miércoles, 29 de agosto de 2018

BERLÍN RECICLA LA MENDICIDAD

UNA DE LAS primeras cosas que nos llamó la atención en Berlín fue la gente depositando los envases fuera de las papeleras. En Alemania, desde el 2003, se cobra entre ocho y veinticinco céntimos por envase que, cuando se devuelven, son recuperados. Una legión de personas se dedica a la recogida de envases. Los de plásticos son los más apetecibles, veinticinco céntimos.

AHORA SOLO FALTA reciclar a los camareros. Lo peor de Berlín. Te piden la propina con tanto descaro que llevan las monedas para el cambio en una cartera para no separarse ni un momento de tu lado y que no hagas un simpa de propina. Una consecuencia de los bajos salarios. Parece ser que el gobierno alemán va a tomar medidas.

DURANTE LA GUERRA Civil española una Checa era un lugar donde se detenía, torturaba y juzgaba fuera de la ley. En algunos lugares de Praga te hacían un tratamiento de checa. Sin tortura. Previamente nos habían contado del carácter seco y cortante de los checos. Comimos las mejores costillas de cerdo del lugar en Smichovske restaurante. El camarero nos dijo "a titulo de información" que la propina no estaba incluida. 

CUANDO UNO PASEA por Berlín distingue la zona oriental de la occidental gracias a los semáforos. Los de la oriental tienen un hombrecillo con sombrero. Alrededor del Ampelmann hay montado todo un negocio de tiendas de recuerdos. Los semáforos para coches también se ponen en ámbar cuando van a pasar del rojo al verde. Los hombrecillos se ponen rojos sin parpadear. El primer semáforo de Europa se instaló en Berlín. Los rusos entraron los primeros en Berlín y se apropiaron de las mejores zonas de la ciudad.

EL HOTEL DE Berlín estaba situado en Rosenthales Strabe, desde la cama veía el alucinante movimiento de bicicletas con toda clase de artilugios para transportar niños y objetos. Niños de menos de diez años con sus bicicletas acompañados por sus padres. Tranvías, autobuses, bicicletas, coches, trenes y metro conviviendo por la ciudad. Regionales y cercanías discurren en vías elevadas por el centro sin desentonar. En Alexander PL. hay una estación elevada. Pero nada comparable a la variedad de modelos de tranvías de Praga y a su circulación ordenada dentro de un aparente caos.

EN LA TORRE de la televisión comprobamos la "eficiencia" alemana, en los dos ascensores se practica el SubanEstrujenEmpujenBajen. Todo por quince euros. No vale la pena. La torre fue construida por la RDA, y mide 365 metros tantos como días tiene el año. También se la conoce como la venganza del papa porque los cristales que recubren la parte más importante de la torre en los días que hace sol forman una cruz.

EN LA VISITA al campo de concentración de Sachsenhausen lo que más desentonaba eran los lacitos amarillos de algunos visitantes en un lugar donde se practicó la supremacía del pueblo germano sobre los demás pueblos de Europa. Miles de muertos. Aunque el significado del lacito alguien, que no fuera español, lo podría interpretar como una ayuda a alguna causa "justa" colocada en la solapa por algunos trileros o mendigo de los que abundaban alrededor de la puerta de Brandeburgo.

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