LA ADUANA DE LAS TINIEBLAS

EL domingo murió M.L. Detrás del coche fúnebre iba el camión de la mudanza con todo lo acumulado en ochenta y nueve años de vida. M.L. habían puesto hace años una calefacción en la casa, pero, siempre hay algún pero que poner, P. nunca vio un camión de Gasoil. El camión de la mudanza fue requisado como contrabando en la aduana de las tinieblas. Me voy a tomar un vino siguiendo la costumbre cordobesa: "el que después de un entierro no bebe vino, el suyo está en camino".

No todos los asesinatos son iguales, cómo quiere hacer creer VOX, algunos son inevitables por imprevisibles. El de una mujer maltratada se puede evitar. Vox lo utiliza por rédito electoral, sus votantes son muy machotes.

L., que tenía leña apilada en el portal empezó a notar que le faltaban leños. Cómo L. no vive habitualmente en la casa encargó a R. que vigilara a ver si veía a alguien robar la leña. R. vio como PC. acercaba su coche hasta la casa y la cargaba. El final de la historia no la se hasta que no vea a L. De lo único que estoy seguro es que a PC cuando le llegue la hora va a ir para el otro mundo ligera de equipaje.

LA lombriz solitaria es muy fiel, se pasa la vida apareandose consigo mismo, ya que en cada uno de sus doscientos segmentos posee un elemento masculino y femenino. En VOX hay mucha lombriz solitaria.

EN cierta ocasión leí que el alimento preferido de Matusalén era la leche cuajada. El patriarca vivió 969 años. No sabemos si los vivió o se le hicieron así de largos bebiendo leche. Yo me apunto a lo que decía aquel italiano sobre el agua: es una lastima que beber agua no sea pecado. Me sabría a gloria.

Hoy, mientras desayunaba filipinos, leí un articulo de Vargas LLosa del año 2006 en el que decía que los emigrantes hispanos habían enviado 45.000 millones de dólares a sus países de origen lo que supuso para EEUU un incremento de la renta nacional de cuatro veces lo enviado. A lo mejor ahora después de saborear las mieles del Premio Nobel y desayunar todas las mañanas con la filipina ya no piensa lo mismo. ¡Ay! ese punto filipino.

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