Me gustó mucho esta película de Roman Polanski en la que se trata el caso Dreyfus. En 1894 el capitán Alfred Dreyfus es acusado y condenado a la isla del Diablo por espionaje. Tanto en la investigación como en la sentencia pesó más la condición de judío del acusado. Subalternos y superiores crearon una serie de pruebas falsas solo para condenarlo. George Picquart uno de los superiores de Alfred Dreyfus, que asistió al juicio en calidad de oyente, fue promovido en el año 1895 a jefe del servicio de inteligencia del ejército. Allí descubre algo que le hace ver que Alfred Dreyfus es inocente y a pesar de que no siente demasiado aprecio por los judíos antepone su profesionalidad para demostrar la inocencia del capitán Dreyfus. En el año 1898 Émili Zola saca a la luz el caso con su alegato "Yo acuso" aunque en la opinión pública pesa más la condición de judío de Alfred que su inocencia. Cine del de antes filmado con sobriedad pero con un dinamismo que hace que la película te pase en un suspiro.
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