martes, 13 de marzo de 2018

LA CORONA TENÍA UN PRECIO

CUANDO FRANCO nombró heredero al futuro Rey Juan Carlos I no hacía otra cosa que pagar los  intereses de los diez millones de dolares que su abuelo aportó al Glorioso Movimiento Nacional. Eso al menos se desprende de la lectura de la Guerra Civil Española de Antony Beevor. El abuelo de Juan Carlos compró la corona. Alfonso XIII transfirió ochenta y cinco millones de dolares, de forma fraudulenta, al extranjero. Dinero que no era suyo.

ESPAÑA EN EL año 1936 era la cuarta potencia del mundo en oro, 635 toneladas equivalentes a 715 millones de dolares. La República los gasto en comprar armas a la URSS. El oro de Moscú.

ESPERANDO A FELIX. Mientras el resto de España era azotada por la ciclogenesis explosiva en Asturias disfrutábamos de un tiempo primaveral. Las flores de la mimosa desprendían los últimos aromas antes de marchitarse y en Ll. se dejaron sentir los primeros cantos del carbonero, zorzal y pito real. Dejé encargado a B. que anotara el día en el que sintiera por primer vez el canto del cuco que suele acampar por Fuente Blanca.

EN CIERTA OCASIÓN un periodista le preguntó a Einstein si era feliz a lo que el físico le contestó: "No, ni falta que me hace". Quizá, Albert Einstein, sin proponérselo estaba explicando de una forma  sencilla la teoría de la relatividad.

JOHN CHEEVER prefería vivir en su apartamento antes que en la memoria de los demás. Si el apartamento lo tienes pagada nadie te puede desalojar, en cambio, de la memoria puedes ser desahuciado, incluso de la propia. John Cheever era un alcohólico de cuna  "Si no me hubiera bebido un par de Manhattans aquella tarde, tú nunca habrías sido concebido". Eso dijo la madre que lo parió.

EL CEREBRO MADURA durante veinte o treinta años y la niñez es el periodo de la vida en el que se retiene más fácilmente por eso en la vejez uno se acuerda de la infancia. A partir de los cuarenta al cerebro le cuesta más fijar los recuerdos.  


APUNTES


Ll.

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