Señores, amigos, cierren sus periódicos y sus revistas ilustradas, apaguen sus móviles, pónganse cómodos y escuchen con atención lo que voy a contarles. Así comienza la última novela de Luis Landero. Hugo Bayo nos va a contar sus andanzas desde el momento que su madre le confió un secreto. Ese fue el manantial de donde brotó inexorable el río de mi vida. Tú sabes guardar un secreto. Por supuesto dije yo. Pues escucha bien lo que voy a decirte... Confiar un secreto a alguien es darle un poder sobre tu vida. El padre tampoco es lo que parece y el hijo lo sabe. Un personaje cínico, inmoral y pillo como Hugo Bayo se aprovecha de lo que conoce de ambos y que a su vez ignoran entre ellos. La novela está dividida en dos partes en la primera Hugo trata de alcanzar esas metas inalcanzables, ese deseo inagotable de excederse a si mismo. En la segunda la negociación empieza con uno mismo y con el mundo porque como decía mi padre todo en la vida es negociable. Haz caso a Luis Landero apaga todo y enciende la luz de tu imaginación para entrar en el mundo del pícaro Hugo Bayo y no te arrepentiras. A lo mejor la vida consiste en ir de camino a lo que salga y que más allá de este viaje incierto solo nos queda negociar con quien corresponda el sueño de la eternidad.
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