martes, 19 de marzo de 2019

DOÑA EULALIA DE BORBÓN. MEMORIAS

LAS memorias de Eulalia de Borbón comienzan con su nacimiento en 1864 y terminan con la proclamación de la República. Eulalia, hija menor de Isabel II, vino al mundo en una Europa monárquica. Cuando nací todos deseaban un hijo varón así pues cuando la salva de los cañones se detuvo en la quince las demostraciones hostiles abundaron en calles y plazas. Mientras, yo, recién nacida era mostrada en bandeja de plata a embajadores y palaciegos mi madre escuchaba llorando aquella manifestación de airada disconformidad del pueblo madrileño. Eulalia se codeó con toda la aristocracia europea. Tiempos gratos los míos de genuflexiones, besamanos, plumas, armiños y diademadas que relumbraron a la luz azulona de los mecheros. En carruajes que parecían vitrinas pasaban las mujeres vestidas de seda y todo era suave y lento en el vivir, en el hablar y en el desear. Todo este mundo se vino abajo después de la Primera Guerra Mundial. Se hizo ferviente admirado de dictadores como Mussolini- En diez años, el puño de hierro del Duce había creado una nueva y maravillosa Italia- Primo de Rivera, al que había colocado su sobrino el rey perjuro Alfonso XIII para tapar la implicación del monarca en el desastre de Annual. El Rey disolvió las cortes y no las volvió a convocar a los tres meses como mandaba la constitución. Eulalia de Borbón se casó con su primo Antonio de Orleans, el velo de novia, regalo de su suegro El duque de Montpensier costó diez mil francos. Eulalia se terminó separando de Antonio de Orleans por su vida disoluta, en seis años se gastó más de cincuenta millones de francos de la época. Apasionantes memorias muy difíciles de encontrar. Un ejemplar de Castalia, que no debería de costar más de veinte euros, se encuentra en Amazón por cien.


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