En un pesado bronce estás.
Fundida de esa manera
no te reconocerás.
De haberte hecho más ligera,
te parecerías más.
Isabel II era una mujer vulgar por parte de padre y pendona por parte de abuela, encima, bueno ni encima ni debajo, se casó con Pastaflor, qué siempre tenia el pendón a medía asta. Los madrileños que tomaban la sombra en la Puerta del Sol esperando a las uvas, se entretenían abucheando a Isabel II y Francisco de Asís (Doña Paquita) cuando pasaban camino de palacio en su carretela de doble suspensión, precedida de un correo de gabinete, cuatro bateadores y detrás una sección de la escolta. Su majestad no se enfadaba, gritaba al cochero "al galope Ciriaco" y Ciri metía la directa y a Palacio, y eso que las cosas de palacio van despacio. Mientras tanto, los guardias provinciales de a caballo salían del edificio de Gobernación y se lanzaban a sablazos contra el público que estaba haciendo "escracher". La tonta del bote de la delegada del gobierno Cristina CienFuentes le metía mil maravedíes a algún despistado como, Jorge Restringe, que pasaba por allí. Y menos mal que Pastaflor no era muy productivo, así que no tuvimos muchos yernos que mantener.
Andaba Boris por ahí. |
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