos ata. La Vida, en su esencia, es un adiós eterno. Entonces, ¿para qué aferrarnos a lo que poseemos si "la mortaja-dijo el Oriente- no tiene bolsillos"? Esta aliviadora consideración me desinteresa igualmente de mis recuerdo, y como prefiero fatigarme en el camino, a descansar  en la posada, no echo de menos mis cortos períodos de holgura económica.
No odio a la gente, pero procuro no acercarme a ella demasiado. Su empeño en hallarse siempre de acuerdo, su miedo al "que dirán", su hipocresía, su egoísmo, me aburre. Sus fiestas son intolerables. Particularmente las del 31de diciembre. En esa fecha la mesa dispone de mí, me acapara, me anula, y la detesto. Nadie ha podido explicarme por qué en la hora veinticuatro de ese día, tanto los ricos como "los sin pan", se muestran felices. ¿Será porque temen no escapar vivos del año que concluye?

Eduardo Zamacois
Un hombre que se va...

sábado, 28 de abril de 2012

INFLACIÓN RELIGIOSA


Aunque serían necesarios unos años más para que me diera cuenta de hasta qué punto los derrotados de la contienda civil no éramos solo nosotros, los que nos fuimos; los derrotados eran todos aquellos que lucharon, equivocados o no, por una España distinta. Los triunfadores eran los de siempre, los del "resurgir" de la patria, es decir, los beneficiarios de la España eterna.

Lo que yo vi a mi llegada es lo que algunos llaman, con encomio, la España Eterna; para mí fue, más bien, un fantasma que cobraba realidad. No tanto lo que dejé como lo que había olvidado. No había monarca pero sí una pseudocorte que aparecía siempre, falta de una postura habitual, como endomingada. Las iglesias rebosaban de público noche y día; los caballeros, incluidos aquellos, harineros o traficantes, de los cuales la lengua pública no se recataba gran cosa en nombrarlos como defraudadores del fisco, o del bolsillo particular, iban por la calle, cargados píamente con su rosario y sus gruesos misales negros, como si una emulación excitada , y provechosa, les hiciera olvidar, durante sus fervores, el sabor de sus culpas. Las procesiones, los ejercicios espirituales, las comuniones diarias, los rosarios de la aurora cantados por millares de seres en la foscura del amanecer, tenían en la vida ciudadana una presencia absorbente que no dejaba de desconcertar, aun sabiendo que se estaba en España o por ello mismo; más que un país de estirpe católica se sentía uno entre conversos de nuevo cuño, de tal modo  la devoción se mostraba exacerbada y, dado lo acentuado de su exterioridad, como impúdica- un cardenal de la curia romana dijo, a un personaje republicano que le visitó en Roma, que España sufría una inflación religiosa-.

Memorabilia
Juan Gil Albert

PD Juan Gil Albert regresó a España en el año 1947, 65 años después sigue habiendo harineros(traficantes) y presencia absorbente de religión, bien remunerada.  

viernes, 27 de abril de 2012

OLOR A PAN

OLOR a pan cocido
en estos campos.

Andar solo y saberse
acompañado.

Antonio Moreno



A ratos, dentro de mí, una voz severa murmura:
-Eduardo Zamacois Quintana...hijo de
don Pantaleón y de doña Victoria...nacido
en Pinar del Río (Cuba) el 17 de Febrero de
1873...¿Qué hiciste de tu vida?...
Yo-Un pasatiempo...y una canción.

Yo adoraba el pan caliente, que mi madre me había prohibido. Decía que empachaba. ¿Por qué habrá siempre una espada de fuego a la entrada del paraíso?...Una mañana llegó el panadero al tiempo de estar yo jugando en el zaguán. Le pedí un panecillo y me lo dio. Escapé sin chistar, feliz. El pan, calentito estaba sabroso y blando como un bizcocho. Temeroso de que me lo quitasen escapé a comérmelo. De pronto, recordé: "Quien guarda encuentra"; y puede dominarme y esconder el pedazo que me quedaba en la mesilla de noche. "Mañana me lo comeré", pensé. Esta decisión pobló mi corazón de sanas esperanzas.
A la mañana siguiente, tan pronto desperté, busqué el mendrugo que guardé caliente, y lo encontré frío, y trocada su blancura en desapacible dureza. Me eché a llorar. "Por qué no me lo comí ayer"...Y allí mismo fracasaron mi espíritu de previsión y mi miedo al mañana. Luego he visto que a muchas personas les ha sucedido con la Vida, lo que a mí con aquel memorable zoquete. Cuando pudieron comérsela a dos carrillos, no quisieron; y cuando quisieron comer...,ya no podían.

Un hombre que se va...
Eduardo Zamacois

Foto: Inge Morath

jueves, 26 de abril de 2012

LA SALUD PARA EL QUE LA PAGUE


EL DECRETO MIKADO
El decreto Mikado ordenaba a los japoneses quitarse el sombrero ante los funcionarios. Este decreto fue reemplazado por otro que ordenaba sustituir los sombreros por gorras, pero claro, como va a ir la gente por la vida de gorra, así que un nuevo decreto prohibió toda clase de cobertura en la cabeza; finalmente llegó la  orden de "cortarle la cabeza a todos los que no fueran funcionarios para que no pudieran llevar ni  sombreros ni gorras".

EL DECRETO MARIANO
Mariano Rajoy  llevó a las elecciones un programa que no se corresponde con los hechos; pues entonces, peor para los hechos. Un ejemplo es la sanidad, primero dice que la sanidad seguirá siendo universal y gratuita, luego nos quita el sombrero y dice que hay que instaurar el copago para jubilados e incrementarlo para el resto. Lo siguiente será cortarnos la cabeza y entregarla en bandeja de plata a las aseguradoras y servicios de salud privado.
En el fondo lo que pretende el PP es desmontar los servicios de salud publica, quedando estos solo, para los trabajadores,  jubilados y pobres; lo mismo que con la  educación, aumentando tasas y retirando becas.
De la derecha siempre nos acordamos de lo que hace bien, al contrario de la izquierda, de la que siempre nos acordamos de lo que hace mal, de esto precisamente es de lo que se aprovecha el partido popular. Yo que tengo buena memoria, para lo que me interesa, me acuerdo de que El PP es heredero del AP de Manuel Fraga Iribarne, que en su momento se opuso a la Sanidad y educación Universal y gratuita para todos los españoles.  

GÁRGOLAS

LLUEVE,
qué
bien habláis
vosotras, gárgolas,
vosotras

sabéis nombrar
el agua,
vosotras, redentoras,
fresco alivio,
impensado caudal,
ojos del cielo,

sobre el fracaso
de nuestra palabra.

Antonio Moreno

miércoles, 25 de abril de 2012

EL NEGOCIO DE LA BANCA y (2)


Mientras sus clientes fueron campesino, no hubo ningún problema. La bancarrota no se produciría hasta que el tío Endre abandonara su cargo debido a una decisión basada en complicados enredos y mal entendidos familiares, y llegase a ocupar su puesto un banquero de la capital con ideas de reforma y modernización, y con la actitud propia del capataz de una hacienda colonial. El nuevo director, seguramente bien intencionado pero también irresponsable, concedió créditos hipotecarios de sumas elevadísimas a unos comerciantes de vinos polacos que en aquella época compraron toda la producción vinícola de la región montañosa de Hegyalja, y el banco perdió muchos millones en aquella transacción. Mi padre solía contarnos cómo consiguió salvar hasta el último billete de todos los ahorradores. Fue a ver al presidente de la entidad financiera de la capital, riquísimo y muy poderoso, totalmente insensible a los problemas de los afectados, se encogió de hombros ante su humilde petición y declaró algo así como: "Pues que esa gente pierda su dinero y ya está", mi padre le respondió en voz baja: "Bien, señor presidente, lo haremos así y perderemos todo lo que tenemos. Pero en el balance final también figurará su nombre, Excelencia. Entonces el presidente se puso nervioso, llamó al director con un timbre y le dijo cuando entró: "Pagaremos el cien por cien." Esas escasas y nobles palabras le costaron muchos millones al banco de Budapest, pero los ahorradores cobraron su dinero con los intereses correspondientes. Y yo  oí el relato de esa anécdota a menudo, como si fuese un hermoso cuento sobre la época heroica del capitalismo.
Confesiones de un Burgués
Sándor Márai
Salamandra

martes, 24 de abril de 2012

EL NEGOCIO DE LA BANCA (1)


La mayoría del dinero prestado por el BCE en marzo lo captaron bancos Españoles e Italianos. Los bancos Españoles 316.343 millones de euros, parte de ese dinero lo emplearon en comprar deuda pública. Es más chollo comprar deuda de los países en apuros, entre ellos España, al 5%, que dejarlo en deposito en el BCE al 0,25%.  

Uno de los recuerdos más luminosos, tersos y gloriosos de mi infancia es que en nuestra casa hubiese  un banco, un banco de verdad con cajero y dinero en efectivo, en el que solo tenías que presentarte y firmar un papel para que te diesen crédito. En aquella época, el negocio de la banca era así de sencillo y transparente. Los campesino llegaban por la mañana con su pan y su tocino, además de la botella de aguardiente y los papeles del catastro de su propiedad que el notario les había conseguido, y esperaban su turno. El mediodía era el momento de  llamada "censura", o sea, del examen en que los miembros de la dirección, dos curas viejos, el director del banco y el consejero jurídico, se reunían en "asamblea general" para decidir en votación préstamos de cien o doscientas coronas, tras lo cual se redactaban las letras de cambió pertinentes en el departamento de contabilidad y los clientes se llevaban el dinero a su casa por la tarde.
El edificio era propiedad del banco, y el director daba plazos más que generosos cuando se producían retrasos en el pago del alquiler y hasta concedía a los inquilinos algún que otro pequeño crédito.
El "tío Endre" dirigía el banco con mucho celo y decisión. El banco crecía y prosperaba solo, como cualquier banco que se precie, y el tío Endre únicamente tenía que encargarse de que en cada préstamo los empleados cumplieran las "condiciones bancarias". Creo que me resultaría muy fácil y gratificante retratar al director del banco como alguien más ocupado en estampar billetes de banco en la frente de unos músicos gitanos, según la costumbre, que sellos fiscales en los contratos.Pero entonces llegó un nuevo director y... (mañana más).
Confesiones de un Burgués
Sándor Márai
Salamandra 

lunes, 23 de abril de 2012

ERES COMO EL ECO



ERES como el eco
de la encrucijada,
que siempre responde
"te quiero" a un "te quiero",
y no quiere nada.

Pedro Barrantes

EL SENDERO DE LOS LIBROS

"La vida, hermanos, es como una ola del océano. Si permanecéis en la cresta, os llevará siempre a salvo a la orilla, pero si os dejáis hundir os arrastrará cada vez más lejos". Un mundo aparte es una novela de Gustav Herling en la que relata su estancia en un campo de trabajo soviético durante dos años. Allí conoció al joven Mijaíl Alekséievich Kostilev.

Durante el segundo año de escuela naval, Kostilev encontró en Vladivostok una pequeña biblioteca rodante privada, y en ella varios libros sucios y deshojados: Balzac, Stendhal, L´education sentimentale, la Confession d´un Efant du Siécle de Musset, y Adolphe , de Benjamin Constant. No esperaba leer nada excepcional en esos libros-su propósito era solamente aprender francés- pero el mundo que ellos le desvelaron superó sus más ardientes sueños, le pareció en verdad un mundo fantástico. Desde entonces vivió en un estado de continua agitación. Leía noches enteras y descuidaba el trabajo; dejó de asistir a las reuniones del partido, se volvió reservado, evitaba a sus mejores amigos. Varias veces intentó explicarme las sensaciones que el descubrimiento de la literatura francesa le había suscitado.
-Me consumía en el deseo ardiente de algo indefinible- me decía acariciándose la angulosa cabeza rapada con la mano sana-. Respiraba un aire distinto, me sentía como un hombre que, sin saberlo, había estado sofocado toda su vida. Tienes que entender que no se trataba de  los hechos, pues después de todo los hombres aman, mueren, se divierten y sufren en todo el mundo de la misma forma. No, era una cuestión de atmósfera. Todo lo que leía parecía suceder en un clima tropical, mientras que yo había vivido desde mi nacimiento en un desierto de hielo.
-Pero,Misha- le rebatía yo obstinadamente-, eso solo es literatura. No tienes una idea de la miseria y el sufrimiento que hay en Occidente.
-Lo sé, lo sé- y asentía con la cabeza-. También mi juez instructor decía lo mismo. Pero si alguna vez he conocido, aunque por breve tiempo, qué es la libertad, fue leyendo esos viejos libros franceses, Me sentía como una nave aprisionada por el hielo, y no es de sorprender que buscara huir hacia aguas cálidas...

Antes de que lo trasladaran al campo de Kolyma, Kostilev se arrojó a un balde de agua hirviendo en los baños del hospital.