Nellie, el perro protagonista de Paterson, Marvin en la película, obtuvo la 'Palm Dog' en el Festival de Cannes de 2016. Desde el año 2001 en Cannes se premia las interpretaciones de estos animales. El perro murió unos meses antes y no pudo recoger la "Palm Dog". Desde el Tiempo que nunca cesa le rendimos homenaje y solicitamos para Nellie un Oscar a titulo Póstumo. También solicitamos la medalla al merito en el trabajo por haber aguantado toda la película sin un aullido de aburrimiento. Lola Flores recibió la medalla por aullar. Lo más probable es que Marvin hubiera muerto de una indigestión de malos poemas. Paterson es un conductor de autobuses y poeta aficionado de Paterson (Nueva Jersy). Original. La película cuenta siete días de la vida del conductor y su excéntrica esposa. Por Golshifteh Farahani (Laura) Paterson hace el sacrificio de comer una empanada de coles de bruselas y queso gorgonzola. Yo, después de la empanada preparada por Laura hubiera comido hasta ruedas de molino. Paterson se levanta a las seis de la mañana conduce el autobús y termina el día en el bar después de pasear al perro. Según la critica, Paterson, debe de ser una película mágica pero yo no le cogí el tranquillo. Inútil preguntar a la que fue conmigo porque se pasó la sesión roncando. De todas maneras yo tampoco soy muy de fiar porque cuando a alguien le abandonan las musas creo que se quedó sin mayonesa.
jueves, 12 de enero de 2017
miércoles, 11 de enero de 2017
ANTE TODO NO HAGAS DAÑO
Henry Marsh es uno de los neurocirujanos más eminentes de Gran Bretaña. Ante todo no hagas daño es un libro donde cuenta la lucha que mantuvo contra la muerte durante más de treinta años. El cerebro es un campo de minas donde va a parar la cuarta parte de la sangre que bombea el corazón. Está visto que pensar es un proceso que exige mucha energía. Henry Marsh no solo relata los aciertos, que fueron muchos, sino los errores que costaron la vida o la incapacidad de algunas personas. Me fui a redactar el informe quirúrgico protocolario. Es fácil mentir si ha habido problemas en una operación. Nadie puede saber en que sentido pueden salir mal las cosas, excepto el propio cirujano y su equipo. Algunos errores se podrían haber evitado diciéndole al paciente que no hay nada que hacer, que no queda esperanza, que ha llegado la hora de enfrentarse a la muerte con dignidad. Mientras recorría el pasillo del hospital en penumbra volví a maravillarme por la forma en que nos aferramos a la vida y me dije que habría mucho menos sufrimiento si no lo hiciéramos. La vida sin esperanza es tremendamente difícil, pero con cuánta facilidad consigue la esperanza volvernos necios a todos. Y llegado a este punto alguien se preguntara si realmente vale la pena leer un libro así. Sí, vale la pena. Porque es más la gente que se cura que la que muere, por el trato con los pacientes, porque siempre queda la esperanza de que algún malvado se caiga por la escalera y se intercambien los hemisferios. El dolor real y el psicológico se producen en el cerebro, y, si consigues diferenciarlos te ahorraras muchos dolores imaginarios. Me duele el brazo amputado.
martes, 10 de enero de 2017
DÓNDE SE ENCUENTRA EL ALMA
La neurociencia nos dice que es altamente improbable que tengamos alma, pues cuanto pensamos y sentimos no es ni más ni menos que el parloteo electroquímico de nuestras neuronas. Nuestro sentido de la identidad, nuestros sentimiento y pensamiento, el amor que mostramos a los demás, nuestras esperanzas y ambiciones, nuestros odios y temores, todo eso muere cuando el cerebro muere. Mucha gente se niega a admitir este punto de vista, pues no sólo nos priva de una vida más allá de la muerte, sino que parece reducir el pensamiento a mera electroquímica, convirtiendo nuestros cuerpos en simples autómatas, en maquinas de carne y hueso. Esa gente se equivoca de medio a medio, pues lo que hace en realidad es elevar la materia a cimas infinitamente misteriosas que no comprendemos. En nuestro cerebro hay unas cien mil millones de neuronas. ¿Guarda cada una en su interior un fragmento de conciencia? ¿Cuántas neuronas nos hacen falta para estar consciente o sentir dolor? ¿O acaso la conciencia y el pensamiento residen en los impulso electroquímicos que aglutinan a esos miles de millones de células? ¿Tiene conciencia un caracol? ¿Siente dolor cuando lo aplastas con la suela del zapato? Nadie lo sabe.
ANTE TODO NO HAGAS DAÑO
HENRY MARSH
miércoles, 4 de enero de 2017
martes, 27 de diciembre de 2016
jueves, 22 de diciembre de 2016
NO TIRO LA TOALLA
A Richard Stern Brookline 15 de noviembre, 1998
Querido Richard:
Tus notas siempre me producen gran consuelo.
¿Estoy bien? No, solo parcialmente bien. Mi memoria, de la que estaba orgulloso como si fuera West-Point, no deja de decepcionarme. La semana pasada no podía recordar el nombre de Katharine Hepburn y el nombre de su amante: Algo Tracey me eludió durante varios días. Y realmente tengo que recurrir a los libros de referencia para mi gran vergüenza. Bueno, quizá Dios intenta decirme que, aunque podía recordarlo todo, en realidad no entendía nada. El marcapasos, sin embargo, mantiene mi corazón latiendo con regularidad, y puedo beber todo el vino que quiera en la cena y meter la nariz en la cafeína.
No tiro la toalla todavía. Una pequeña anécdota para ilustrarlo; la envié en una nota, el mes pasado, a Jack Miles (lo verás por ti mismo en el próximo numero de TROL): Un anciano vive solo en el bosque y coge leña para el invierno, se ve incapaz de levantar su carga de palos. Levanta los ojos al cielo y dice: "Oh, Dios, mándame a la Muerte", y cuando la Muerte viene, dice: "¿Me ha mandado llamar, señor?" El anciano contesta:"Sí, échame una mano con estos palos. Pónmelos en el hombro y yo haré el resto".
Quizá un día quieras que la toalla seque tu frente inspirada.
Saluda a Alane.
Siempre tuyo.
CARTAS
SAUL BELLOW
EDICIONES ALFABIA
miércoles, 21 de diciembre de 2016
CLEPSIDRA
El año nuevo rompió aguas.
Las horas se ahogan en su fluir.
El tiempo nada contracorriente.
La clepsidra baila el agua al tiempo.
En el reloj de agua el tiempo se agota.
El reloj de agua pesada suda la gota gorda.
En la clepsidra el tiempo se pasa la vida con el agua al cuello.
AFORISMiOS
Las horas se ahogan en su fluir.
El tiempo nada contracorriente.
La clepsidra baila el agua al tiempo.
En el reloj de agua el tiempo se agota.
El reloj de agua pesada suda la gota gorda.
En la clepsidra el tiempo se pasa la vida con el agua al cuello.
AFORISMiOS
Clep sidra de verano. |
jueves, 15 de diciembre de 2016
REY DE PICAS
Rey de Picas es una novela perturbadora de Joyce Carol Oates, según la portada del libro, una novela de suspense. Yo más bien diría que Rey de Picas es un cuento fantástico. Andrew J. Rush es un autor de éxito que ha vendido millones de ejemplares de sus novelas. Utilizando el seudónimo de Rey de Picas escribe otro tipo de novelas, violentas y aterradoras, que el distinguido Rush nunca leería. Joyce Carol Oates le da voz al escritor. Un hecho inesperado viene a cambiar la vida de Rush y de su familia. Recibe una citación judicial de una mujer del pueblo que lo acusa de plagio. Lo malo que le puede ocurrir a un escritor es que le salga un negro en la mente. El negro hace el trabajo y el escritor recibe los aplausos y el dinero. Pero lo peor es que el fantasma también quiera participar de los derechos de autor. La ley antideshaucios no llegó todavía a la piel que habitas. El diablo se viste de Prada. No confundir con Juan Manuel de Prada que ahí hay mucha tela que cortar. Decir que Rey de Picas es una novela entretenida no es ningún atrevimiento y sino que se lo pregunten a Andrew J. Rush que se pasa la novela distraído con la mente. Nunca la tiene en blanco.
miércoles, 14 de diciembre de 2016
EL DESPERTADOR DE PLATÓN
Se cuenta que el gran filósofo Platón construyó hace dos mil años un ingeniosos despertador para que los alumnos de su Academia ateniense se despertaran a tiempo por la mañanas. Utilizó uno de los métodos más conocidos para medir el tiempo: el agua. Con ayuda de dos vasijas, un poco de chatarra y un sistema de agua que goteaba continuamente creó un tremendo despertador. Cuando el agua había llenado una de las vasijas caía en la otra, donde estaba la chatarra que se volcaba. La chatarra caía en una base y formaba un gran estruendo. Todo el mundo se despertaba.
Había empezado el día.
Arenas movedizas
Henning Mankell
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