Me he equivocado. Cometí un error y los errores se pagan...en negro. El negro es el guionista de esta historia, lo mismo sirve para un presidente que para un Rey. Lo Siento mucho. Me he equivocado y no volverá a ocurrir (El Rey de Copas). Me he equivocado. Yo creía que mi Tesorero era inocente y qué, a Suiza, iba esquiar y no a poner negro sobre blanco. La silenciosa Nieve, qué es muy escandalosa, deja rastro. Un negro sobre un trineo no es el Rey Baltasar sino Papá Noel repartiendo sobres y regalos: para El Rey, un damero, le gustan mucho las Damas, para el presidente, un Ajedrez. Al monarca le gusta comerse rápido a la dama. Al presidente el enroque largo, que los problemas se eternicen. El Tesorero, en lugar de andar por los escaques, cómo el presidente, le gusta más El órdago a la Grande. Y mientras tanto los demás haciendo solitarios.
-¿Cuándo quedamos para hablar de lo nuestro que fue tan bonito?
-Nunca más. Fin de la cita.
-¿Cuándo quedamos para hablar de lo nuestro que fue tan bonito?
-Nunca más. Fin de la cita.
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