martes, 18 de marzo de 2014

CONFESIONARIO DE PAPEL

En uno de sus "Dialogos con Goethe" cuenta su fiel secretario Eckermann que el maestro asignaba a la memorias el escalón más bajo en la jerarquía de los diversos géneros literarios, argumentando con mucha razón que cualquier hijo de vecino podía escribirlas, pues no se necesita imaginación, inventiva ni arte.  (Mariano Rawicz)

Cuando a la memoria se le echa imaginación entonces tenemos Confesionario de Papel que se lee como una novela pero también como un diario, un libro de viajes, de historia o unas crónicas de la época. Por esas cosas de la fortuna y de Hemeroflexia lo topé medio abandonado en unas estanterías de la biblioteca del Fontán de Oviedo donde, en dieciséis años, fue sacado ocho veces. Estaba más arrinconado que yo en mi casa, que vivo en el cuarto de los trastos. Cuando el mundo descubra que yo y Confesionario de Papel somos patrimonio de la humanidad, entonces llegará algún listo y nos joderá la vida poniéndonos en deposito "solo se puede consultar".
De Mariano Rawicz, cuenta su hija, que fue un hombre de grandes habilidades intelectuales y artísticas: políglota, dibujante, gran lector y conversador. No he conocido a ninguna persona que escriba simultáneamente con ambas manos de derecha a izquierda y de izquierda a derecha una frase completa. Cuando se lo conté a mi mujer me dijo que antes de conocerme a mi nunca había visto a nadie comer a dos carrillos, lo mismo para la comida que para la cena. Seguiremos informando sobre Confesionario de Papel a los más que improbables lectores de este blog.

3 comentarios:

  1. Hola soy un improbable lector de este blog. Llegué por lo de Rawicz, y también debo ser uno de los improbables privilegiados que ha leído las memorias de Rawicz (descubrí el libro el 2015, y me tomó un año tenerlo en casa un tiempo como visita ilustre).
    Saludos

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  2. No las he leido pero las obtendré como sea. Lo conocí en los 50 y tantos en Santiago, Chile y buscaba mayores antecedentes sobre su persona. Se contaban muchas cosas novelescas sobre él, no las creía pero tampoco quise preguntarle para no parecer indiscreta, ya que el era muy mayor (unos 46 años).
    Cordiales saludos

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