martes, 21 de agosto de 2012

REGALO DE REYES

A mi madre, cada año, por Reyes,
los Magos de Oriente le traian, aún le traen,
Carbón. Ella, mi madre, lejos de disgustarse,
se lo echaba a la cocina de leña, y ella,
la cocina, en aquellos años de necesidad,
calentaba nuestra sopa de letras.
y nos abrigaba
con su calor.

David González

CAMBIAR DE CHAQUETA

Chaquetero es el que cambia de chaqueta. Al final de la  Segunda Guerra Mundial en toda Italia no se veia ni una camisa negra por la calle, como si los fascistas hubieran desaparecido. El color predominante era el "noledesmásvueltas". Todas las camisas negras se habían  vuelto grises.

Una de las cosas que más le gustó a Billy Bonano de la película de su boda era como revelaba la conciencia de clase de los mafiosos que asistieron. Bastaba observar como se vestían para determinar su rango dentro de la organización. Los hombres que ocupaban los peldaños más bajos asistieron a la boda con chaquetas blancas, mientras que los que estaban a un nivel medio, lugartenientes y cabecillas las tenían de color azul claro. Los mandamases de la organización, los jefes máximos, estaban vestido con esmoquines negros. Si durante la boda se hubiera producido una redada, lo más probable es que se hubiera producido un cambió de chaquetas masivas.  Aquí si que había armas de destrucción masiva y no en Irak.

El día antes de la felicidad (Erri de Luca) y
Honraras a tu padre (Gay Talese)


lunes, 20 de agosto de 2012

BENITO PÉREZ GALDÓS

"El destino -vestido de casualidad- me acercó a ellos".

Vivía Benito Pérez Galdós en el paseo de Alberto Aguilera, antiguo de Areneros. Era un hombre alto, huesudo, de semblante inexpresivo, cerrado a toda emoción. Vestía un traje de paño azul oscuro. Siempre, hasta su muerte vistió igual como si no hubiese tenido más trajes que aquel; y era- chismeaba la gente-, porque todos los que estrenó durante su vida, procedían de un gran corte de paño que compró, de joven, en un comercio de la calle Toledo. Tenía el maestro unos ojillos atisbadores, y penetrantes, pero no decían nada. Eran mudos, herméticos, como sus labios. El autor de "Misericordia" y José Martínez Ruíz-Azorín-, son los mayores silenciosos que he conocido.
Mientras yo explicaba mis pretensiones, don Benito parecía escucharme. A intervalos murmuraba complacido: "Vaya, vaya...", y así muchas veces. Muletilla o bordón con que sabia evitarse la molestia de hablar.

Un hombre que se va
Eduardo Zamacois

domingo, 19 de agosto de 2012

HAY VIENTO Y LLOVERÁ


Cuando yo era un niño pequeñín,
do, re, mi, do, hay viento y lloverá,
una trastada sólo hacía reír,
pues un día y otro lloverá.

Mas cuando la edad de hombro yo alcancé,
do, re, mi, do, hay viento y lloverá,
a los granujas no quería ver,
pues un día y otro lloverá.

Mas cuando, ¡ay de mí!, me vine yo a casar,
do, re, mi, do, hay viento y lloverá,
con las bravatas no podía medrar,
pues un día y otro lloverá.

Mas cuando por fin llegué a la vejez,
do, re, mi, do, hay viento y lloverá,
con bebedores yo me emborraché,
pues un día y otro lloverá.

Mil siglos hará que el mundo comenzó,
do, re, mi, do, hay viento y lloverá,
pero da igual, la obra terminó,
y agradaros cada día es nuestro afán.

William Shakespare
El Rey Lear

(Traducción de Ángel- Luis Pujante)
Musero Evaristo Valle (Gijón)

viernes, 17 de agosto de 2012

LA RUEDA DE LOS DÍAS

No se para la rueda de los días,
incansable de luz y colores,
de silencios, un orden que resuena
en uno mismo igual que la nostalgia.
Carlos Pujol

Siempre queda hueco para la esperanza cuando la vida se vuelve tan desesperada  que nadie se preocupa por nosotros, entonces nos pertenecemos sólo a nosotros mismos...¿me entiende? nos convertimos en amos absolutos de nuestras vidas.

Un mundo aparte
Gustaw Herling




miércoles, 15 de agosto de 2012

¡MÁS LIBROS!

"¡DIOS!", dijo, "cuando le vendes un libro a alguien no solo le estás vendiendo doce onzas de papel, tinta y pegamento. Le estás vendiendo una vida totalmente nueva. Amor, amistad, humor y barcos que navegan en la noche. En un libro cabe todo, el cielo y la tierra, en un libro de verdad quiero decir. ¡Repámpanos!  Si en lugar de librero fuera panadero, carnicero o vendedor de escobas correrían a su puerta  a recibirme ansiosos por mi mercancía. Y heme aquí, con mi cargamento de salvación eterna. Sí, señor, salvación para sus pequeñas y atribuladas almas. Y no vea cómo cuesta que lo entiendan. Sólo por eso vale la pena. Estoy haciendo algo que a nadie se le ha ocurrido hacer desde Nazareth, Maine, hasta Washington. ¡Es un nuevo campo, pero vaya si vale la pena! Eso es lo que este país necesita: ¡más libros!".
El hombrecillo se burló de su propia vehemencia. "¿Sabe una cosa? Es cómico", dijo. "Incluso los editores, los tipos que imprimen los libros, no se dan cuenta de lo que estoy haciendo por ellos. Algunos se resisten a darme crédito porque vendo los libros  por lo que valen y no por los precios que ellos les ponen. Me escriben cartas sobre las políticas de los precios fijos y yo les respondo hablándoles de la política del mérito fijo. Que publiquen un buen libro y verán como lo venden a buen precio. ¡Eso les digo! A veces creo que nadie sabe tan poco de libros como los propios editores. Aunque supongo que es algo natural. La mayoría de maestros de escuela no conocen bien a los niños"

 La librería ambulante
Christopher Morley

martes, 14 de agosto de 2012

TU CASA ESTÁ LLENA DE VIDA

EN el alero del tejado, palomas
en el alféizar de la ventana, gaviotas.
En la puerta carcoma.
En las baldosas, entre las rendijas, musgo.
Por el patio de luces, gorriones.
A la luz del fluorescente, mosquitos y polillas.

Tu casa está llena de vida.

¿Por qué piensas entonces que eres pobre?

¿Por qué insistes en mudarte a una casa mejor?

David González


lunes, 13 de agosto de 2012

VITO GENOVESE

Cuando las fuerza aliadas entraron en Nápoles, en sus filas estaba un civil italiano que hacía las veces de traductor y oficial de enlace. Este hombre era muy entendido y colaborador, pero se negó a aceptar dinero de los norteamericanos, un gesto que rara vez habían visto. Por otra parte, los americanos quedaron impresionados cuando descubrieron que este hombre sabia de varios casos de corrupción y participación en el mercado negro por parte de miembros del personal civil y estaba dispuesto a informar  de estos casos a los oficiales  responsables. Tres oficiales americanos escribieron cartas recomendando a este hombre: Vito Genovese, un maestro en el arte de triunfar mediante el cambio de bando, pues durante el año anteiro, 1943, Genovese había trabajado con los fascistas.
Cuando Genovese salió apresuradamente de los Estados Unido en 1934, después de ser vinculado al asesinato de un rufián llamado Ferdinand Boccia, llevaba encima cerca de setecientos cincuenta mil dolares en efectivo, los cuales le permitieron comprar el favor de los lideres fascistas de la región en la que había nacido, cerca de Nápoles.

Honraras a tú padre
Gay Talese

domingo, 12 de agosto de 2012

NO PREGUNTES AL VIENTO

TE has cansado de dar, ya sólo quitas.
Con la sabia mesura del que cuenta
con una eternidad para hacer cosas,
vacías poco a poco el corazón
como un lago perdido entre arenales,
hiriendo sin matar, con ese tacto
sigiloso y ambiguo que parece
convertir el dolor en algo puro.
Aquí estoy sin saber cuál es la causa
del destrozo y el daño, prefiriendo
a veces ignorar ese por qué.
Asedian los espantos de la noche
y vuelan las saetas por el día,
aprisiona la red del cazador,
tropiezo con las piedras, voy pisando
monstruos, dragones, áspides y víboras
el tiempo es exterminio, nada queda
de lo que estaba en pie. Yo me pregunto...
De nada sirve preguntar al viento,
que es su propia respuesta en un silbido.

Carlos Pujol
Fragmento del libro de Job


viernes, 10 de agosto de 2012

LARGA CUERDA DE HUMANIDAD

Himmler: Así que es usted herr Rumkowski, el famoso judío rico de Litzmannstad.
Rumkowski: Soy rico, herr Reichsfüher, porque tengo a todo un pueblo a mi disposición.
Himmler: ¿Y qué hace usted con su pueblo, herr Rumkowsk?
Rumkowski: Con mi pueblo estoy construyendo una ciudad de trabajadores, herr Reichsführer.
Himmler: Pero esto no es una ciudad de trabajadores...¡es un gueto!
Rumkowski: Esto es una ciudad de trabajadores, herr Reichsführer.; y mientras estemos en deuda con ustedes continuaremos trabajando.

Cuando el Presidente pidió que el gueto fuera ampliado, para evitar la miseria social y las pésimas condiciones  sanitarias. El alcalde  de la ciudad de Lóndz, Werner Ventszi se inclinó hacia delante desde la elevada tarima en la que se hallaba sentado con el Amtsleiter Biebow  y formuló una solemne promesa:
Se hará como usted desea, Rumkowski. El gueto será ampliado.
Se ampliará con veinte mil nuevos judíos. Berlín ha decidido mandarlos procedentes tanto de los antiguos territorios del Reich como de los recién anexionados.
¡Veinte mil más de los suyos, Rumkowski!
No podemos permitir que su gueto sea mayor que eso.

Desde su atalaya en el tejado de la fábrica de ladrillos, Adam Rzepin veía cómo llegaban al gueto los judíos "extranjeros". Millares de personas en una sola fila, como una cuerda extendida sobre la baja línea del horizonte. Por encima de esta larga cuerda de humanidad, el cielo de octubre se arqueaba inmenso y desolador sobre la planicie. En un momento se veía raso y de un azul casi hiriente, al siguiente estaba encapotado por unos nubarrones negros que se formaban a gran velocidad. Y unos momentos más tarde, la laboriosa hilera de gente se había perdido en la oscura masa de nubes como engullida por ella. Cuando los recién llegados volvían a emerger, su equipaje, la ropa que llevaban puesta, todo estaba cubierto por una fina capa de nieve.

El imperio de las mentiras
Steve Sem-Sandberg