viernes, 16 de julio de 2010

LA EXPERIENCIA

Anduve de tabla en tabla
con paso lento y prudente.
Sentía en derredor las estrellas,
en torno a mis pies el mar.
Sabía que quizá la siguiente
fuera la pisada final.
Y anduve con ese precario paso
que algunos llaman experiencia.

Emily Dickinson


Hay revelaciones que no están pensadas para nosotros. Chuang- tzu (que en el siglo IV a.C. soñó ser una mariposa y, al despertar, no supo ya si era Chuang-tzu que soñaba ser una mariposa o una mariposa que soñaba ser Chuang-tzu) escribió este cuento: 
" El hijo de una familia pobre se gana la vida pescando perlas. Un día se lanza al mar y vuelve a la superficie con una perla que vale mil piezas de oro. En lugar de felicitarlo, su padre le ordena que destruya la perla con una piedra. Su razonamiento es que si una perla vale mil piezas de oro ha de ser  tan rara que sólo se encuentre en una sima de nueve brazos de profundidad y bajo la barba de un dragón negro. De ahí deduce que el joven sólo pudo llevarse la perla porque el dragón se había dormido. "¡Piensa- hijo mío, concluye- en lo que te sucederá cuando el dragón despierte!"

martes, 13 de julio de 2010

DOS VERSIONES DE UN MISMO TEMA



"Hay posado en un árbol un pájaro
que se extraña de la gente
porque ni el más sabio sabe decir
dónde se encuentra la suerte..."


Un mercader de Bagdad envía a su criado a comprar provisiones. En el mercado, una mujer le empuja; al volverse, la reconoce: es la Muerte. El criado corre a casa, pálido y tembloroso, y suplica a su patrono que le preste su caballo: tiene que irse de inmediato a Samarra y ocultarse donde la Muerte no le encuentre nunca. El mercader accede, el criado parte. El mercader, acude mas tarde al mercado, aborda a la Muerte y la reprende por haber amenazado a su criado. "Oh", contesta la Muerte, "yo no he hecho un gesto de amenaza, sino de sorpresa. Me ha sorprendido ver a tu criado en Bagdad esta mañana, porque tengo una cita con él en Samarra esta noche."

W. Somerset Maughan


"Lo que en verdad queda de mí
es justamente eso: mi ausencia"
Ted Hughes


Pavel Apostolov fue musicólogo, compositor para banda de percusión y metales, y vitalicio perseguidor de Shostakóvich. Durante la gran guerra patriótica había sido coronel al mando de un regimiento; más tarde llegó a ser un miembro destacado de la sección de música del Comité Central. Shostakóvich dijo de él: "Montaba un caballo blanco y abolió la música." En 1948, el Comité de Apostolov obligó a Shostakóvich a abjurar de sus pecados musicales y le condujo al borde del suicidio.
Veinte años después, la Sinfonía 14 de Shostakóvich, obsesionada con la muerte, se estrenó "a puerta cerrada" en la sala pequeña del conservatorio de Moscú. Fue, en efecto, una audición privada para expertos musicales soviéticos, sin el peligro de que la nueva obra contagiase a un auditorio más amplio. Antes del concierto, el autor se dirigió al público. El violinista Mark Lubotsky recordaba que Shostakóvich dijo: "la muerte es aterradora, no hay nada más allá. No creo en la vida después de la muerte." Luego pidió a los presentes que guardaran el mayor silencio posible porqué se iba a grabar el concierto.
Lubotsky estaba sentado al lado de una administradora de la residencia de compositores; unos asientos más allá había sentado un hombre de edad, calvo. La sinfonía había alcanzado su quinto movimiento, intensamente silencioso, cuando el hombre se levantó de un salto, plegó su silla con un fuerte golpe y salió disparado de la sala. La administradora susurró: "¡Qué canalla! Intentó destruir a Shostakóvich en 1948, pero no pudo. Todavía no ha cejado, y se ha ido para estropear la grabación adrede." Era, por supuesto, Apostolov. Lo que los presente no supieron, sin embargo, era que el destructor había sido, a su vez, destruido: por un ataque cardíaco que resultó ser mortal. La "siniestra sinfonía de la muerte", como la llamó Lubotsky, le estaba dando de hecho una despedida lúgubre.

Julián Barnes

sábado, 10 de julio de 2010

FELIZ ENCUENTRO

El mundo está lleno de pequeñas alegrías; el arte consiste en saber distinguirlas.
Li Po

FELIZ ENCUENTRO

El viento de la primavera nos embriaga
y sería feliz si los tres pájaros azules, mensajeros del cielo,
quisieran llevarte de cuando en cuando mis tiernos pensamientos.
Debes saber que el tiempo se va raudo,
nuestros negros cabellos muy pronto serán blancos.
Lamentamos la juventud perdida
¡pero ella no retorna nunca más!
¡Quiero decirte que te amo
y ojalá que tu amor responda al mío!

La vida humana se parece a la cera que se escurre de los cirios,
cuando la cera se consume, la luz se extingue.
Las flores se abren más y más bellas en las ramas;
mientras la primavera avanza hacia su fin
ellas sólo piensan en las delicias del rocío y la lluvia,
¡no piensan nunca en su fin tan cercano!
Cuando mi alma se evadió de mi cuerpo rígido,
yo estaba triste al ver mi sepulcro en Tangtú.
La niebla matinal envolvía el bosque de pinos verdes
y allá lejos, la aldea se hundía entre la bruma.
Pero después de la muerte de mis hijos amados
ninguna atadura terrestre aprisionó mi alma.
Entonces suspiré largamente y subí al Kuen-Luen.
Siempre borracho de vino, me vestí con un traje parecido a las plumas del fénix.
El monte es tan elevado que se pueden coger las estrellas a sus pies.

LI PO

EL PLACER DE LA LECTURA

...Y una cosa más, lo digo de corazón: soy una persona anticuada que cree que leer libros es el pasatiempo más hermoso que la humanidad ha creado. El Homo ludens baila, canta, realiza gesto significativos, adopta posturas, se acicala, organiza fiesta y celebra refinadas ceremonias. Para nada desprecio la importancia de estas diversiones: Sin ellas, la vida humana pasaría sumida en una monotonía inimaginable. Sin embargo, son actividades en grupo sobre las que se eleva un mayor o menor tufillo de instrucción colectiva. El homo ludens con un libro es libre. Al menos, tan libre como él mismo sea capaz de serlo. Él fija las reglas del juego, subordinado únicamente a su propia curiosidad. Puede permitirse no solo leer libros inteligentes de los que aprenderá cosas, sino también libros estúpidos de los que algo sacará. Es libre de no leer un libro hasta la última página, y de empezar otro por el final e ir retrocediendo. Puede echarse a reír en un punto no destinado a ello o, de repente, detenerse ante unas palabras que recordará durante el resto de su vida. Y, finalmente, es libre - y ningún otro pasatiempo puede ofrecerle esto- de escuchar de qué habla Montaigne o de zambullirse en el Mesozoico por un instante.
...Aún hoy recuerdo la desesperación con que contaba el menguante número de páginas que restaban. Finalmente llegó aquel cruel instante en el que leí la palabra "fin".

Wislawa Szymborska


La literatura es una de las formas de la felicidad; quizá ningún escrito me haya deparado tantas horas felices como Chesterton. No comparto su teología, como no comparto la que inspiró La Divina Comedía, pero sé que las dos fueron imprescindibles para la concepción de la obra.
Chesterton, cierta vez, estuvo a punto de visitar Buenos Aires, yo iba a ser invitado a la comida de recepción; el hecho me alegró, pero no pude dejar de sentir que mágicamente era mejor que no viniera y que permaneciera en su límpida lejanía. Además, pensé que lo conocía como a mi mejor amigo y que eso ya esa suficiente.
De la fe anglicana pasó a la católica, que , según él, está basada en el sentido común. Arguyó que la rareza de esa fe se ajusta a la rareza del universo, como la extraña forma de una llave se ajusta exactamente a la extraña forma de la cerradura.
Su secretaria y mejor biógrafa, Maisie Ward, ha cometido la buena indiscreción de confiarnos que el maestro, antes de iniciar el dictado, trazaba furtivamente con el cigarro la señal de la cruz. Este obeso gigante no dejó nunca de entregarse al amparo divino.

J.L. Borges

lunes, 5 de julio de 2010

EL PRIMER TRAVESTI DE LA HISTORIA



EL PRIMER TRAVESTI DE LA HISTORIA

El primer travesti de la historia fue la reina Hatshepsut. Hace tres mil años la reina se quedó viuda del Faraón y claro con ese nombre ,y, además con un marido momia, sólo se podía ser Faraona. Pero éso en Egipto era inaceptable. Así que se vio obligada a cambiar su sexo en las apariciones públicas en las que se presentaba, llevando pegada una barba y una minifalda de hombre.


ENREDOS FAMILIARES

Cleopatra es un nombre griego hereditario de la dinastía greco-macedonia de los ptolemaicos, la cual reinó en Egipto tras la desintegración del Imperio de Alejandro Magno (gran coñac).
Y ahora viene el lío, hubo siete Cleopatras, la más conocida fue la VII . Los ptolemaicos adoptaron la tradición de los faraones, quienes imitando a los divinos hermanos Isis y y Osiris, se casaban entre si. Con este tipo de matrimonios los padres eran a la vez tíos de sus hijos y estos, además de ser hijos, eran sobrinos de sus padres y primos entre si. Y los abuelos en vez de cuatro eran dos, con el consiguiente ahorro en pensiones de jubilación. ¡Ay como se entere ZP!
Pero Cleopatra II que salió un poco pendona, primero se casó con su hermano mayor, como Dios manda, bueno, como Osiris manda. Pero cuando el hermano mayor murió, la Cleo II se casó con el pequeño. Éste, que era otro golfo, le pareció poco la Cleo II , que por cierto era hermana y cuñada, y se casó con la hija del primer matrimonio de ella, vamos con su propia sobrina y además hijastra, también cuñada de su propia madre (como esposa de su hermano)... El cuento sigue pero ya no puedo más. En la vida de Cleopatra VII, apareció Julio Cesar (no confundir con el portero de Brasil) y luego Marco Aurelio, con lo que todos fueron felices, y salieron en La Noria de Tele5.



sábado, 3 de julio de 2010

LA BALANZA DE OUDEWATER



El sobrepeso no siempre fue malo para la salud. En la época de la caza de brujas, viajar en escoba requería estar delgada. Así que, mejor gorda y con aspiradora.

EL PESO DE LA JUSTICIA

En el pueblo holandés de Oudewater, había una báscula con la que se pesaba el queso y la harina en los días de mercado y, si era menester, también se pesaba a la gente. Regía en aquellos tiempos la creencia de que las brujas pesaban menos  de lo que indicaba su altura y su corpulencia, y por ello, esta práctica se llevaba a cabo en muchas localidades, siempre con consecuencias fatales para las sospechosas. La báscula de Oudewater se ganó una gran fama como un oráculo infalible y definitivo. Centenares de fugitivos venidos desde países limítrofes e indigentes asustados y acosados le fueron ofrecidos. A la hora de pesar se seguía un ceremonial reglamentario en presencia del jurado y el pueblo. A continuación, ya en el ayuntamiento, después de haber escuchado el informe del jurado, elaboraba un certificado, este se rubricaba con sus firmas y se entregaba sellado al individuo que había sido pesado. ¡ y jamás de los jamases el informe incluyó un veredicto de muerte! La presunta bruja podía entonces volver a su vida y a su tierra natal sin miedo, con veredicto que decía por escrito que su peso era el apropiado. La báscula de Oudewater aún se conserva como si fuera un monumento. Que el destino la conserve  a  través de los siglos junto con el recuerdo de aquellas gentes que, alrededor de ella, celebraban aquella saludable comedia, sin pestañear, sin dejar entrever que el resultado de la báscula ya había sido determinado de antemano. No sólo eran  buenas personas, sino también astutas. La bondad sin astucia no sirve de nada.

Lecturas no obligatorias
Wislaba Szymborsa
Brujas: historia de los juicios contra la brujería, Kurt Baschwitz 






jueves, 1 de julio de 2010

RAZÓN CONTRA LOCURA



Al gusano
que primero royó
las frutas de mi cadáver
dedico
con sentido recuerdo
estas
memorias póstumas


MEMORIAS PÓSTUMAS DE BLAS CUBAS relata las vicisitudes de un hombre empeñado en la estéril búsqueda de la eternidad. Su infructuoso intento lo conduce a la irremediable muerte, desde donde narra su agitada vida interior, la relación con sus semejantes y el paulatino descubrimiento de la vacuidad existencial que envuelve a los hombres.


RAZÓN CONTRA LOCURA

Ya habrá comprendido el lector que era la Razón que volvía a casa e invitaba a la Locura a salir, clamando, y con derecho, las palabras de Tartufo:

La maison est à moi, c`est à vous d`en sortier.

Pero es sino de la Locura crear amor por las casas ajenas, de manera que, apenas dueña de una, difícilmente se la podrá desalojar. Es su sino; no se sale de ahí; hace mucho que se le ha encallecido la vergüenza. Ahora, si advertimos el inmenso número de casas que ocupa, unas de golpe, otras durante las estaciones más sosegadas, concluiremos que esta amable peregrina es el terror de los propietarios. En nuestro caso, hubo casi un disturbio en las puertas de mi cerebro, porque la advenediza no quería entregar la casa, y la dueña no cedía en su intención de tomar lo que era suyo. Por último, ya se contentaba la locura con un rinconcillo en la azotea.
-No señora-replicó la Razón-: estoy cansada de cederte áticos; cansada y escarmentada: lo que quieres es pasar a la chita callando de la azotea al comedor, de ahí a la sala y a toda la casa.
-Está bien, deja que me quede algún tiempo más, que ando en la pista de un misterio...
-¿Qué misterio?
-De dos-enmendó la Locura-; el de la vida y el de la muerte; sólo te pido unos diez minutos.
-Siempre lo mismo..., siempre lo mismo...
Y diciendo esto, la agarró por los puños y la arrastro hacia afuera; después entró y se encerró. La locura todavía gimió algunas súplicas, gruñó algunos rezongos; pero pronto se desengaño, sacó la lengua en señal de mofa, y siguió su camino...

Memorias póstumas de Blas de Cubas
Machado de Assis

martes, 29 de junio de 2010

INDIOS MOHAWKS

"Lunchtime atop a skyscraper" ("Almuerzo en la cima del rascacielos"), una de las fotografías más emblemáticas del antiguo Nueva York. Fue tomada por Charles Ebbets el 29 de septiembre de 1932 durante la construcción del edificio de la RCA, sede de la famosa radio y actualmente perteneciente a General Electrics, en el Rockefeller Center de Nueva York. Es una de las fotografías más importantes de la historia, hasta el punto de convertirse en una leyenda a la que se le han otorgado varios tributos.

La imagen muestra a 11 obreros (al parecer eran indios Mohawk, canadienses e irlandeses) almorzando sobre una viga en el piso 69 de los 71 que tiene el edificio, a unos 244 mts. del suelo, haciendo un descanso para comer sentados, con la ciudad y el vacío a sus pies.




INDIOS SIN VÉRTIGO.
Muchos de los soldadores y albañiles que construyeron los armazones de acero de los rascacielos de Nueva York son indios mohawks. Uno de los primeros que escribió sobre esta tribu y su falta de vértigo fue Joseph Mictchel, en un articulo publicado en 1949 y titulado "Mohawks in Hig Steel", en el que describía sus salientes pómulos, prominentes narices, ojos marrón oscuro, tristes y perspicaces, piel suave y cobriza, y altiva forma de caminar, semejante a la de los gitanos. La relación entre la tribu y las grandes estructuras de acero se inició en 1886 con la construcción de un puente de hierro sobre el río San Lorenzo, cerca de la reserva Caughanwaga. A cambio del permiso de utilizar sus tierras para erigir el puente, la Dominion Bridg Companey se comprometió a emplear a miembros de la tribu siempre que fuera posible (...) Un oficial de la Dominion le confesó a Mitchell en una carta que a medida que la construcción fue progresando se hizo evidente que los mohawks no tenían ningún miedo de las alturas, y cuando nadie estaba al tanto solían encaramarse a las vigas más altas y caminar con tanta seguridad sobre ellas como si lo hicieran por la orilla del río. Ágiles como cabras, continuamente reclamaban a los capataces que les permitieran ocuparse de ensamblar las vigas, la operación más arriesgada y mejor pagada.(...) Su fama se extendió con rapidez y empezaron a ser contratados en la construcción de rascacielos, primero en Canadá, después en Estados Unidos.

ALFONSO ARMADA

lunes, 28 de junio de 2010

LOS CASTRADOS

Farinelli

Lo de los castrados es un lío de faldas; pero de faldas Papales .Y sino, veamos lo que nos cuenta Wislawa Szymborska en su Libro, Lecturas no obligatorias. Wislawa, durante unos años, colaboró con diferentes semanarios y revistas comentando obras que normalmente no acaparan la atención de los críticos y, se sirvió de ellas para hacer pequeñas narraciones sobre diferentes temas. Estos temas son la excusa para que la autora pueda dar su punto de vista. En este caso la pieza se titula Divas y la obra que utiliza es Ruiseñores de terciopelo y seda: La vida de las grandes prima donnas, Walter Hass.

En el siglo XVI aún se pensaba que el que una mujer interpretase un papel femenino en un teatro respetable era algo escandaloso. Por el contrario, los hombres disfrazados de mujeres era algo normal. La ópera, que era por entonces una nueva forma musical originaria de ese siglo, respetaba igualmente esa dudosa idea sobre la decencia. Pero en el año 1600, a propósito del solemne estreno de Eurídice en Florencia una mujer interpretó el papel principal. Este escándalo solamente podía suceder lejos de la Roma papal, donde aún pasaría mucho tiempo antes de poder ver en escena a una mujer. Con el trascurso de los años, aquella prohibición romana se tornó cada vez más problemática, dado que el número de óperas aumentaba y la demanda de chicos que cantasen bien no dejaba de crecer, mientras la oferta no era muy grande y sobre ella siempre pendía la inevitable amenaza del cambio en la voz. Así que se empezó a castrar a los muchachos. ¿Qué no se haría con tal de mantener las buenas costumbres...? A partir de entonces, el papel de las gráciles ninfas, diosas y pastorcillas, lo desempeñaban inválidos obesos, más espigados que el resto, pero que poseían unas voces sobrenaturalmente bellas. Comenzaron a ser solicitados por todas las salas de opera europeas, incluso por aquellas en las que las mujeres ya habían sido más o menos aceptadas. Los castrados se convirtieron en una amenazadora competencia para el sexo débil, y como consecuencia de ello, las cantantes se veían obligadas con frecuencia a conformarse con el papel del sentimental galán. Esta situación acabó deviniendo en una feria. En Londres, aparecieron en una representación tantas cantantes con pantalones como castrados con crinolinas...

Y la historia continua, pero ahora son las mujeres las que llevando los pantalones. Hay casi cien relatos breves como este. La editorial es Alfabia

♫♫ Madame Butterfly ♫♫

sábado, 26 de junio de 2010

CHRISTINA ROSSETTI


CANCIÓN

Cuando muera, amor mio,
no cantes triste por mí;
no plantes rosas en torno mío
ni cipreses cerca de mí:
sé la verde hierba que me cubra,
de lluvia y rocío mojada;
y si me quieres recordar, recuerda,
y si no, que sea olvidada.

Las sombras ya no he de ver,
la lluvia no he de sentir;
ni al ruiseñor he de oír
cantar, como con padecer:
y soñando en un tiempo crepuscular
que no tiene alba ni ocaso,
recordaré, acaso,
y si no, preferiré olvidar.

Christina Rossetti


"¿QUIÉN HA VISTO EL VIENTO?"

¿Quién ha visto el viento?
Ni tú ni yo:
pero cuando tiemblan las hojas
es que pasa el viento.

¿Quién ha visto el viento?
Ni tú ni yo:
pero cuando los arboles se inclinan
es que pasa el viento.

Christina Rossetti


CUESTA ARRIBA

¿Va cuesta arriba todo este camino?
Hasta el mismo final.
¿Llevará la jornada el día entero?
Desde el alba a la noche, amiga mía.
¿Y ofrecerá en la noche un lugar de descanso?
Encontrarás un techo para las lentas, las oscuras horas.
¿Y si no puedo verlo entre tantas tiniebla?
Ésa es posada que ninguno pierde.
¿Hallaré otros viajeros cuando llegue la noche?
Aquellos que te fueron por delante.
¿Golpearé la aldaba, daré voces al verla?
No se trata de puerta que haga esperar a nadie.
Dolorida y cansada, ¿encontraré cobijo?
Allí estará el final de todos tus trabajos.
Todos los que buscamos, ¿tendremos allí lecho?
Sí; todos los que lleguen encontrarán su cama.

Christina Rossetti.

Más quiero que me olvides y sonrías
que no que me recuerdes y estés triste.
Christina Rossetti

♫♫♫ BAILERO ♫♫♫