viernes, 27 de marzo de 2020

ESCUCHA SOLO AL QUE SABE

UNO va hacer la compra por imperativo legal. A la salida de Mercadona hay un dispensador de Gel. No llevo guantes ni mascarilla. Leo las recomendaciones de un "experto" para hacer la compra y llegó a la conclusión  de que tendría que poner los alimentos en cuarentena o ducharme con ellos al llegar a casa.

HOY desde mi ventana vi a una chica que se desmayó en la acera, la gente guardaba la distancia recomendados por ella misma. Entre los que la auxiliaban estaba un antiguo compañero, Esteve , que le proporcionó una manta que le habían tirado desde una balcón. Llevo la contabilidad cada día y hoy a sido el peor, setecientos setenta y nueve.

MI madre ponía en una sartén con aceite un trozo de pan y, en algunas ocasiones dos, había más de uno pendiente del color del termómetro natural que era el pan. Cuando llegaba al punto justo de fritura lo comíamos con gran placer. La misión del trozo del pan, además de calibrar la temperatura, servía para refinar el aceite y quitar su fuerte sabor. Las impurezas quedaban en el pan. Por un mendrugo empecé a perder mi pureza original. 

CUANDO se dan consejos de cómo protegerse contra el coronavirus me acuerdo de las bicicletas; las había con protector de cadena y sin él. Los que utilizaban una bici sin protector recurrían a una pinza que sujetaba el pantalón para que no se enganchara en la cadena. El virus es una cadena de la que la gente se protege con guantes y mascarillas. Yo utilizo, la pinza, el lavado de manos como protección contra la cadena.

EN la época en la que yo estudia FP utilizabamos estaño para soldar las placas de los circuitos impresos. El estaño es un metal que casado con el hierro se transforma en la dúctil hojalata o, combinado con cobre, el respetable bronce. En cierta ocasión oí lo de "el llanto del estaño" y me acordé de las bolas en forma de lágrimas que se desprendían de los soldadores. El llanto era, en realidad, una peste que lo deterioraba a bajas temperaturas y quedaba hecho polvo. Lágrimas de tristeza.

DESDE hace unos días solo presto atención a la gente que aporta argumentos científicos sobre la pandemia. Ayer escuché con suma atención a la investigadora Helena Legido Quigley profesora asociada a la Universidad de Singapur, que entre otras cosas dijo, que la respuesta de los países europeos fue lenta y que estamos pagando los recortes en servicios sanitarios e investigación. Recomienda Test, test y test. Dice que ahora no es el momento de las culpas. 

ESCUCHO una idea que puede ser buena: declarar toda la Semana Santa como festiva. Con lo que se conseguiría disminuir los desplazamientos a los lugares de trabajo.


APUNTES
Estaño


    

2 comentarios:

  1. Esteve (aunque dijéramos Estévez). Yo también entiendo que el común de los mortales con lavarse las manos y no llevarlas a los orificios, libramos.

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  2. Esteve estuvo solidario. Espero que estéis bien, un saludo.

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