NO HAY COSA MÁS TONTA QUE EL NACIONALISMO

LA FLOR DE la camelia es como la pureza no tiene olor. Para defenderse de las orugas determinadas plantas desarrollan algunos de los compuestos preferidos de la humanidad como la nicotina, la cafeína o el tanino. La camelia nunca sentirá el placer de tomar un café, copa  y puro al sol y sombra.

"EN LA FILIAL del infierno en la tierra Joseph Roth escribió: "no hay cosa más tonta que la creencia nacionalista de que todo se debe a la sangre". Ochenta años han transcurrido desde entonces y millones de personas muertas por estas creencias. 

SI EL AMANECER de ayer hubiera ocurrido en otra época pensaríamos que había llegado el fin del mundo. Los incendios en Asturias unidos a las altas temperaturas y al viento sur hicieron que a las diez de la mañana todavía fuera de noche. 

LAS MAREAS DE Septiembre nos proporcionaban ingresos extras. En mi caso los únicos. Nos situábamos entre dos escaleras del Muro de San Lorenzo a la espera de que al retirarse la ola dejara al descubierto monedas y otros objetos de valor, entonces, saltábamos, cogíamos lo que podíamos y salíamos corriendo hacia una de las dos escaleras antes de que llegara la siguiente ola. Las monedas  las traían las olas de la arena seca que había sido batida por las grandes mareas de septiembre. Ch.C. era el  mejor, no se le escapaba una.

PIERRE PALLARDY sostiene que el vientre es nuestro segundo cerebro y que el intestino produce más del 70% de las células inmunitarias del organismo. Pierre tiene un libro que se titula La sabiduría del vientre. Lo que no sabemos es si lo escribió mientras hacía de vientre o entre cagada y cagada. 

EN CASA EL teléfono estaba en el pasillo y escuchábamos todas las conversaciones. En cierta ocasión mi madre llamó a una tienda para quejarse de una tara en lo que acababa de comprar. "Quién le atendió señora". "Uno con cara Bobu". "Qué se ponga el que tenga cara bobo". Nadie se puso. La gente no quiere reconocer sus taras.

LOS FRUTOS DEL mangle son como torpedos que cuando se desprenden del árbol se hunden profundamente en el manglar. Echan raíces en el fango aislados de pleamares y bajamares. En algunos lugares no queda más remedio que hacer como la fruta del manglar y aislarse de la marea de los acontecimientos. 

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