Soy un pato, aunque no un pato cualquiera:
cuello esbelto y erguido, desafiante,
con el pico hacia el cielo,
color de buen tabaco de Virginia,
como hecho de madera escandinava.
Es la elegancia mi razón de ser.
Se envejece, es la norma, y sin embargo
por mí pasan los años como un soplo.
Echo de menos la melancolía
del humano desgaste de vivir.
Ser un adorno inalterable aburre.
Carlos Pujol
Bestiario
Cálamo
cuello esbelto y erguido, desafiante,
con el pico hacia el cielo,
color de buen tabaco de Virginia,
como hecho de madera escandinava.
Es la elegancia mi razón de ser.
Se envejece, es la norma, y sin embargo
por mí pasan los años como un soplo.
Echo de menos la melancolía
del humano desgaste de vivir.
Ser un adorno inalterable aburre.
Carlos Pujol
Bestiario
Cálamo
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