lunes, 20 de mayo de 2019

ESCUCHAR ES ESPERAR LO INESPERADO.

TODAS las mañanas cuando estoy en Ll. me despierto con un jolgorio de mirlos, zorzales y petirrojos. La naturaleza fuera de la ley. Un vecino de J. empezó a construir una casa cerca de una cuadra de su propiedad, alguien le aconsejó llamar a un notario para que levantara acta de que la cuadra estaba antes que la casa. Si el dueño del gallinero de Soto de Cangas hubiera hecho como J. no tendría problemas con el propietario del hotel rural. Afortunadamente para la humanidad fue antes el Arca de Noé que los decibelios.

A Alfredo Pérez Rubalcaba le gustaba la novela negra. Un mes de Agosto en la playa de Toranda lo vi con Jaime Lissavetzky y sus respectivas esposas leyendo el Mal camino de Mikel Santiago. En la arena dos personajes vestidos daban la nota entre los números bañistas. Eran los guardaespaldas. Misterio resuelto.   

LOS lunes se hacía la colada. Todas las mujeres de Inglaterra lavaban el mismo día y tendían la ropa al aire, Wearther permitting. Por su parte los hombres tenían prohibido hacer fuego en sus jardines para evitar que le humo ensuciase las coladas de sus vecinos. Era el trabajo más duro de un ama de casa en los cincuenta. (El jardín de la memoria) Lea Vélez.

ESTA semana vi por primera vez, este año, una pareja de colirrojos reales. El hijo de Kenzaburu Oé nació con hidrocefalia. Hikari Oe, después de la operación, quedó silencioso, medio ciego y no podía comunicarse. Un día el niño oyó el canto de un pájaro y se emocionó. Sus padres al ver la reacción le hicieron escuchar discos con cantos de pájaros y al final el nombre científico. Un día por el campo el niño escucho un rascón y dijo: "Rallus aquaticus". Fue la primera vez que se comunicó con sus padres usando el habla. Con su oído prodigioso se convirtió en compositor de éxito.

ME gusta escuchar pero me agota por momentos. Escuchar es tanto más cansado que hablar: uno habla con sus propias palabras, con lo que ya conoce y, salvo epifanías, se sorprende muy poco. Escuchar, en cambio- no digo oír, digo escuchar- necesita una atención muy especial: esperar lo inesperado todo el tiempo. (El interior. Martín Caparrós)

LA primera lavadora que hubo en casa, una BRU, tenía forma cilíndrica abierta por arriba con una turbina en el fondo. Un día la tiré al suelo por colgarme del borde. En algunas casas de Ll. todavía hay una piedra que hacia de base a un tronco vaciado verticalmente que se llenaba de sucesivas capas de ropa y ceniza de leña a las que se les añadía agua. En los años setenta se inauguró la traída del agua a LL. El abuelo de M. se siguió afeitando con el agua del aljibe que dejaba la piel muy fina.

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