sábado, 5 de marzo de 2011

LA COMPAÑÍA DE LOS LIBROS



La foto es de la Biblioteca Pública de Londres después de un bombardeo durante la segunda guerra mundial. Y el relato es de la novela: "Todo lo que se llevó el diablo" de Javier Pérez Andújar. Espero que este breve relato anime a su lectura.

Conocí a un músico que tocaba el violín en los cafetines y en los casinos, le contrataban siempre con el mismo pianista. No sé si te haces cargo, sólo tienes que imaginarte a un par de bohemios con capa y muertos de hambre, a la antigua usanza. Tu piensa en dos curas con la sotana llena de polvo y que no hayan comido en tres días. Pues lo mismo. El tío era más pobre aun que todo eso pero el caso es que prefería la pobreza al trabajo. Tocaba el violín para tener algo que le eximiera de buscarse una ocupación. y lo que de verdad le gustaba lo que prefería por encima de todas las cosa, era tumbarse a leer novelas de Harry Dickson. Se las sabía todas de memoria. Y mira que hay. Las aventuras de los hombres lobo, los vampiros que cantan, el monstruo de las nieves, los ídolos negros, las gorgonas resucitadas...El asunto es que una vez les llamaron a él y a su amigo de una casa muy adinerada  de Barcelona. Tenían que tocar en el cumpleaños de la hija de los señores. Aquella familia se había hecho rica con el algodón y ahora la hija se gastaba la fortuna de los padres  en hacer libros. No en escribirlos, eso es para ilusos. Ella los mandaba imprimir y los vendía. Vivían en un palacete de dos pisos, con muros blancos, balcones circulares, buhardillas de cristal y tejado de pizarra como si en vez del Tibidabo estuvieran en los Alpes. Un jardín con un estanque rodeaba toda la finca. Resulta que al violinista, que entre pieza y pieza le metía mano a los cócteles, se le cayó al agua el arco del violín y cuando se agachó para recogerlo se dio de narices con un sapo, que se le meó en los ojos, y al día siguiente ya estaba ciego. No sé cómo, pero el caso es que la hija de los señores se enteró, sintió pena del hombre y le mandó a su pensión un baúl con todas las novelas en los bolsillo. Entraba en todas las tascas pidiéndole a los parroquianos que le leyesen los libros en voz alta. Un día se me ocurrió decirle a Vicenc, porque el violinista se llamaba así, Vicente; le dije: Se habrá cubierto de gloria la señora con su regalo, Vicenc. Y va y me suelta que esas novelas eran el mejor regalo que nunca le podrían haber hecho. ¡Pero si ya no puedes leerlas mameluco! le contesté. Y entonces me responde: Pero tú no sabes la compañía que hacen.
           TODO LO QUE SE LLEVÓ EL DIABLO
           JAVIER PÉREZ ANDÚJAR
           TUSQUETS

viernes, 4 de marzo de 2011

EL PAMPERO



El aspecto de la llanura era diferente durante lo que llamaban allí un "año de cardos"; los cardos gigantescos que normalmente ocupaban áreas bien definidas o crecían en zonas aisladas, parecían de pronto surgir de todas partes y, durante toda una estación, cubrían la mayor parte del terreno. Aquellos años exuberantes, las plantas crecían tan apretadas como los juncos o las espadañas en sus lechos y alcanzaban mayor altura de lo habitual, llegaban a medir hasta tres metros. Resultaba asombroso ver crecer una planta que tiene hojas casi tan grandes como las del ruibarbo con los tallos casi tocándose entre sí. Si uno se quedaba entre los cardos en la época en que estaban creciendo, podía, en cierto sentido, oírlos crecer, porque las enormes hojas se liberaban de aquellas angosturas con una sacudida y producían una especie de crujido.

Para el gaucho, que se pasa más de media vida a caballo y que ama su libertad tanto como un pájaro, los años de cardos eran épocas de limitaciones odiosas.Cuando iba a caballo, se veía obligado a seguir los estrechos caminos de herradura y a encoger o estirar las piernas para apartarlas de las largas espinas. En aquellos tiempos primitivos y salvajes los gauchos pobres no solían tener otro calzado que un par de espuelas de hierro.

El cardo muerto suponía un incordio tan grande como el cardo vivo, y a veces seguían en pie, muertos y secos, durante diciembre y enero, cuando los días eran más calurosos y el peligro de incendio estaba en boca de todo el mundo. En esa época, la visión del humo en la distancia hacía que todos los que lo veían montaran a caballo y volaran a donde estaba el peligro, para tratar de detener las llamas haciendo un cortafuego. Una forma de hacer el cortafuego era echarle el lazo a unas cuantas ovejas del rebaño más cercano, matarlas y arrastrarlas a galope a través del denso bosque de cardos hasta que se limpiaba un hueco suficiente para apagar y extinguir las llamas con mantas de caballo.

Durante Diciembre y enero, mientras seguía en pie aquel mundo desolado, peligros y amenazador de los cardos muertos y secos como las yesca, el deseo y la esperanza de todo el mundo era la llegada del pampero, el viento del sudoeste, que durante el buen tiempo llega de modo muy repentino y puede soplar con extraordinaria violencia. Y por fin llegaba, normalmente por la tarde de un día de calor agobiante, después de que el viento norte hubiese estado soplando de forma persistente durante días como el aliento de un horno. Por fin, cesaba aquel viento odioso y una penumbra extraña, no producida por ninguna nube, cubría el cielo. Poco a poco, se iba formando un nubarrón, una nube pesada y oscura, como una montaña que se fuera haciendo visible a una enorme distancia en la llanura. Al cabo de poco tiempo, cubría ya la mitad del cielo, había rayos y truenos y empezaba a llover a mares, y en ese mismo instante, el viento golpeaba y rugía entre los árboles inclinados y sacudía la casa. A lo sumo en una o dos horas, todo habría terminado y, a la mañana siguiente, los odiados cardos habrían desaparecido, en todo caso, estarían caídos en el suelo.

Allá lejos y tiempo atrás
W.H. Hudson
El Acantilado

miércoles, 2 de marzo de 2011

FADO DE LA LUNA









CADA COSA

Cada cosa tiene su fulgor,
su música.
En la naranja madura canta el sol,
en la nieve el mirlo azul.
No sólo las cosas,
los propios animales
brillan con una luz acariciada;
cuando el invierno
se acerca a sus ojos,
la transparencia de las estrellas
se vuelve fuente de su respiración.
Solo eso hace
que duren todavía.
Así el corazón.

Eugénio de Andrade

martes, 1 de marzo de 2011

EL DISCURSO DEL REY

Esta es una película sobre Jorge VI, Alberto Federico Arturo Jorge, Berti para los amigos. Este rey era tartamudo y  debido a este defecto tenia grandes dificultades para hablar en público. Berti hubiera preferido más seguir cortando el Jamón, como duque de York, pero su hermano Eduardo VIII después de reinar trescientos veinticinco días con sus noches, abdicó , y, como no le gustaba el jamón york, fue nombraron duque de Windsor. Lo que hizo  Edu para seguir sin pegar un palo al agua fue encontrar a Walli. Wallis Simpson era una divorciada americana con la que se quería  casar pero eso no estaba permitido en la constitución inglesa. Al final Edu y Walli terminaron cortando bacalao en las Bahamas.
Si quieres ganar un oscar al mejor actor o actriz  tienes que representar un papel de rey o reina de Inglaterra. Los  nominados son:  Carlos y Camila VI.
¡A ver si  se hacen actores y se independizan de una vez! (Isabel II)

La película  me gustó, pero sin duda el personaje más interesante, divertido e ironico es Lionel Logue (Geoffrey Rush) que es quién ayuda al rey a superar sus dificultades con la tartamudez. Después de intentarlo con los mejores especialistas y no conseguir nada, Isabel la mujer de Berti, acude a  la destartalada consulta de Lionel con el que  mantiene el siguiente dialogo:

Isabel: Mi marido padece de tartamudez y tiene dificultades para hablar en publico.
Lionel: pues que cambié de profesión.
Isabel: No puede
Lionel: Lo tiene por contrato
Isabel: algo así.

En ese momento Lionel no sabía que Isabel era la esposa del futuro rey de Inglaterra y que tenía contrato hereditario e indefinido; además los ascensos en la empresa "Reina cuando te toque" se producían gracias a los descensos a la tumba del anterior . Después de seguir los métodos de Lionel, el rey mejoró mucho en su tartamudez, pero la prueba definitiva es el discurso que  Jorge VI tiene que dirigir a la nación explicando los motivos por los que Inglaterra le declaró la guerra a la Alemania de Hitler.  

La película que costó nueve millones de libras está siendo un Real negocio, ya que  se espera que recaude trecientos millones de dolares en todo el mundo. En España se está pensando hacer una versión de la película "El Discurso del Rey por Navidad". Seguro que gana el oscar al  mejor guión adaptado. ¡Porqué no te callas Miner!  

Mejor Película(El discurso del Rey)
Actor protagonista (Colin Firth)
Director (Tom Hooper)
Guión original (David Seidler)

lunes, 28 de febrero de 2011

LOS FUSILAMIENTOS DE SAN ISIDRO EN VALLADOLID


Cuando muere un hombre pobre
va solito al entierro,
pero cuando muere un rico
va la música y "er" clero.

Antonio Machado y Álvarez (Machado padre)





Mi abuela desde su casa oía cómo al alba ladraban los perros anunciando la llegada de las mujeres "bien" de Valladolid. A diario subían a la explanada de San Isidro, donde la rica familia Carrión tenía un pequeño hangar con una avioneta. Allí se organizaban puestos de churros y chocolate para ir viendo la llegada de los falangistas y de los guardias municipales. Llevaban detenidos en coches y camionetas a los que seguidamente fusilarían. Los fusilamientos de San Isidro en Valladolid, fueron un hecho trágico sobre lo que se ha escrito mucho. En París, estando junto a Marcos Ana, le conté a Arrabal el bochornoso espectáculo de los churros y el chocolate, y los fusilamientos en la explanada de San Isidro. Arrabal lo acabaría incorporando más tarde a una de sus obras.

Teodulfo Lagunero  
Memorias

domingo, 27 de febrero de 2011

CORRER

CORRER
JEAN ECHENOZ
ANAGRAMA

Me daba un poco de recelo leer esta novela, ya que cuando veo a alguien corriendo  me vienen a la mente todos los Forrest Gump del mundo y me entran ganas  de gritarles: ¡dejar de correr, que vais a morir igual pero más cansaos! Pues nada de eso, "Correr" se lee en poco más de dos horas, que es el tiempo que necesitó  Emil Zátopek para correr los cuarenta y dos Kilómetros de la maratón del Helsinki y, conseguir la medalla de oro.  La historia está narrada con gran  fluidez e ironía por el escritor Jean Echenoz. 

La hechos que se cuentan en la novela,  transcurren en el periodo que va, desde la invasión alemana de Checoeslovaquia a la toma de Praga por las tropas soviéticas  y cuentan la vida  de Emil Zátopek (La locomotora humana).  Esa máquina es un motor excepcional en el que se ha omitido montar una carrocería.Cierto que hay quien sostiene que su corazón está hipertrofiado, que tiene un diámetro por encima de la media y que late a un ritmo menor. Pero una comisión técnica médica, especialmente reunida en Praga a tal efecto, desmiente todos esos rumores y afirma que nada de eso, que Emil es un hombre normal, que únicamente es un buen comunista y que eso lo cambia todo. Emil solo corre de rojo, representando a su país en los estadios exclusivamente con el color de la revolución proletaria. Pero Emil no era tan buen comunista.

Cuando llega al poder Alexander Dubcek y abre el país a Europa,  Emil apoya esta apertura. Esto no es bien visto en Rusia y, los soviéticos invaden Checoslovaquia siendo Emil  destituido de su cargo en el ministerio de deportes, también se le da de baja del ejército y se le prohíbe residir en Praga. Y es reconvertido de atleta y militar  en el Basurero más aclamado de la historia.
Al cabo de esos seis años, la hermana mayor del socialismo y sus apoderados pragueses, que han convertido a Alexandr Dubcek en jardinero, deciden que Emil regrese a la capital, pues se les ha ocurrido la idea de ascenderlo y convertirlo en basurero. La idea parece buena, ya que la intención es humillarlo, pero no tarda en demostrase que no es tan buena. En primer lugar, cuando Emil recorre las calles de la ciudad tras el camión con su escoba, la gente lo reconoce de inmediato y todo el mundo se asoma a las ventanas para ovacionarlo. En segundo lugar, como sus compañeros de trabajo  se niegan a que él recoja la basura, se limita a correr a pequeñas zancadas, en medio de los gritos de aliento como antes. Todas las mañanas, a su paso, los habitantes del barrio donde le toca trabajar a su equipo bajan a la calle para aplaudirlo, vaciando ellos mismos su cubo en el camión. No ha habido en el mundo basurero más aclamado.

Emil Zátopek se da a conocer en el campeonato de las fuerzas aliadas que se celebra en Berlín, donde llega en tren con trasbordo en la ciudad Alemana de Dresde. A Berlín llega por la tarde  solo y muerto de hambre, se las ingenia para llegar al estadio donde le informan que la prueba no tendrá lugar hasta el día siguiente. Aparece un solo individuo detrás del cartel de Czechoslovakia, solo y vestido con un escueto pantalón corto y la parte superior de un descolorido chándal, el estadio entero se despepita de risa. Todo el público se levanta para verlo mejor. Los enviados especiales se sacan las libretas del bolsillo y se relamen salpimentando los adjetivos de que echan mano para reflejar adecuadamente la escena, los reporteros de noticiarios la filman y la fotografían encantados mientras afilan las uñas. Emili decide salir a toda velocidad, necesita poco tiempo para zafarse de sus adversarios más potentes. Es tal el ritmo que no tarda en sacarles una vuelta al resto de los corredores. Ante eso, ochenta mil espectadores se levanta a una gritando, pues Emil les depara un espectáculo nunca visto hasta entonces: tras sacarles esa vuelta a todos sus adversarios, comienza de nuevo a rebasarlos uno tras otro y, conforme ellos acusan el golpe  y aminoran lamarcha, él va acelerando cada vez más.

En Londres (1948) Emil consigue la primera medalla de oro del atletismo checoslovaco. El día que en que Emil debe correr los diez mil metros la atmósfera es pesadísima, agobiante, un tiempo de tormenta que no acaba de decidirse. Pero Emil lo pulveriza todo, lo aniquila todo. Al llegar a la meta, todo el mundo imagina que tras semejante esfuerzo, tras demostrar unos recursos a tal punto sobrenaturales, el diabólico Emil  no puede sino despolomarse. Pues nada de eso.Por el contrario, se pone a dar brinco por el estadio, va a buscar un vasito de agua a pequeñas zancadas. Regresa corriendo hacia la tribuna  de los vencedores, propina una cordial pero respetuosa palmada en la espalda al doliente Heino y, piruetado, se yergue en impecable equilibrio sobre las manos, corriendo incluso unos metros sobre ellas, por variar un poco.

En Helsinki consigue medalla de oro en los diez mil, cinco mil metros y la Maratón en la que corre con la más absoluta serenidad, contesta con breves gesto a los gritos del público  que se agolpan a su paso, intercambia alguna que otra broma con los ocupantes de los coches que siguen la carrear, guiña el ojo a quienes se  extrañan de su abrumadora superioridad. En estas mismas olimpiadas su esposa Dana Ingrova consiguió medalla de oro en lanzamiento de jabalina.Un poco Forrest Gump si que era, algunas veces cogía las botas, el mono,  un gorro de lana y, ¡Ala a correr kilómetros! 



miércoles, 23 de febrero de 2011

VIDA

Vladimír Holan


¿Quién llama a la puerta?
El carbonero de delantal negro.

Calor junto a la chimenea,
por unos días, diría al menos.

Pero antes de acabar el libro de tus sueños,
¿quién llamará a la puerta? ¡El basurero!

Vladimír Holan

lunes, 21 de febrero de 2011

ALLÁ LEJOS Y TIEMPO ATRÁS

ALLÁ LEJOS Y TIEMPO ATRAS
W.H. HUDSON
EL ACANTILADO


Allá lejos y tiempo atrás es un maravilloso libro de memorias en el que el autor evoca los años de infancia en Argentina. Hudson nos cuenta la  vida de la pampa (donde nació el 4 de agosto de 1841) y de los personajes curiosos que la habitan; nativos( gauchos), y, colonos (ingleses, escoces, irlandeses). Los padres de Hudson eran americanos descendientes de ingleses y en 1933 emigraron a Argentina. Hudson  cuando era niño le gustaba cabalgar por las planicies y observar todo lo relacionado con la naturaleza. En 1874 se fue para Inglaterra y no regresó. Murió en Londres en 1922 a la edad de 81 años. Su epitafio reza. "Amó los pájaros y los lugares verdes y el viento en el brezal. y vio el resplandor, de la aureola de Dios".

LA CASA
La casa donde nací, en la pampa sudamericana, tenía el pintoresco nombre de Los Veinti-cinco Ombués, y es que había exactamente veinticinco de aquellos árboles indígenas- de tamaño gigantesco y plantados lejos unos de otros para formar una hilera de unos cuatrocientos metros de largo-. El ombú es ciertamente un árbol natural de aquel suelo, de aquellas vastas y planas llanuras, y hay supersticiones muy curiosas ligadas a él, constituye una leyenda en si mismo. Pertenece a la rara familia Phytolocca, y tiene un perímetro inmenso-cuatro o cinco metros en algunos casos ; pero a mismo tiempo, la madera es tan blanda y esponjosa que puede cortarse con un cuchillo, y es totalmente inservible como leña pues, una vez cortada no llega a secarse sino que se pudre como una sandía madura.. Crece además, muy despacio y sus hojas, grandes, brillantes y de color verde oscuro como las hojas de laurel, son venenosas. Debido a esa falta de utilidad, lo más probable es que llegue a extinguirse algún día, igual que los elegantes herbazales pamperos de la misma región.

EL PADRE
Lo raro es que mi padre no estaba interpretando un  papel...sino que actuaba según su naturaleza. Es extraño tener que decir de alguien que sus virtudes mayores y más destacadas no eran sino defectos, puesto que, aparte de dichas peculiares cualidades, mi padre era una persona normal que en  nada se distinguía de sus vecinos, excepto tal vez, en que no ambicionaba hacerse rico a toda costa y en que era más amable y generoso con los demás que el resto de la gente. Carecía por completo del sentido del peligro, el instinto de supervivencia, que se supone que es universal, y había ocasiones en que aquel defecto extraordinario producía en mi madre una angustia indecible.

LA PAMPA
Dejamos atrás el terreno ondulado; tanto ante nosotros como a ambos lados, la tierra era absolutamente llana hasta donde llegaba la vista, verde, cubierta por doquier por la hierba de invierno, pero sin unas sola flor en aquella época del año. El centelleo del agua se hacia presente en todas aquellas extensiones. Había sido una estación muy lluviosa y la mayor parte de la llanura se había convertido en un gran lago poco profundo. No había otra cosa que ver, excepto rebaños de vacas y  manadas de caballos, de cuando en cuando, un jinete que galopaba por el llano y, cada mucho tiempo, un bosquecillo que marcaba el lugar donde se hallaba una estancia o granja de vacas y ovejas, aquellos bosquecillos parecían islas en medio de una región tan lisa como el mar.

PERSONAJES CURIOSOS
¿Qué opinión les merecía a sus vecinos el hombre de las seis esposas? Lo querían y apreciaban más que a ningún otro de su posición. Cuando a alguien le preocupaba alguna cosa  o tenía problemas, o una herida o enfermedad embarazosa, siempre acudía en busca del consejo, la ayuda y los remedios de don Evaristo, y si padecía alguna enfermedad mortal mandaba llamar a don Evaristo para que le redactara su testamento. don Evaristo sabía  leer y escribir y entre los gauchos tenía fama de hombre cultivado. Lo apreciaban más que a cualquier médico. Recuerdo que su cura para el herpes, una peligrosa dolencia frecuente en la región, era considerada infalible. La enfermedad se manifestaba en forma de una erupción, similar a la de la erisipela, que aparecía en medio de la espalda  y se extendía por la cintura hasta formar  un circulo perfecto. "Si el circulo no se ha cerrado aún, puedo curar la enfermedad", decía don Evaristo. Mandaba a alguien al río a buscar un sapo de buen tamaño, hacía que el paciente se desnudara y tomaba la pluma y el tintero para escribir con letras mayúsculas sobre la piel de la zona que quedaba entre los extremos de la región inflamada las palabras: En el nombre del padre..., etcétera. Después, cogía el sapo con la mano y lo frotaba suavemente sobre la parte afectada; el sapo irritado al verse tratado de aquel modo, se hinchaba y exudaba por su verrugosa piel una secreción venenosa de color lechoso. Eso era todo, ¡ pero el enfermo se curaba!

MENDIGOS
Aquellos mendigos no eran como nuestro digno mendigo a caballo, con su poncho rojo, sus espuelas y su alto sombrero de paja, que cabalgaba hasta tu puerta y, tras recibir su tributo te bendecía y seguía su camino hasta la siguiente estancia.


Jorge Cafrune- Guitarra dimelo tu

miércoles, 16 de febrero de 2011

GOTA DE ROCÍO Y DIAMANTE


La diferencia entre tú y ella
(a quien una vez preferí)
es fácil de apreciar: ella brillaba
como un diamante, mas tú brillas
como una gota de rocío
sobre el pétalo de una rosa roja.

La joven gota lleva en su mirada
montaña y bosque, mar y cielo,
y todos los cambios de clima;
un diamante, por el contrario, escinde
la visión en inútiles fragmentos
que nadie puede restaurar.



Robert Graves


Trad. Jordi Doce


martes, 15 de febrero de 2011

ALGO VA MAL (TONEY JUDT)

ALGO VA MAL
TONY JUDT
TAURUS

"Un  valeroso manifiesto: una declaración de principios progresistas, una vindicación de la legitimidad de lo público y de lo universal como valores de la izquierda"
Antonio Muñoz Molina

En Agosto de 2010 murió el historiador británico Tony Judet, los dos últimos años de vida estuvo afectado por una esclerosis lateral amiotrófica. Paralizado ya por la enfermedad comenzó este ensayo que ahora podemos leer en español.


En 2005, el 21,2 por ciento de la renta nacional estadounidense estaba en manos de sólo el 1 por ciento de la población.

En Suecia o Finlandia, dos de los países más ricos del mundo en cuanto a su renta per cápita o su PIB, la distancia que separa a sus ciudadanos más ricos de los más pobres es muy pequeña, y siempre están a la cabeza de los índices de bienestar.
Por el contrario, Estados Unidos, pese a su gran riqueza agregada, siempre figura abajo en esos indices. Estados Unidos gasta grandes sumas de dinero en sanidad, pero su esperanza de vida sigue estando por debajo de la de Bosnia y sólo es un poco mejor que la de Albania.

Preferirían que su esposa o su hija  tuviera las mismas probabilidades de sobrevivir a la maternidad que las mujeres de los demás países avanzados. Les gustaría disfrutar de una cobertura médica completa más barata, una esperanza de vida más larga mejores servicios públicos y menos delincuencia.Cuando se les dice que todo eso existe en Europa occidental, muchos estadounidenses responden: "¡Pero allí tiene socialismo! No queremos que el estado se inmiscuya en nuestros asuntos. Y sobretodo no queremos pagar más impuestos.
En Estados Unidos los impuestos se suelen considerar una perdida de renta sin compensación. Rara vez se considera la idea de que, también, podrían ser una aportación a la provisión de bienes colectivos que los individuos aislados no podrían permitirse nunca (carreteras, bomberos, policías,colegios,farolas, oficinas de Correos, por no mencionas soldados, barcos de guerra y armas).

La mayor parte de la población pensaba que una redistribución moderada de la riqueza, que eliminase los extremos de ricos y pobres, beneficiaría a todos. Condorcet había observado sabiamente que " al tesoro siempre le resultará más barato mejorar las condiciones de los pobres para que puedan comprar grano que bajar el precio del grano para ponerlo al alcance de los pobres". En 1960 esta tesis se había convertido de facto en la política de gobierno en todos los países.

En cambio hoy hemos vuelto a las actitudes de nuestros antepasados del comienzo d el era victoriana. Solo hay que escuchar las explicaciones del Bill Clinton o Margart Thatcher: sería un disparate hacer universal los beneficios del bienestar para todos los que lo necesitan. Si los trabajadores no están desesperados para que van a trabajar. Además así se conseguiría la disminución de los salarios y los costes de las empresas.


Cuando pagamos impuestos, damos muchas cosas por supuestas sobre nuestros conciudadanos. En primer lugar, también suponemos que ellos van a pagar impuestos; de lo contrario, pensaríamos que la nuestra es una carga injusta y acabaríamos dejando de pagar. Segundo, confiamos en que aquellos a los que hemos dado un poder temporal sobre nosotros recauden el dinero y lo gasten de forma responsable.

En Gran Bretaña, los recién privatizados grupos de Hospitales del Servicio Nacional de la Salud quiebran periódicamente: casi siempre porque se insta a que generen todos los beneficios posibles, pero se les prohíbe cobrar lo que el mercado puede soportar. Entonces los Trusts de hospitales (como el Metro de Londres, cuyo PPP se hundió en 2007) acuden al gobierno para que se haga cargo de la factura. Cuando ocurre en serie-como pasó con los ferrocarriles privatizados-, el efecto es una paulatina renacionalización de facto, pero sin ninguna de las ventajas del control público.

Entregar la propiedad a los empresarios permite al Estado desentenderse de sus obligaciones morales. Esto fue deliberado: en el Reino Unido, entre 1979 y 1996 (es decir, durante los años de Thatcher y Mayor), la proporción del sector privado de servicios personales subcontratados por el gobierno ascendió del 11 al 34 por ciento, correspondiendo  el incremento mayor al cuidado residencial de personas mayores niños y enfermos mentales. Los recién privatizados hogares y centros de atención lógicamente redujeron la calidad del servicio para aumentar los beneficios de un puñado de accionistas y empresarios. Mientras que los activos bancarios como porcentaje de PIB habían permanecido constantes en torno al 70 por ciento desde la década de 1880 hasta comienzos de la de 1970, en 2005 superaba el 500 por ciento. A medida que crecía la riqueza agregada, aumentaba la pobreza de la mayoría de las regiones fuera de Londres y al norte del río Trent

Las elecciones al Parlamento, al Senado y a la Asamblea Nacional siguen siendo nuestro único medio de convertir  la opinión pública en acción colectiva dentro de la ley. Así que los jóvenes no deben perder la fe en nuestras instituciones políticas.

La reacción contra los mercados financieros no regulados- y las ganancias grotescas desproporcionadas de unos pocos en comparación con la perdidas de tantos- han obligado al Estado a intervenir en todas partes. Pero desde 1989 habíamos estado congratulandonos de la derrota última del todo poderoso Estado y, por lo tanto, no estamos en condiciones de explicarnos por qué y para qué es necesaria la intervención.

El llamado milagro económico de Irlanda consistió en un régimen no regulado de bajos impuesto, que como era de esperar, atrajo la inversión y el dinero caliente. La inevitable caída en los ingresos público se  compensó con fondos de la denostada Unión Europea, aportados sobre todo por las presuntamente ineptas "viejas" economías de Alemania, Francia y Países Bajos. Cuando el grupo de Wall Street se desmoronó, la burbuja irlandesa estalló. Y va a tardar en hincharse otra vez.