A mí me enfrento,
estoy en todo el peligro.
No puedo vivir contigo
ni puedo huir de mí.
Francisco Sá de Miranda
La vida es peligro. Nadie puede vivir consigo ni huir de sí mismo.
estoy en todo el peligro.
No puedo vivir contigo
ni puedo huir de mí.
Francisco Sá de Miranda
La vida es peligro. Nadie puede vivir consigo ni huir de sí mismo.
Las islas Mauricio no tuvieron población humana hasta el siglo XVIII, hecho insólito en una isla de su tamaño. Sin embargo, habían vivido allí cuarenta y cinco especies de aves, muchas de ellas incapaces de despegarse del suelo, incluidas el rascón rojo, el solitario y el dodo. Luego llegaron los holandeses, que solo estuvieron allí desde 1638 hasta 1710, pero cuando se marcharon todos los dodos habían muerto, exterminados, en su mayor parte, por los perros de los colonos. En total veinticuatro de las cuarenta y cinco especies aviares de la isla fueron empujadas a la extinción, así como las anteriormente abundantes tortugas y otras criaturas. En el muso de Port Louis había un esqueleto de dodo. Su carne repugnaba a los seres humanos, pero los perros no tenían tantas manías. Al fin y al cabo, eran perros adiestrado para la caza. Desconocían la misericordia.
Salman Rushdin
Joseph Antón
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