jueves, 14 de octubre de 2010
ROBERTO JUARROZ
LASTIMÉ una mariposa
durante un sueño.
Y no sé ahora cómo hacer
para no soñarla de nuevo.
Otra mariposa
se me acercó despierto:
era la misma mariposa.
Tal vez un pacto
entre el sueño y la vigilia
me impida en adelante
reconocer otra.
O mutilado por un sueño
ya sólo puedo ver
esa única mariposa.
ME FALTA tiempo,
pero me sobra eternidad.
Tiempo y eternidad ahora:
dos corrientes simultaneas.
No puedo aguarda que el vaso se llene,
pero el vaso está lleno.
Debiera haber por lo menos dos vasos;
un vaso para estar lleno,
otro para estar vacío.
PERIÓDICAMENTE,
es necesario pasar lista a las cosas,
comprobar otra vez su presencia.
Hay que saber
si todavía están allí los árboles
si los pajaros y las flores
continúan su torneo inverosímil,
si las claridades escondidas
siguen suministrando la raíz de la luz,
si los vecinos del hombre
se acuerdan aún del hombre,
si dios ha cedido
su espacio a un reemplazante,
si tu nombre es tu nombre
o es ya el mío,
si el hombre completó su aprendizaje
de verse desde afuera.
Y al pasar lista
es preciso evitar un engaño:
ninguna cosa puede nombrar a otra.
Nada debe reemplazar a lo ausente.
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