Con su tic tac los relojes marcan el ritmo de la vida. Vida mía. El tic tac es la sístole y la diástole del reloj. Un reloj sin cuerda es como un corazón de piedra, no tiene vida. Vida mía. El reloj de arena entierra el tiempo. Si la vida, qué da vida (Vida mía) no lo desentierra, es porque la arena del tiempo acabó con ella. Un grano no hace granero pero entierra al compañero. Hay un tic tac qué en lugar de vida (Vida mía), es de muerte. Los antiguos relojes de madera colgados en la pared, un día, sin que nadie supiera como, se desplomaban sobre sí mismos. Era la muerte de la vida (Vida mía).
martes, 9 de julio de 2013
RELOJ DE LA MUERTE
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