LA ola de calor ni siquiera nos rozó. Olor a hierba recién segada. Al anochecer, aroma de estramonio y don diego. Recoger guindas y fresas silvestres para hacer anís y mermelada. Dormir con la ventana abierta contemplando a Mercurio. El infierno son los otros.
EL amor de los padres de X., como el de casi todos, comenzó con el fuego de la pasión. Con el trascurso de los años se dejaron de hablar aunque convivían bajo el mismo techo. Según X. en el invierno gastaban más leña de lo normal, R. se calentaba con la chimenea del salón y, su mujer, con el fuego de la cocina. Lo que empezó en gananciales terminó en separación de fuegos.
UNA piedra, preciosa, en el camino me enseño que mi destino era rodar y rodar. El diamante y el zafiro eran la punta de las agujas que surcando los discos de vinilo hacían brotar la música a 33 revoluciones por minuto.
EL calentamiento atmosférico abre nuevas rutas para la navegación. Las navieras están experimentando con buques rompehielos en el Océano Ártico. El hielo del océano está en mínimos histórico. N., mecánico naval, me estuvo contando como funcionan los rompehielos, buques de gran potencia que con su peso oprime el hielo y lo hace pedazos.
LA flota rusa durante el asedio a Leningrado estaba bloqueada en torno a la isla Kronstadt. Lo que separa a la flota Soviética de sus enemigos no es la extensión azul de las olas marina, sino un inmenso pavimento de mármol liso y glacial, sobre el cual la infantería finlandesa, provistas de esquíes, se lanza, digamos, al abordaje de los acorazados rusos en las noches sin luna, iluminados solo por el resplandor azul del hielo (el hielo tiene una luminosidad propia, una luz diáfana que surge del fondo de los abismos marítimos). El Volga nace en Europa.(Curzio Malaparte)
AL padre de M. se le daban tan bien los injertos que en un mismo árbol hacia que brotaran tres variedades diferentes de manzanas.
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