lunes, 17 de noviembre de 2008

EL SILENCIO

Calla la muerte hospitalaria,
calla Dios en su cielo,
calla el amor si es hondo,y también calla,
como el dolor, el tiempo.
Para qué tus palabras, si todo lo que importa
pertenece al silencio.

Jose Cereijo (Música para sueños)


domingo, 16 de noviembre de 2008

BOTANICO DE GIJÓN










Este Sábado hemos estado en el Botánico de Gijón y así de guapo estaba.

















MADRIGAL CON EPIGRAMA
Te alejas, ríes. Me preguntas
lo que daría yo por tener tus años.
Mira, muchacho, aquello que está hecho
ya no se puede deshacer.
Mas dime, ¿Que darías
por saber, con certeza, que habrá de ser el tiempo
benigno para ti,
y llegar tú a mi edad?
Verías a un muchacho malicioso
que ríe al preguntarte si le envidias
los años tan hermosos que él te ofrece.
Francisco Brines
Dedicado a Olga y Aida








sábado, 15 de noviembre de 2008

VIÑETA FORGES



















SEX SYMBOL


El pulgo no hace ostentacion. No alza altos mástiles, torres, obeliscos ni rascacielos. tampoco fabrica largos fusiles, cañones ni misiles.
El pulgo, amante de la pulga, no necesita inventar ningún símbolo fálico, por que lo lleva puesto: mide nada menos que una tercera parte de su cuerpo, el tamaño mas importante de todo el reino de este mundo, y esta adornado con plumitas.
Los machos humanos, mandones y matones, llevan miles de años ocultando esta humillante información.


E. Galeano.


PD : Yo como no lo sabía, en homenaje al pulgo, le dedico esta canción de la Sonora Dinamita.

http://www.goear.com/listen.php?v=9dcfda6

viernes, 14 de noviembre de 2008

AL PERDERTE YO A TI

http://www.goear.com/listen.php?v=f0fc062

Al perderte yo a ti, tú y yo hemos perdido:
yo, por que tú eras lo que yo más amaba,
y tú por que yo era el que te amaba más.
Pero de nosotros dos tú pierdes mas que yo:
porque yo podré amar a otras como te amaba a ti,
pero a ti no te amarán como te amaba yo.

Ernesto Cardenal

VIÑETAS DE FORGES







jueves, 13 de noviembre de 2008

LA MUJER EJEMPLAR

Me digo, no voy a poner más relatos de Eduardo Galeano, pero cuando leo alguno como este, de su libro Bocas del Tiempo, pues siento, que a alguien más le va a gustar y lo pongo. Tengo recogidos más, y amenazo con ponerlos, ya que en pocas lineas condensan unas grandes verdades y sino leer esta pequeña joya. Pompón Hay alguien ahí que también le gusten estos relatos. http://www.goear.com/listen.php?v=b861126


La mujer ejemplar


Vivió obedeciendo al mandato bíblico y a la tradición histórica.
Ella barría, lustraba, enjabonaba, enjuagaba, planchaba, cosía y cocinaba.
A las ocho en punto de la mañana servía el desayuno, con una cucharada de miel para el eterno ardor de garganta de su marido. A las doce en punto servía el almuerzo, consomé, puré de papas, pollo hervido, duraznos en almíbar; y a las ocho en punto la cena, con el mismo menú.
Jamás se atrasó, jamás se adelantó. Comía en silencio, porque no era mujer opinativa ni preguntativa, mientras el marido contaba hazañas presentes y pasadas.
Después de la cena, se demoraba lavando lentamente los platos, y entraba en la cama rogando a Dios que él estuviera dormido.
Para entonces ya se habían difundido bastante la máquina lavarropas, la aspiradora eléctrica y el orgasmo femenino, que habían llegado poco después de la penicilina; pero ella no se enteraba de las novedades.
Sólo escuchaba los radioteatros, y rara vez salía del refugio de paz donde vivía a salvo de la violencia del mundo. Una tarde, salió. Fue a visitar a una hermana enferma. Cuando regresó, al anochecer, encontró al marido muerto.
Algunos años después, la abnegada confesó que esta historia no había terminado exactamente así.
Contó el otro final a un vecino llamado Gerardo Mendive, que se lo contó a un vecino que se lo contó a otro vecino que se lo contó a otro: al volver de la casa de la hermana, ella encontró al marido caído en el suelo, jadeando, bizqueando, la cara de color tomate, y pasó de largo, se metió en la cocina, preparó un inolvidable banquete de calamares en su tinta y merluza a la vasca, con un postre de alta torre de frutas y de helados, todo regado con un vino añejo que tenía escondido, y a las ocho en punto de la noche, como era su deber, sirvió la cena, se hartó de comer y de beber, confirmó que él estaba definitivamente quieto en el suelo, se persignó, se vistió de negro y llamó por teléfono al médico.

Eduardo Galeano

miércoles, 12 de noviembre de 2008

EDUARDO GALEANO

Del Libro Bocas del Tiempo de Eduardo Galeano. Dos relatos EL ELECTRICISTA,y EL REY. El segundo es sobre el grito de un pavo real en un parque de Gijón. Esto me recuerda cuando yo era un crío y mi madre me llevaba al parque de Isabel la Catolica de Gijón. El grito del pavo real siempre va asociado a mi infancia, y al parque. http://www.goear.com/listen.php?v=3463594

EL ELECTRICISTA
Anda en bicicleta, con la escalera al hombro, por los caminos de la pampa.
Bautista Riolfo era electricista y sieteoficios, un todero que arreglaba tractores, relojes, molinos, radios o escopetas.
La joroba que tenía en la espalda le había salido de tanto agacharse hurgando enchufes, engranajes y rarezas.
René Favaloro, el único médico de la comarca, también era todero. Con los pocos instrumentos que tenía y los remedios que encontraba, oficiaba de cardiólogo, cirujano, partero. psicólogo y especialista en todo lo que se necesitara componer.
Un buen día, René viajó a Bahia Blanca y a la vuelta se trajo una maquina jamás vista en aquellas soledades habitadas por el viento y el polvo.
Ese tocadiscos tenía sus mañas. En un par de meses, se negó a seguir funcionando.
y ahí vino Bautista, en su bicicleta. Sentado en el suelo, se rascó la barba, investigó, soldó unos cablecitos, ajustó tornillos y arandelas:
-A ver ahora- dijo.
Para probar el aparato, Rene eligió un disco, la Novena de Beethoven, y colocó la púa en su movimiento preferido.
Y la música invadió la casa y se echó a volar por la ventana abierta, hacia la noche, hacia la tierra sin nadie; y siguió viva en el aire cuando el disco dejó de girar.
René comentó algo, o algo preguntó, pero Bautista no contestó nada.
Bautista tenía la cara estrujada entre las manos.
Un largo rato pasó, hasta que el electricista consiguió decir:
-Perdone, don René, pero yo nunca había escuchado eso. Yo no sabía que esa... esa electicidad existía en el mundo.


EL REY
En un parque de Gijón, desde las copas de los árboles alguien grita.
Cuando ya no se escucha nada más que los susurros de la brisa en el follaje rompe el silencio este grito que suena como un alarido humano.
Es el grito de la noche del pavo real.
Durante el día, él pasea sus resplandores. Arrastrando su larga cola de plumas, siempre vestido de fiesta, se pavonea el pavo. Cuando gira sobre sí mismo y despliega la cola, frondosa corona verdiazul, la luz de su belleza encanta a los caminantes y humilla a las otras aves del parque.
Los patos, ánades, cisnes, gansos, palomas y gorriones vuelan juntos o juntos caminan o navegan por el lago; juntos charlan, comen duermen. Pero el pavo real vive sin nadie, lejos de los demás pavos reales, y con nadie se junta.
A nadie mira el que nació para ser mirado.
Cuando llega la noche, y ya la gente se ha ido, él vuela hacia la alta rama de algún árbol vacío, y se echa a dormir. Solo.

Entonces, grita.

Eduardo Galeano

martes, 11 de noviembre de 2008

EL GINKGO


Es el más antiguo de los árboles. Está en el mundo desde la época de los dinosaurios.

Dicen que sus hojas evitan el asma, calman el dolor de cabeza y alivian los achaques de la vejez.

También dicen que el ginkgo es el mejor remedio para la mala memoria. Eso sí que está probado. Cuando la bomba atómica convirtió a la ciudad de Hirosima en un desierto de negrura, un viejo ginkgo cayó fulminado cerca del centro de la explosión. El árbol quedó tan calcinado como el templo budista que el árbol protegía. Tres años después, alguien descubrió que una lucecita verde asomaba en el carbón. El tronco muerto había dado un brote. El árbol renació, abrió sus brazos, floreció.

Ese sobreviviente de la matanza sigue estando ahí.

Para que se sepa.