jueves, 14 de enero de 2016

LA HABITACIÓN DE NONA

Cristina Fernández Cubas tiene la habilidad de convertir en cuento sucesos cotidianos. La realidad se convierte en fantasía. Me acerqué a estas narraciones con cierto recelo, los cuentos no son una de mis lecturas preferidas, pero al final no pude dejar el libro hasta terminarlo. De los seis cuentos El final de Barbro fue el que más me gustó, con un desenlace muy logrado. En La Nueva vida, después de una perdida dolorosa, la protagonista se asoma al pasado en busca de aquellos recuerdos que ya no existe. Uno fue joven alguna vez y gozó de ello, ahora traspasado el umbral de la vejez es invisible y eso no deja de ser una ventaja, quizá la única. Todavía, si cerraba los ojos, podía verlos y oirlos. Los cantos el coche, la carretera...Pero si los abría, volvia a encontrarse con su rostro cansado. Eso era lo que le ofrecía la nueva vida: de poco le iba a servir burlar el reloj e intentar apropiarse de tiempo que ya no le pertenecía. Hablar con viejos nace de algo que le pasó con una viejecita vestida de flores que le dijo ¿niña es usted tan amable de ayudarme a cruzar la calle? cuando la invitó a subir a su casa Cristina no subió pero hizo subir a la joven protagonista del cuento. Éste quizá se el cuento más cuento con un final inesperado. Un libro magnifico de una maravillosa escritora con unos ojos azules preciosos. Siempre nos quedará Wasi-Wano.


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