domingo, 19 de abril de 2015
lunes, 13 de abril de 2015
viernes, 10 de abril de 2015
EL BALCÓN EN INVIERNO
En cada instante, en cada frase, en cada suspiro, en cada pequeño acontecer, lo trivial y los misterioso van a partes iguales. Eso es todo, y no hay más que contar. Un grano de alegría, un mar de olvido.
Así termina el Balcón en Invierno. Un grano de alegría en un mar de olvido es esta hermosa novela de Luis Landero. Dentro de unos años cuando hayamos muertos y no quede de nosotros ni el olvido, siempre quedará El Balcón en invierno. Antiguamente la gente dominaba el arte de contar y la familia de Luis Landero eran unos malabares de la palabra. Aquellos dichos y relatos fueron los libros que no tuve. Cuando todo se acaba y estamos a punto de salir del tiempo, Luis Landero, nos hace evocar recuerdos de nuestra infancia, recuerdos perdidos, que como muy bien dice el autor, estaban flotando a la deriva en la noche de los tiempos.
Y aunque todas las estaciones tenían su encanto, ninguna podía comparase al verano. Era una época de libertad, casi de impunidad. Los días eran largos, las noches claras, había mucha gente yendo y viniendo por los caminos y veredas, las cuadrillas de segadores se desplegaban con sus camisas blancas y sus grandes sombreros de paja por los trigales amarillos, y uno podía vivir a su albedrío, subirse a los árboles, bañarse en la alberca, cazar ranas y grillos, perseguir perdigones, correr y correr sin cansarse jamás, incluso bajo el sol implacable de la siesta, el joven corazón invencible enamorado de la vida como quizá no volvería a estarlo ya nunca.
jueves, 9 de abril de 2015
miércoles, 8 de abril de 2015
PISANDO CENIZA
Pisando Ceniza está compuesto de seis relatos en los que Manuel Arroyo nos cuenta las cosas que le sucedieron a lo largo de su vida, y, cómo dice el narrador: "las cosa solo suceden a quien sabe contarlas". José Bergamín escribió La música callada dedicada al torero Rafael De Paula y editado por Manuel Arroyo- Stephens. Antonio Ordóñez durante años se rodeó de un grupo de intelectuales que lo veneraban y de los que esperaba que escribieran algo perdurable sobre su arte, así que cuando vio el libro dedicado a Rafael de Paula se sintió agraviado y se enfadó con el escritor y con el editor. Cuando tuvo oportunidad le dijo a Manuel Arroyo que le producía una tristeza inconsolable que no fuera a quedar nada de lo que había hecho en los ruedos. La leyenda, dijo con desdén, pero la leyenda a mí no me importa. Eso no dura. De un pintor queda su lienzo, un músico escribe una partitura, a un poeta le publican sus versos. Pero lo que yo he hecho lo he hecho en el aire y con el aire se va. Hay aficionados que me dicen que queda en su memoria. Pero tú te vas a morir, les digo, y no va a quedar nada.
Manuel Arroyo-Stephens, con un único libro, consigue llevar del aire a la escritura seis maravillosos relatos. Desde Región Luciente donde se cuentan los últimos días de un poeta, hasta ese ajuste de cuentas con su familia que son, En la tumba de mi hermano y Responso, pasando por Melancolía del Torero en el que cuenta como él y Bergamín siguen por toda España a Rafael de Paula, ese gitano que consiguió poner firme a la Guardía Civil. No una vez, sino dos.
Ocurrió en una corrida en la Maestranza de Sevilla. Dos personas vestidas de calle que permanecían en el callejón hablaron con Rafael de Paula casi al oído. Hizo un brindis que nadie podía escuchar y una compañía que se encontraba debajo del tejadillo con tricornios y uniformes se levantaron al unisono y el oficial que los comandaba saludó militarmente. Habían asesinado a varios guardias civiles en un atentado esa misma mañana. Los espectadores se levantaron de sus asientos "¡Viva Franco!" ¡Viva la guardia civil!", gritaron dirigiéndose al tejadillo. Antes de comenzar la faena el torero retrocedió y volvió a saludar montera en mano a la guardia civil, que se puso en pie para correspondes al torero y a la multitud.
viernes, 3 de abril de 2015
LA VOZ CANTANTE
La penitencia es una sanción moral.
Quien sueña despierto es un soñador sin sueño.
Me ve todos los días el que no me puede ni ver.
Damos por descontado que los días están contados.
Entre tu media verdad y la mía, tenemos una verdad a medias.
El que llevaba la voz cantante se fue con la música a otra parte.
AFORISMiOS
Quien sueña despierto es un soñador sin sueño.
Me ve todos los días el que no me puede ni ver.
Damos por descontado que los días están contados.
Entre tu media verdad y la mía, tenemos una verdad a medias.
El que llevaba la voz cantante se fue con la música a otra parte.
AFORISMiOS
viernes, 27 de marzo de 2015
jueves, 26 de marzo de 2015
miércoles, 25 de marzo de 2015
martes, 24 de marzo de 2015
LA VIDA LENTA
No existe el tiempo: existe su medida.
José Ángel Buesa
Josep Pla fue el mejor escritor de las letras catalana. Después de leer estas notas de los años 1956, 1957 y 1964 a uno le gusta menos la persona pero igual el escritor. Estos cuadernos, donde Josep Pla anotaba el ritmo de la vida diaria, no tienen ningún valor literario y además son monótonos y reiterativas. En el primer cuaderno, cuando tenia cincuenta y nueve años, hace anotaciones como: Estoy viejo, cada día soy más viejo. ¿Cuánto viviré? ¿tres años? ¿seis años? no me dará tiempo a nada. Vivió ochenta y cuatro solo pensando, además de en escribir y leer, en comer y beber de gorra. Mejor de boina. La buena vida me sienta tan mal como la mala. !Qué mes tan sensacional de comer y beber! También sabemos que dormía mal y pasaba frío, esto lo cuenta con estilo. Insomnio del genero estéril. El frío se alambica en el interior de la casa. El hablar le daba sed y lo mejor para la sed es el vino cuando pagaba él y el champagne francés cuando pagaban los otros. Me llevan en coche a Palfugell y me bebo una botella de champagne con el chófer. Hablar me da sed y llego a casa con una borrachera indescriptible. Pero lo peor está por llegar, en el año 1964 le empiezan a sentar mal las langostas. Esto está catalogado como enfermedad profesional y sino que se los pregunte a su amigo el señor Ortiz, director del banco Bilbao "No se hace idea de la cantidad de langosta que tengo que comer para ganarme la vida". Ahora, con acudir a Internet, se puede conocer la verdadera cara de las personas y a algunos más les hubiera valido seguir mostrando el lado ocultao de la luna.
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