CUARENTENA

ESPAÑA:
(6-4-20)
             634:12418=0,05  (5,10%)

ASTURIAS
                  6:80=0,075     (7,5%)

EL ultraconservador Ministro israelí Yakoov Lizman declaró hace unas semanas que el coronavirus era un castigo divino a la homoxesualidad. Yakoov acaba de dar positivo en la prueba del Covid 2019. A ver ahora quién es el guapo que dice que tuvo contacto con Yakoov.

"MILAGRO en la celda siete" del director turco Mehmet Ada es un drama que, por increíble que parezca, resulta maravilloso. Un hombre con discapacidad intelectual es encarcelado por la muerte de una niña. Para recuperar a su hija tiene que demostrar su inocencia. El actor que interpreta al discapacitado lo borda, pero nada comparable a la preciosa niña que hace de hija. 

ME acuerdo cuando decía que la mejor edad era la cuarentena. Ahora, que llevo encerrado en casa veinte días, añoro los diez años que me duró la anterior cuarentena.

ABC, El Mundo y otros medios conservadores se niegan a asistir a las ruedas de prensa de Pedro Sánchez. Yo no veo cual es el problema, pueden hacerse ellos mismos las preguntas y luego, como siempre, inventarse las respuestas. ABC no quiere más portadas infames. Las gastó todas con ese señor del bigote que gaseaba judíos.

EL 8 M fue un chivo expiatorio porque ese día la gente fue a no se cuántos partidos de fútbol, iglesias, reuniones familiares, mítines y banquetes...Cuando de todo eso eliges una sola cosa es que estas buscando un culpable. Una conducta por otro lado que hoy en día parece habitual. Por señalar, a mi me gustaría saber cuando la OMS tuvo conciencia de que esto sería un problema grave. Porque son los que tienen la obligación de saberlo y avisarlo. Eso lo sabremos cuando todo pase y podamos medir si fue una calamidad o un desastre. AMELIA VALCÁRCEL

UNA de las cosas que más temo son las consecuencias económicas de la pandemia y que la gente, desesperada, busque soluciones en un partido fascista como VOX

LA inflación, el paro, la crisis política y, no en menor grado, la estupidez extranjera había soliviantado al pueblo alemán. Quién prometía orden podía contar con centenares de miles de seguidores. Pero todavía no nos dábamos cuenta del peligro. Los pocos escritores que se habían tomado de veras la molestia de leer el libro de Hitler, en vez de analizar el programa que contenía, se burlaban de la ampulosidad de su prosa pedestre y aburrida. EL MUNDO DE AYER (Stefan Zweig)

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