lunes, 26 de septiembre de 2011

OLOR A DECENCIA


Yo que moriré vendiendo las joyas
que nunca tuve
extiendo esta mano como si blandiera guante de encaje
que no conoció
porque hizo domesticas tareas
con sentido histórico hartazgo y cierta dignidad
yo que moriré
espero limpia y perfumada y es probable con olor a decencia
no olvidaré el escenario inaugural
donde se encendieron y apagaron las luces
donde creció mi adolescencia y murió mi juventud.

"Regreso a la patria" 1989
Juana Bignozzi


LAS MOIRAS O DIOSAS DEL DESTINO

"A mí la única prudente,
se siguió confiando el ordenar;
mi rueca, siempre viviente
no se precipitó jamás.
Entran hilos, se devanan,
todos mando a su lugar;
ni uno dejo que resbale,
en su circulo han de entrar.
Si alguna vez me olvidara,
temería por el mundo;
las horas corren, los años pasan,
y el Tejedor cogería la madeja".

Versos de Láquesis (5333 a 5334) 
Fausto de Goethe,


sábado, 24 de septiembre de 2011

EL ÁNGEL ROJO


El Holocausto español 
Paul Preston
DEBATE

"Morir por las ideas, nunca matar por ellas"
Melchor Rodríguez

Después de leer este magnifico libro de Paul Preston, una de las figuras que más me interesó, fue la de Melchor Rodríguez, una especie de Schindler a la española. Desde su cargo de delegado especial de prisiones en el Madrid sitiado salvó miles de vidas. En el entierro de Melchor en 1972, en pleno franquismo, se cantó a las barricadas. Martín Artajo, leyó un poema y rezó un padrenuestro, el féretro se cubrió con una bandera anarquista y, estos y los franquistas se fundieron en un mismo adiós.


Un ejemplo del afán vengativo de la "justicia" franquista, que alcanzaba incluso a los que habían trabajado para atajar la represión en la zona republicana, fue el caso de Melchor Rodríguez, cuyos empeños y logros en salvar la vida a un buen número de derechistas en Madrid había llevado a varios de sus compañeros anarquistas a creerle sospecho de traición. Incluso su esposa acabó convenciéndose de que, por lo menos, se había dejado utilizar ingenuamente por la Quinta Columna, y al principio de 1939 lo abandonó cuando Rodríguez se negó a reconocer tales extremos. Tras aceptar que la Junta de Casado lo nombrara alcalde de Madrid, fue quien entregó la capital a las tropas de Franco. A continuación, el 13 de abril de 1939, fue detenido, y juzgado por un tribunal franquista en diciembre de 1939. La enérgica defensa de Ignacio Arenillas de Chaves, un abogado del Ejército sumamente competente, hizo que lo declararan inocente, pero el auditor general de la Región Militar del Centro rechazó el veredicto e insistió en que volviera a ser juzgado. 
Melchor Rodríguez fue juzgado otra vez el 11 de Mayo de 1940, acusado de un crimen que se había cometido en Madrid cuando él estaba en Valencia. Dos días antes del juicio le asignaron un joven e inexperto abogado para su defensa, quien no pudo reunirse con su cliente ni recibió la documentación del sumario hasta que empezó la vista. El juicio estuvo plagado de falsos testimonios. El fiscal Leopoldo Huidobro Pardo, era carlista y además había puesto por escrito los recuerdos de sus espantosas experiencias en Madrid durante la guerra, que daban sobrada medida de su hostilidad hacia los miembros de primera linea de la CNT. Sin embargo, la posibilidad de refugiarse en la embajada de Finlandia le había salvado; una iniciativa facilitada por Melchor Rodríguez. Además, el odio que Huidobro sentía por la izquierda se alimentaba del sufrimiento que le provocó la muerte de su primo, el padre Fernando Huidobro Polanco*. Desconocía, claro está, que el sacerdote lo había matado un legionario por la espalda. Así pues, no es de extrañar que acusara a Melchor de prisionero sanguinario y exigiera para él la pena de muerte. Sin embargo, la farsa se vino abajo cuando el general Agustín Muñoz Grandes apareció de improviso para hablar en defensa de Melchor y presentó una lista de cerca de 2.000 derechistas a los que había salvado la vida; entre ellos, muchos aristócratas y uno de los fundadores de la Falange, Raimundo Fernández Cuesta. A diferencia de Peiró, Melchor no había sido ministro de La República, y el testigo principal que habló en su defensa era de un rango superior a cualquier otro de los presentes en la sala. La sentencia de muerte prevista fue conmutado por veinte años y un día de carcel; el 1 de marzo de 1941 ingresó en la cárcel de El Puerto de Anta María. Después, Muñoz Grandes, en calidad de capitán general de la I Región Militar, redujo la sentencia a doce años y un día, y le concedió la posibilidad de gozar del libertad provisional.
El Angel Rojo. La historia de Melchor Rodriguez, el anarquista que detuvo la represión en el Madrid Republicano.
Alfonso  Dominguez


*Con la legión hemos topado

El 11 de abril de 1937, el padre Fernando Hidobro Polanco perdió la vida en Aravaca, en las afueras de Madrid, supuestamente al ser alcanzado por un fragmento de metralla de una granada rusa. Este detalle contribuyó a que, en 1947, los jesuitas iniciaran el complicado proceso para su beatificación y canonización. Huidobro había salvado muchas vidas y había vivido como un verdadero cristiano. En el curso de la minuciosa investigación de la causa emprendida por el Vaticano, salió a la luz que Huidobro murió de un disparo por la espalda efectuado por un legionario de su propia unidad, acaso harto de los sermones del capellán. Al descubrir que fueron los franquistas y no los rojos quienes lo habían asesinado, el Vaticano archivó la causa.
Documentos de Hidobro,pp 475-476
Memorias y recuerdos 
 Iniesta Cano, Memorias y recuerdos

LA GLORIA DEL SOL



Una noche fui a tenderme en un campo de girasoles. Una selva de girasoles más bien, una auténtica jungla. Encorvados sobre sus tallos pelosos, dormían con la cabeza gacha, sus grandes y redondos ojos negros, de largas cejas amarillas, nublados de sueño. Era una noche serena, el cielo cuajado de estrellas desprendía destellos verdes y azules como el interior de una inmensa concha marina. Dormí profundamente y al amanecer me despertó un suave ruido. Sonaba como si un grupo de gente caminara descalzo por la hierba. Contuve la respiración y agucé el oído. Desde el campamento cercano llegaba el rugido apagado de los motores y el sonido de unas voces roncas que se llamaban las unas a las otras en el bosque, cerca del arroyo. Un perro ladraba a lo lejos. En el horizonte el sol resquebrajaba la cáscara de la noche, y se alzaba rojo y ardiente sobre la llanura refulgente de rocío. El ruido ganaba intensidad a cada minuto; en un momento dado parecía una quema de brozas, al siguiente, un gran ejército avanzando con cuidado a través de un campo de rastrojos. Yo contenía la respiración sin levantarme del suelo, y observaba cómo los girasoles  iban separando sus pestañas amarillas para, poco a poco, terminar abriendo los ojos.
De pronto me di cuenta de que los girasoles levantaban la cabeza y, girando con suavidad sobre su alto tallo, dirigían su gran ojo negro hacia el sol naciente al tiempo que dejaban oír un crujido cada vez más fuerte. Un movimiento lento, cadencioso, mayestático. La jungla entera de girasoles se volvía para admirar la gloria del sol en su primera hora, y hasta yo miré hacia oriente para ver el sol levantarse despacio entre los cárdenos vapores del alba y las nubes de humo azul procedentes de los incendios que ardían al fondo de la llanura.

Kaputt
Curzio Malaparte

miércoles, 14 de septiembre de 2011

DESPEDIDA


El verano se acaba.
Parece que fue ayer cuando llegó de súbito
en su carro de oro.
Venia, jubiloso, por los campos
y a su paso las tierras se colmaban
de espigas y de frutos.
Dispuso que las sombras se apartaran
del corazón del hombre y que creciera
la alegría en su pecho. Estaba todo
lleno del luz, de intensidad. Se hicieron
inmensas las mañanas, y las tardes
no terminaban nunca.
Daba la sensación de que el verano
iba a quedarse aquí ya para siempre.

Pero mirad; se acaba.
Y nos parece que fue breve en extremo
su prodigiosa estancia entre nosotros.
Mirad cómo se marcha; invicto, fulgurante
se aleja por los campos en su carro de oro.
Los días, poco a poco, van menguando.
Y un inicio de otoño que hay en el aire dice
que es muy fugaz la dicha.

Eloy Sánchez Rosillo





martes, 6 de septiembre de 2011

VIEJOS OFICIOS

Cabruñar



LAS TENERÍAS

Cerca del colegio, a un lado, estaba situada una tenería...¿No os inspiran un secreto interés estas viejas tenerías españolas, estas tenerías de Ocaña, estas tenerías de Valencia, estas tenerías de Salamanca que están al lado del río, no lejos de la casilla ruinosa en que vive la Celestina? Yo siempre he mirado con una viva emoción estos oficios de los pueblos: los curtidores, los tundidores, los correcheros, los fragüeros, los aperadores, los tejedores que en los viejos telares arcan la lana y hacen andar las premideras. Y recuerdo que cabe estas tenerías, que yo veía siempre curioso y ávido, había un callejuela que se llamaba de Las Fabricas, ¿Qué fabricas eran estas? Eran pequeñas fabricas que hay en los pequeños pueblos vetustos y opacos: tal vez una almona; luego, al lado, una almazara; después, más lejos, acaso uno de esos viejos alambiques de cobre que van destilando lentamente, asentados en grandes anafes negruzcos...
 La calle era corta, de casas bajas sin revocar; no vivía nadie en ellas; durante el invierno, los cofines del piñuelo puestos al sol, indicaba que estaban trabajando las almazaras, de cuando en cuando se asomaba un hombre con el traje grasiento, y los arroyuelos de alpechín corrían serpenteando por medio de la calle.
 En tanto, en la tenería se oía de rato en rato el bullicio de los zurradores; el viento arremolinaba ante la puerta los montoncillos de cerdas y lanas; y sobre los tejados pardos y bajos, a lo lejos, se escapaban de una pequeña chimenea el humo tenue de las almonas o del sosegado alambique.

Las confesiones de un pequeño filosofo
Azorín

Tenería,Curtidoría: Sitio o taller donde se curten y trabajan la pieles
Tundidor: El que iguala con tijera el pelo de los paños.
Curtidor: Persona que tiene por oficio curtir pieles. (aderezar las pieles)
Correcheros, guarnicioneros: Operario que trabaja o hace objetos de cuero, como maletas, bolsos, correas.
Aperador: Encargado de cuidar de la hacienda del campo y de todas las cosas pertenecientes a la labranza.
Tejedor: Persona que tiene por oficio tejer.
Premideras: Listones de madera que sirven de pedal para mover el telar.
Almazara: Molino de aceite.
Almona: Jabonería fabrica de jabón.
Anafes: Hornillo generalmente portátil.
Cofines: Cesto o canasto de esparto, mimbre o madera.
Piñúelo: Cisco con el hueso de las aceitunas después de prensada en el molino.
Alpechín: Liquido oscuro y fétido que sale de las aceitunas cuando están apiladas antes de la molienda, y cuando, al extraer el aceite, se las exprime con el auxilio de  agua hirviendo.

jueves, 1 de septiembre de 2011

¡BUENOS DÍAS MEDIANOCHE!

¡Buenos Días-Medianoche-
Ya vuelvo a Casa-
El Día-se cansó de Mí-
¿Cómo podría yo-de Él?

El Sol y su Luz era dulce lugar-
Me gustaba permanecer allí-
Pero la Mañana-no me quería-ya-
¡Así que-Buenas Noches -Día!

Puedo mirar-¿verdad?-
Cuando el Este está Rojo
Los Montes-tiene algo-en ese instante-
Que hace del Corazón- un extranjero-

No eres-muy razonable-Medianoche-
Yo elegí-el Día-
Pero-por favor acepta a esta Niña-
¡Se dio media vuelta y se fue!

Emily Dickinson

¿Qué es un rayo lunar?
Un rayo lunar, es un rayo solar de segunda mano. Aguado y falseado.
La luna que ahora asoma como un reptil detrás del campanario de la iglesia tiene cara de mal agüero. Sus rasgos me parecen deformados, deshechos, comidos por un sufrimiento sin nombre. Miserable hombrecito lunar, ¿Qué haces allá arriba?¿Te han condenado por falsificador- por falsificar la luz de la diosa solar?

Doctor Glas
Hjalmar Soderberg


martes, 30 de agosto de 2011

ALEJANDRO DUMAS Y ADAH MENKEN


Sobre la mesa en que escribo estas líneas tengo-momentáneamente- un retrato de Alejandro Dumas. No está Dumas solo en esa fotografía. En esa fotografía, vieja, casi descolorida por los años, pequeñita, del tamaño de una tarjeta, aparece, sentada en los muslos del novelista, recostada en su pecho, una muchacha de cara viva y sensual. La muchacha es Adah Menken, una volatinera famosa en París, allá por 1867. De ese año es la fotografía; su publicación produjo un enorme escándalo en la capital de Francia. El novelista promovió un proceso al fotógrafo, y lo perdió. Alejandro Dumas, en esa fotografía, aparece en mangas de camisa; su bigote hirsuto y su mosca destacan en su cara de mulato; sus ojuelos miran al objetivo de la cámara fotográfica.Amorosamente, mansamente, descansa en el regazo de Dumas la sugestionada muchacha. Todo respira desenvoltura, sensualidad y jovialidad en este hombre de redonda panza, crespa cabellera y hociquito saliente recubierto por las duras cerdas del mostacho.
Azorín

domingo, 28 de agosto de 2011

APENAS SENSITIVO (ANDRÉS TRAPIELLO)



Apenas Sensitivo es la última entrega de los diarios de Andrés Trapiello. La mejor sin duda . Con los diarios de Andres Trapiello siempre se plantea el dilema de si son novela o diario. Pues ahí va una opinión más: son unos diarios que se leen como novela, pero con la diferencia de que la novela el autor la confecciona a su gusto y en los diarios el gusto lo dispone la vida. "¿Miner y eso se te ocurrió a ti solo?". "Pues no, eso también se le ocurrió a Trapiello, a mi solo se me ocurren maldades":



...Claro que uno piensa estas cosas en una novela, donde todo acaba armándose a gusto de uno, pero la vida, caótica y sin sentido, se dispone de otro modo, y a los dos meses la guapa e inteligente, pierde toda la tranquilidad y todo el orgullo y manda a su marido inteligente a freír cuernos, y se larga con uno que no es inteligente, que come hamburguesas y disfruta haciendo cruceros organizados por el Mediterráneo. No lo quiera Dios.

La novela comienza con una carta del amigo X que

 "...Y no hagas caso a los lectores ya adictos del diario, ni en público ni en privado, porque (incluidos los amigos ) les cuesta más oponer reparos que mantener la discreta conformidad (también rutinaria)...Los diarios que has publicado constituyen ya por sí mismos un corpus considerable, y un logro, supongo, de la literatura española actual: urge, pues, cerrar el proyecto para preservarlo. Los riesgos de continuarlo, aun refundado o vigorizado, no garantizan ni mucho menos lo logrado hasta hoy, y de seguir por ese camino esos libros se convertirán en la expresión de un romanticismo suicida"

El X anterior no se si será el amigos X de la pagina 275, pero con amigos como éste  para que quiere uno enemigos.  El "poeta  y critico" X, como no tiene vida propia, se tiene que meter en la de los demás y, algunas veces como en estos diarios sale por donde el humo. La matraca  que cuenta de cómo acabó en la cárcel, no es tan intima como dice el tal (X,Y,Z); ya la contó no una, sino dos veces en sus diarios. Y claro, tiene que ser muy triste que no te lean ni los amigos.   

...el amigo X, en un rapto, inusual en él, empezó a hablar de sí en un tono emocionante y desconocido para todos los presente,  mostrándonos un aspecto humanísimo de su pasado, casi intimo. Lo inusual no fue claro, que X hablase de sí mismo, pues pocas cosas le gustan tanto, sino que lo hiciese de aquella manera.
Contó cómo acabó en la cárcel por una falsa identificación, cuando la policía le tomó por uno de los terrorista que pusieron la bomba de la calle Correo de Madrid que se llevó por delante a un buen numero de policías secretas y guardias que trabajaban en la vecina Dirección General de Seguridad, trece en total.
...Yo le pregunté al amigo X  por qué no había contado nunca ese episodio de su vida, siendo tan novelesco, y me dijo que no lo había hecho por eso precisamente, por novelesco. Bueno pensé, después de hoy lo contará.
Algunos de los presente, y así lo manifestaron cuando se fue, ignoraban que tuviese un corazón, y otros reconocieron que sospechaban que lo tuviera crudo, pero no desnudo.

Con estos diarios  uno se debate entre el placer de avanzar y  la pena de llegar al final. Después de leerlos  no suele uno encontrar lecturas que le  agraden. Y si añadimos a esto que utiliza palabras como por ejemplo, ¡Ala a mirar el diccionario! : Fiacre, Gatuperio, Chalán, Tumbaga, Espelunca de la depresión..., Tascarle el freno al ojo...Estercar. 
...Recordó que había conocido hace años al sobrino de Azorín, quién le aseguró que a su tío, ya viejo, no le gustaba viajar ni salir de casa, ya que tenía que ponerse dos lavativas para poder estercar. (esto se lo contó a Andrés Trapiello el escrito J.L).



sábado, 27 de agosto de 2011

"LA ESPERANZA"



"La Esperanza" es esa cosa con plumas-
Que se posa en el alma-
Y canta la melodía sin su letra-
y nunca se detiene-para nada-...

Emiliy Dickinson


Lejos de casa estuve muchos Años
Y ante la Puerta ahora
A entrar yo no me atrevo, no sea que un Rostro
Que nunca había visto

Me mire imperturbable
Y me pregunte Qué hago allí-
"Busco sólo una Vida que dejé
¿Seguirá por aquí?"

Me apoyé en el Temor-
Me detuve en el Antes-
El Segundo avanzó como un Océano
Y rompió en oído-

Solté una sonora Carcajada
Tenerle miedo a una Puerta
Yo que la Consternación había conocido
Y jamás retrocedí.

Ajusté mi Mano
Al Picaporte, con vacilante esmero
No fuera que la temible Puerta se abriera de golpe
Dejándome en el Suelo-

Luego retiré los Dedos
Con el mismo cuidado que si fueran Cristal
Me tapé los oídos, y al igual que un Ladrón
Huí jadeante de la Casa-

Emily Dickinson

No hay dos puertas igulaes: respetadlas todos. Yo siento una profunda veneración por ellas; porque sabed que hay un instante en nuestra vida, un instante único, supremo, en que detrás de una puerta que vamos a abrir está nuestra felicidad o nuestro infortunio...
Azorín