martes, 18 de marzo de 2014

VIEJA AMIGA

ES ajena y extraña. Si la observas
no puedes evitar el sonreírte.
A nadie le interesan sus manías
-no digamos a ti que las conoces-.
A veces finges crédito a su historia
para no entristecerla.
                                Mas con todo
has aprendido a valorar su astucia:
si su encanto ya no es el de una joven
hay días que aún consigue seducirte.

Los años van haciéndola más vieja,
un poquitín ridícula y sin duda
irritante.-¿De qué modo tratarla?-
Debes tener paciencia, pues al cabo
qué hacer si no.
                         Se trata de tu vida.

Fernando Ortiz

                                          

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