viernes, 31 de agosto de 2012

EL HOY DE NUESTRO GOCE

¿No comprendes
que las horas amargas vuelven siempre,
y el minuto feliz siempre va huyendo?
El hoy de nuestro goce
es el bello mañana del recuerdo.

Antonio Espina



jueves, 30 de agosto de 2012

VANIDAD

            Ser humo.
Pero salir por las rendijas y disiparse
y salir por la chimenea sin que nos vean.

           Ser agua.
Pero ¿dulce y prisionera en la cañería?
o ¿amarga y abandonada en el mar?

            Ser idea.
Pero fuera del cerebro ¿a quién importa?
y dentro
¿para qué sirve?
             Es verdad.
             No es verdad.

Antonio Espina


miércoles, 29 de agosto de 2012

LA IMPOTENCIA DE UN REY

El médico me dijo que no circuncidara a mi hijo, era algo sucio de clase baja". Tammy Schmitt residente en Kansas recuerda la gran presión que recibió  para que no circuncidara a su hijo hace siete años. En Alemania, el pasado junio un tribunal de Colonia declaró ilegal la circuncisión de niños por razones religiosas.

Un ridículo defecto anatómico puede arruinar una monarquía. Luis XVI llegó de rebote a Rey de Francia, su padre murió a los treinta y seis  años y su hermano se cayó del caballo balancín. El médico de la corte Lassones reconoce al rey Luis XVI y  pone de manifiesto que la impotencia del Delfín no es producida por ningúna causa espiritual, sino por un insignificante defecto orgánico, una  fimosis. Debido a su temor al cirujano pasó más de siete años sin consumar el matrimonio con María Antonieta. El emperador José (su cuñado Pepe) se trasladó especialmente a París para convencerle de los beneficios de la cuchilla. "Mira Delfín, esto ye igual que la Guillotina, pero en vez de cortar cabezas, las libera y, ¡Lo convenció! Cuando se casó con María Antonieta, Luisín, tenía dieciséis años y ella quince, la impotencia del monarca iba más allá de la alcoba, incluso llegó a ser un asunto de alta política, los embajadores de las diferentes naciones se interesaban por el asunto, siendo el embajador español, Conde de Aranda,el más celoso, llegando a sobornar criados para que examinasen las sabanas de la cama de los monarcas.Al fin todos fueron felices y María Antonieta mucho más y desde entonces se dedicaron al trabajo de toda monarquía: Hacer principitos.
 

lunes, 27 de agosto de 2012

MI CALLE

TODO lo que tengo está guardado
en lo que recuerdo...
Carlos Pujol



EN mi calle había una carbonería,
una panadería, un asilo de ancianos
y una tienda de ultramarinos, La Flor.
Avelino, el hijo de los dueños, murió joven.

Casa Castañón era un chigre,
tenía mesas de madera y serrín en el suelo.
Por mi calle pasaban unas señoras con un carro
¡ay sardines de ahora vives!
Mi madre prefería comprar en
la pescaderia de Anita.

¡Las otras eran unas sardineras!

Rionda tenía un llagar y una criada, Florinda.
El marido de Florinda era Zapatero en el portal
de la casa la Trolla.
Los toneles de Rionda tenian una trampilla
por la que nos metíamos a limpiarlos.

A cambio: ¡caramelos!

Mi calle era un pequeño mundo que
olía a Carbón en invierno y a Mar en verano.
Los Reyes nos traían
pistolas de restallu,
y a los más ricos, bicicletas.

Sabíamos que alguien había muerto
porque la gente se reunía en las aceras,
entonces un murmullo recorría mi calle;
cesaba cuando aparecía un coche negro y
bajaba un cura con sotana, entonces,
se hacia el más absoluto de los silencios.

Mi calle termina en la Mar.
Apoyados en la barandilla del paseo
veíamos salir los barcos del Musel.
Allá en el horizonte, está Inglaterra.
Que grande era la calle La Playa,
y que pequeña me parece ahora.

Miner







EL QUE MENOS TRABAJÓ EN LA CORTE DE LUIS XV

El que menos trabajó en la corte de Luis XV durante treinta y ocho años fue su confesor. El veintisiete de Abril de 1774 el rey, encontrándose de caza sufre un desfallecimiento y fuertes dolores de cabeza, regresa a Trianón su palacio favorito. El rey sufre !Las viruelas! En la cabecera de su cama está su amante la Du Barry. Cuando los médicos dan por perdido al Rey, le toca el turno a los sacerdotes pero estos, exigen antes de acercarse a su lecho que muestre su arrepentimiento y, para ello tiene que alejar de su lado a la concubina.
Una vez que Du Barry es alejada de palacio su confesor penetra en el dormitorio regio y al cabo de diecisiete minutos, medidos con toda exactitud por sus cortesanos, se abre la puerta y sale el confesor,  al que creyó durante estos años estar por encima de las leyes de la iglesia se le exige, antes de darle la absolución, que se arrepienta de sus pecados en publico.
Así que el Cardenal desde la antecámara del moribundo dice a toda la corte reunida lo siguiente: "Señores, me encarga el rey que les diga que pide perdón a Dios por todas las ofensas que contra Él ha cometido y por el mal ejemplo que ha dado a sus súbditos. Si Dios volviera a darle salud, promete hacer penitencia, proteger la fe y aliviar la suerte del pueblo". Brotando del lecho se oye un leve quejido y un murmullo que solo perciben los más próximos: "Querría haber tenido fuerzas para decirlo yo mismo"  
El rey es un cadáver hinchado y ennegrecido por la enfermedad y muere el martes 10 de Mayo de 1774.
"¡El  rey a muerto viva el rey!

María Antonieta
Stefan Zweig

viernes, 24 de agosto de 2012

CONCÉNTRICA II

EL sol es perseguido de cerca por el horizonte.
Envíen Guardia Civil.
Ya casi no queda tarde.

Antonio Espina

jueves, 23 de agosto de 2012

CADÁVER VIVIENTE

Para que unos vivan tienen que morir otros (gerente de la Funeraria "LaSiempreViva"). El último Presidente Constitucional, al que Alfonso XIII le concedió el titulo de Marqués de Alhucemas dijo, en un gesto de gallardía escénica, que los militares antes de dar un golpe tendrían que pasar por encima de su cadáver y como estos, con Miguel  Primo de Rivera a la cabeza, pasaron y el Marqués siguió entre los vivos, la gente le puso el mote de, "Cadáver viviente", mal negocio para la Funeraria. Manuel García Prieto, que así se llamaba el Marques de Alhucemas, inició la saga de los presidentes que no se enteran de nada, pues el golpe militar tuvo inspiración palaciega, precisamente para salvar la corrupción de la monarquía, buen negocio para La casa Real. La Saga de los Presidentes que no se enteran continua, mal negocio para el pueblo. 
Marqués de Alhucemas

martes, 21 de agosto de 2012

REGALO DE REYES

A mi madre, cada año, por Reyes,
los Magos de Oriente le traian, aún le traen,
Carbón. Ella, mi madre, lejos de disgustarse,
se lo echaba a la cocina de leña, y ella,
la cocina, en aquellos años de necesidad,
calentaba nuestra sopa de letras.
y nos abrigaba
con su calor.

David González

CAMBIAR DE CHAQUETA

Chaquetero es el que cambia de chaqueta. Al final de la  Segunda Guerra Mundial en toda Italia no se veia ni una camisa negra por la calle, como si los fascistas hubieran desaparecido. El color predominante era el "noledesmásvueltas". Todas las camisas negras se habían  vuelto grises.

Una de las cosas que más le gustó a Billy Bonano de la película de su boda era como revelaba la conciencia de clase de los mafiosos que asistieron. Bastaba observar como se vestían para determinar su rango dentro de la organización. Los hombres que ocupaban los peldaños más bajos asistieron a la boda con chaquetas blancas, mientras que los que estaban a un nivel medio, lugartenientes y cabecillas las tenían de color azul claro. Los mandamases de la organización, los jefes máximos, estaban vestido con esmoquines negros. Si durante la boda se hubiera producido una redada, lo más probable es que se hubiera producido un cambió de chaquetas masivas.  Aquí si que había armas de destrucción masiva y no en Irak.

El día antes de la felicidad (Erri de Luca) y
Honraras a tu padre (Gay Talese)


lunes, 20 de agosto de 2012

BENITO PÉREZ GALDÓS

"El destino -vestido de casualidad- me acercó a ellos".

Vivía Benito Pérez Galdós en el paseo de Alberto Aguilera, antiguo de Areneros. Era un hombre alto, huesudo, de semblante inexpresivo, cerrado a toda emoción. Vestía un traje de paño azul oscuro. Siempre, hasta su muerte vistió igual como si no hubiese tenido más trajes que aquel; y era- chismeaba la gente-, porque todos los que estrenó durante su vida, procedían de un gran corte de paño que compró, de joven, en un comercio de la calle Toledo. Tenía el maestro unos ojillos atisbadores, y penetrantes, pero no decían nada. Eran mudos, herméticos, como sus labios. El autor de "Misericordia" y José Martínez Ruíz-Azorín-, son los mayores silenciosos que he conocido.
Mientras yo explicaba mis pretensiones, don Benito parecía escucharme. A intervalos murmuraba complacido: "Vaya, vaya...", y así muchas veces. Muletilla o bordón con que sabia evitarse la molestia de hablar.

Un hombre que se va
Eduardo Zamacois