TODA MENTIRA COMIENZA SIEMPRE CON UN NO

"EL AGUA ES una llama mojada" Novalis. El agua está formado por hidrógeno y oxigeno. Uno puede arde y el otro ayuda a la combustión, en cambio, los dos juntos apagan el fuego. Donald Trump por tercer año consecutivo está propuesto para el Premio Nobel de la Paz, y, el Presidente de Corea del Norte, Kin Jong, lanza cohetes para celebrarlo. Uno es comburente y el otro combustible, los dos juntos son como el hidrógeno y oxigeno no tienen color, olor, ni sabor.

QUE BIEN estaban los chinos haciendo proverbios en lugar de pasarse el día haciendo rollitos de primavera.

CUANDO MARIANO RAJOY dice que tiene un plan no solo se refiere a un plan de pensiones. Me acuerdo del año mil novecientos ochenta y dos cuando el PP, entonces AP, también tenia un plan, educación y sanidad privada, que no pudo llevar a cabo porque ganó el PSOE. Ahora Rajoy, después de saquear la hucha de las pensiones, dice que ahorremos. Me acuerdo de aquella época porque mis padres y muchos trabajadores tenían seguros médicos privados como el Igualatorio, IGM, y en mi casa oía decir que había que ahorrar por si pasaba algo. Retrocedemos más de treinta años.

AUNQUE LA MEDIDA del tiempo sea la misma en todas las edades la dimensión cambia con el transcurrir de los años. No es lo mismo una hora, ni un día, ni siquiera un minuto de la juventud que de la vejez. Ahora se me escurre el tiempo entre los dedos.

UNA MENTIRA comienza siempre con un no. No rescataremos a la banca. No vamos a privatizar la sanidad. No tocaré las pensiones. No tenemos caja B. No cobramos en negro. No me consta. No miento. No vamos a subir el recibo de la luz. No vamos a subir el IVA. No vamos hacer una reforma laboral. No al copago. No abarataremos el despido. No a la amnistía fiscal. No voy a subir los impuestos.

"LA RELIGIÓN puede ser un asunto mortalmente serio" Walter Burkert. Al chico de Jaén por poner la cara casi se la parten. Sí Cristo resucitara, Dios no lo quiera, se volvería a morir del susto.

EN LA ÉPOCA de Arthur Conan Doyle la categoría de un médico estaba en función de los caballos. "Un famoso doctor de Birmingham disponía de cinco caballos para las visitas y ganaba unas tres mil libras al año". Un día mi madre se sintió indispuesta por la noche y tuvimos que salir mi hermano y yo en busca de un médico. Cogimos un taxi y fuimos recorriendo las calles hasta ver una placa en la calle Menéndez Valdes, picamos y el médico nos acompañó en el taxi hasta casa. Me acuerdo que mi madre lo echó con cajas destempladas y doscientas pesetas porque el diagnostico no coincidía con el de ella. El médico que llegó en caballos de vapor se fue al galope.

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