El vendedor de sombra aparecía en la hora de la siesta y su voz henchía los portales recién regados. Laurel y orégano entre las manos sudorosas; hierbas secretas para el mal de madre y la infelicidad; venas de cardenillo en las monedas de cobre; percal en torno a las gargantas femeninas. La mercancía convoca a la esperanza y el vendedor aguileño oficiaba sobre los sabores deseados, sobre las calenturas y la cal de los hueso envejecidos: romero y salvia para las grietas del corazón, ruda par los cocimientos de invierno. Los aromas llegaban a los cuerpos y el anís encendía los párpados del vendedor de sombra.
LÁPIDAS
ANTONIO GAMONEDA
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lunes, 26 de junio de 2017
EL VENDEDOR DE SOMBRA
sábado, 24 de junio de 2017
LA NUBE MÁS BLANCA
La nube más blanca
sale de paseo.
Parece una oveja,
parece un cordero,
parece un caballo
sin su caballero.
Se estira, y parece
un ancho pañuelo.
Se encoge, y parece
tan sólo un recuerdo.
La nube más blanca
se duerme en el cielo,
y sin que se entere
se la lleva el viento
Carlos Murciano
La bufanda amarilla
y don abcedario.
sale de paseo.
Parece una oveja,
parece un cordero,
parece un caballo
sin su caballero.
Se estira, y parece
un ancho pañuelo.
Se encoge, y parece
tan sólo un recuerdo.
La nube más blanca
se duerme en el cielo,
y sin que se entere
se la lleva el viento
Carlos Murciano
La bufanda amarilla
y don abcedario.
jueves, 15 de junio de 2017
jueves, 8 de junio de 2017
EL RELOJ
Por la ventana abierta entraba la agonía
dorada de la tarde. Como almas errantes
iban algunas aves por la azul lejanía...
-nada, amor mío, nada puede ya separarnos;
mi alma con la tuya marchará siempre unida;
y en la última hora, sólo para besarnos
suplicaré a la muerte un minuto de vida.
Mientras tanto que todo se vuelva del color
de tus ojos azules.
-¡Oh! dime: ¿nuestro amor
vivirá mucho?
-¡Mucho! ¡Toda la eternidad!
Y un reloj que sonaba en la melancolía
de la estancia en penumbra, con su tic-tac, decía:
¡Yo soy el que devora vuestra felicidad!
ANTONIO GAMONEDA
OTRA MÁS ALTA VIDA (1919)
EDICIÓN DE ANTONIO GAMONEDA
dorada de la tarde. Como almas errantes
iban algunas aves por la azul lejanía...
-nada, amor mío, nada puede ya separarnos;
mi alma con la tuya marchará siempre unida;
y en la última hora, sólo para besarnos
suplicaré a la muerte un minuto de vida.
Mientras tanto que todo se vuelva del color
de tus ojos azules.
-¡Oh! dime: ¿nuestro amor
vivirá mucho?
-¡Mucho! ¡Toda la eternidad!
Y un reloj que sonaba en la melancolía
de la estancia en penumbra, con su tic-tac, decía:
¡Yo soy el que devora vuestra felicidad!
ANTONIO GAMONEDA
OTRA MÁS ALTA VIDA (1919)
EDICIÓN DE ANTONIO GAMONEDA
PD El 28 de marzo de 1932 moría en Oviedo el poeta Antonio Gamoneda, mi padre... Al principio creía que los poemas eran de Antonio Gamoneda pero leyendo la introducción me entero de que son de su padre. Toda una sorpresa este libro de bellísimos poemas. Antonio Gamoneda nació un año antes de la muerte de su padre el mismo día en que cumplía cuarenta y cinco años. Otra más alta vida fue la primera lectura de Antonio Gamoneda. En León las escuelas estaban más cerradas que abiertas y yo quería aprender a leer. Y lo hice solo (quiero decir: con la ayuda ocasional de mi madre o de quien más cerca tuviese, y sucedió que el único libro que había en casa era Otra más alta vida.
miércoles, 7 de junio de 2017
viernes, 26 de mayo de 2017
CON QUIEN VENGO VENGO
¿Quién en libertad se vio
que se duela del cautivo?
¿Quién, estando sano y vivo,
se acuerda del que murió?
¿Quién en la orilla rogó
por el que en el mar fallece?
¿Quién de dolor se entristece,
que a otro aflige y desalienta?
Nadie, que nadie hay que sienta
las penas que otro padece.
Calderón de la Barca
Con quien vengo vengo
que se duela del cautivo?
¿Quién, estando sano y vivo,
se acuerda del que murió?
¿Quién en la orilla rogó
por el que en el mar fallece?
¿Quién de dolor se entristece,
que a otro aflige y desalienta?
Nadie, que nadie hay que sienta
las penas que otro padece.
Calderón de la Barca
Con quien vengo vengo
jueves, 4 de mayo de 2017
PARA VENCER AMOR, QUERER VENCERLE
Un hombre que adolecía
de un dolor, que cada día
le daba a una misma hora,
convaleció; y le hizo tal
falta su dolor crüel,
que no se hallaba sin él,
previniendo mayor mal.
Con veneno se criaba
un príncipe, y padecía
mortal accidente el día
que el veneno le faltaba.
Yo, Leonor, ha muchos años
que el dolor de un amor siento,
ha mucho que me alimento
de sus venenos extraños;
y ya el pecho, de ansias lleno,
echa menos este amor,
como el otro su dolor,
como el otro su veneno.
Pedro Calderón de la Barca
de un dolor, que cada día
le daba a una misma hora,
convaleció; y le hizo tal
falta su dolor crüel,
que no se hallaba sin él,
previniendo mayor mal.
Con veneno se criaba
un príncipe, y padecía
mortal accidente el día
que el veneno le faltaba.
Yo, Leonor, ha muchos años
que el dolor de un amor siento,
ha mucho que me alimento
de sus venenos extraños;
y ya el pecho, de ansias lleno,
echa menos este amor,
como el otro su dolor,
como el otro su veneno.
Pedro Calderón de la Barca
sábado, 4 de marzo de 2017
PELEANDO A LA CONTRA
Orgullosos
flacos
muriéndose
supermercado, aún orgullosos y están
flacos y están muriéndose
están de pie muriéndose de hambré y no dicen
nada. hace mucho tiempo, entre otras mentiras,
les enseñaron que callar era cosa
de valientes. ahora, después de haber trabajado toda la vida,
la inflación les ha cogido en su trampa. mirán a su alrededor
roban uva,
la mastican y hacen por fin una compra
minúscula, sólo para un día.
otra mentira que les enseñaron:
el séptimo, no hurtar.
prefieren morir de hambre a robar
(una uva no les salvará)
y en minúsculos cuartos
mientras leen los anuncios
se morirán de hambre
morirán sin pronunciar palabra
los sacarán de pensiones
jóvenes chicos rubios con el pelo largo
que les meterán en el furgón
y arrancarán, esos
chicos
de ojos grandes
que están pensando en las Vegas y en los coñitos y
el triunfo.
es el orden de las cosas: a todos
nos toca primero probar la miel
y después el cuchillo.
CHARLES BUKOWSKI
miércoles, 11 de enero de 2017
martes, 27 de diciembre de 2016
lunes, 17 de octubre de 2016
lunes, 10 de octubre de 2016
EL SALÓN DE TÉ
La muchacha del salón de té
no es tan hermosa como era,
agosto se ha desgastado en ella.
No sube las escaleras con tanto entusiasmo;
sí, ella también llegará a la madurez
y el resplandor de juventud que esparcía sobre nosotros
cuando nos traía nuestras magdalenas
no será esparcido nunca más.
Ella también llegará a la madurez.
Ezra Pound
no es tan hermosa como era,
agosto se ha desgastado en ella.
No sube las escaleras con tanto entusiasmo;
sí, ella también llegará a la madurez
y el resplandor de juventud que esparcía sobre nosotros
cuando nos traía nuestras magdalenas
no será esparcido nunca más.
Ella también llegará a la madurez.
Ezra Pound
viernes, 30 de septiembre de 2016
UNO DE LOS DOS
Llegará el día en que uno de nosotros escuchará
en vano esperando oír la voz que ha enmudecido.
Las auroras perderán color, las tardes palidecerán y las sombras se oscurecerán
mientras unos ojos tristes acechan unos pies que nunca vendrán.
Uno de nosotros dos deberá en algún momento enfrentarse con la vida
solo con los recuerdos que no hacen más que agudizar el dolor.
Y estos dulces días resplandecerán en la distancia,
como sueños de auroras de verano en noches de lluvia.
Uno de nosotros dos, con el corazón torturado y medio deshecho,
leerá, a través de amargas lagrimas, cartas atesoradas largo tiempo,
besará con labios atormentados cada preciado recuerdo
que habla de estos deliciosos años coronados de amor.
Uno de nosotros dos descubrirá que toda la luz, toda la belleza,
toda la dicha de la tierra, no es más que un cuento concluido;
sabrá que en lo sucesivo la vida no será más que un deber.
¡oh, Dios! ¡oh, Dios! Ten piedad de ese.
Ella Wheeler Wilcox, (1850-1919)
en vano esperando oír la voz que ha enmudecido.
Las auroras perderán color, las tardes palidecerán y las sombras se oscurecerán
mientras unos ojos tristes acechan unos pies que nunca vendrán.
Uno de nosotros dos deberá en algún momento enfrentarse con la vida
solo con los recuerdos que no hacen más que agudizar el dolor.
Y estos dulces días resplandecerán en la distancia,
como sueños de auroras de verano en noches de lluvia.
Uno de nosotros dos, con el corazón torturado y medio deshecho,
leerá, a través de amargas lagrimas, cartas atesoradas largo tiempo,
besará con labios atormentados cada preciado recuerdo
que habla de estos deliciosos años coronados de amor.
Uno de nosotros dos descubrirá que toda la luz, toda la belleza,
toda la dicha de la tierra, no es más que un cuento concluido;
sabrá que en lo sucesivo la vida no será más que un deber.
¡oh, Dios! ¡oh, Dios! Ten piedad de ese.
Ella Wheeler Wilcox, (1850-1919)
martes, 13 de septiembre de 2016
jueves, 21 de julio de 2016
VERSOS A LA CALLE DE MI NOVIA
Vives en una calle donde siempre es
domingo.
Por esa calle única se derrama septiembre
con sus campanas lentas, su aroma de glicinas
y su tristeza casi alegre.
Un ángel invisible limpia la luz del aire:
la luz eternamente fácil que te contiene.
En sus cielos pacíficos una tarde sin nombre
se ha detenido para siempre.
Tal vez por esa calle llegara hasta tu infancia:
seto de lilas, libro de oraciones celestes,
agua de primavera, tu nombre y senda clara
que conduce a una calle donde es domingo
siempre.
Francisco López Merino
domingo.
Por esa calle única se derrama septiembre
con sus campanas lentas, su aroma de glicinas
y su tristeza casi alegre.
Un ángel invisible limpia la luz del aire:
la luz eternamente fácil que te contiene.
En sus cielos pacíficos una tarde sin nombre
se ha detenido para siempre.
Tal vez por esa calle llegara hasta tu infancia:
seto de lilas, libro de oraciones celestes,
agua de primavera, tu nombre y senda clara
que conduce a una calle donde es domingo
siempre.
Francisco López Merino
viernes, 1 de julio de 2016
domingo, 15 de mayo de 2016
miércoles, 30 de marzo de 2016
NUESTRA CASA
Nuestra casa
Vivimos en un gran departamento,
ya sin hijos y libres del tormento
de que llegue el dinero a fin de mes,
sin sustos ni sorpresas enojosas.
Tú en tus quehaceres sola en la salita,
yo con mis españoles en mi estudio.
Ya no tienen espinas nuestras rosas,
sólo los dos y cada vez más solos.
Hace años que sólo nos reunimos
a la hora del almuerzo y de la cena,
y esperamos ansiosos el momento
de acostarnos, cada uno en su rincón.
Para casos urgentes de importancia
podemos recurrir al celular.
Emilio Coco
Sonetos del amor tardío
lunes, 7 de marzo de 2016
EL CESTO
PRIMERO se toma una mimbre,
y se la pone en agua, para que pierda altanería, se haga dulce,
mandible, y tenga amor;
luego se trenza como un sueño,
y, cuando ya está el cesto,
puede ponerse en él la ropa blanca,
unas frutas rojas, doradas, o un gatito.
A veces crujirá en la noche;
pero así se hizo el mundo,
y así, a veces, se lamenta.
ELEGÍAS MENORES
JOSÉ JIMÉNEZ LOZANO
y se la pone en agua, para que pierda altanería, se haga dulce,
mandible, y tenga amor;
luego se trenza como un sueño,
y, cuando ya está el cesto,
puede ponerse en él la ropa blanca,
unas frutas rojas, doradas, o un gatito.
A veces crujirá en la noche;
pero así se hizo el mundo,
y así, a veces, se lamenta.
ELEGÍAS MENORES
JOSÉ JIMÉNEZ LOZANO
Nuestro gatito Pablo. |
lunes, 29 de febrero de 2016
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